Perteneció a la generación de la Onda, junto con el acapulqueño José Agustín, Parménides García Saldaña, Gustavo Sáinz y otros.
Ciudad de México, 23 de diciembre de 2019. La Secretaría de Cultura informó, por medio de redes sociales, el fallecimiento del dramaturgo poblano, Juan Tovar (23 de octubre de 1941-22 de diciembre de 2019), quien recibió la Medalla Bellas Artes en julio de 2018, como un reconocimiento por su trayectoria y aportaciones a la literatura y teatro mexicano. Asimismo, fue ganador del Ariel 1987 por Crónica de la familia y Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2007.
“La @cultura_mx, a través del INBAL, expresa con pesar que el maestro Juan Tovar, escritor, dramaturgo, guionista y traductor, ha fallecido rodeado del amor de su familia. Nuestras condolencias a su familia y la comunidad de teatro, literatura y cine”, dio a conocer la dependencia a través de su cuenta de Twitter.
En entrevista para Milenio, la actriz y sobrina del dramaturgo, Mónika Tovar, agradeció las muestras de solidaridad que han manifestado colegas, colaboradores, amigos, alumnos y familiares sobre la pérdida de uno de los creadores del teatro mexicano: “A nombre de la familia les agradezco su apoyo en estos momentos (…) La materia de Juan Tovar nos abandona, pero nos quedan sus letras, que nos cobijarán por siempre como él hubiera querido”.
Juan Tovar nació en Puebla el 23 de octubre de 1941. Estudió Teoría y Composición Dramática bajo la tutela de Luisa Josefina Hernández. Fue catedrático del Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como en la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA.
En el cine, impartió la materia de Guión en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), además en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba. También fue jefe de redacción de Diorama de la Cultura.
En una entrevista el año pasado, con motivo de la entrega de la Medalla Bellas Artes, habló de algunos aspectos de sus más de 50 años de trabajo: “Empecé como cuentista desde muy chico, pero me parece que la faceta de teatro es la que más se ha destacado, desde los 70 para acá. Desde entonces no he dejado de escribir.
“Pertenezco a una generación de escritores que, sin duda, abrieron camino, que se expresaron muy libremente y rompieron ciertos paradigmas; me refiero a la generación de la Onda, junto con José Agustín, Parménides García, Gustavo Sáinz y otros. Gustavo decía que yo era el Chico de la Onda”.
Entre sus principales obras destacan Las adoraciones (1983), Manga de clavo (1985), Manuscrito encontrado en Zaragoza (1985), El monje (1988), Cura de locura (1992) y Las adoraciones.
Texto: Redacción / Foto: Twitter
