Guerrero, último en indicadores que hacen posible una sociedad pacífica

De acuerdo con el Índice de Paz México 2020, la entidad se encuentra atrapada en un círculo vicioso caracterizado por un ciclo de violencia y falta de desarrollo...

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6 mayo,2020 12:01 pm
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De acuerdo con el Índice de Paz México 2020, la entidad se encuentra atrapada en un círculo vicioso caracterizado por un ciclo de violencia y falta de desarrollo socioeconómico y con organizaciones criminales que desafían al Estado, a pesar de la reducción de homicidios dolosos

Acapulco, Guerrero, 6 de mayo de 2020. Guerrero es último lugar en el país en instituciones y estructuras que hacen posible una sociedad pacífica, concluye el Índice de Paz México 2020.

Existe alta incidencia de corrupción y falta desarrollo económico. Además, las organizaciones criminales todavía representan un desafío a pesar de que por primera vez desde 2015 la tasa de homicidios ya no está entre las cinco más altas del país, señala el documento publicado este martes en la página web del Instituto para el Economía y la Paz,  (IEP), que proporciona una medición integral de los niveles de paz en México. El IPM se basa en la metodología del Índice de Paz Global, la más reconocida medición de la paz en el mundo, que ha sido elaborado por el IEP cada año desde 2007.

El Índice de Paz Positiva se define “como las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen a las sociedades pacíficas”. Altos niveles de Paz Positiva “son posibles cuando las actitudes son menos tolerantes a la violencia, las instituciones son resilientes y responden más a las necesidades de la sociedad, y las estructuras favorecen la solución no violenta de los agravios”, explica el Instituto.

Este indicador es construido con base en ocho factores que se alimentan de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Banco Mundial, la organización Articulo 19, entre otros: el buen funcionamiento del gobierno, entorno empresarial sólido, distribución equitativa de recursos, aceptación de los derechos de los demás, buenas relaciones con los vecinos, libre flujo de información, altos niveles de capital humano y bajos niveles de corrupción.

En la séptima edición de este informe, Guerrero se ubica en último lugar con una calificación de 3.69. El documento indica que la entidad “ha mantenido baja su clasificación de Paz Positiva de 2014 a 2018. En ese periodo, la calificación general del estado apenas tuvo cambios, lo que indica que Guerrero se enfrenta a grandes dificultades para impulsar la paz y el desarrollo social internos. Con niveles bajos tanto de paz negativa como de Paz Positiva, posiblemente Guerrero esté atrapado en un círculo vicioso. Esta condición se caracteriza por un ciclo de violencia y falta de desarrollo socioeconómico que se refuerzan mutuamente, y del cual a un país, estado o comunidad se le complica salir sin ayuda externa”.

Explica que “un factor importante para que se redujera la Paz Positiva en Guerrero durante los últimos años ha sido la incidencia relativamente alta de la corrupción en el estado, que afectó el Pilar Bajos niveles de corrupción. El Pilar Altos niveles de capital humano también se ha rezagado si se considera la disminución en la actividad científica y tecnológica”.

Con base en cifras oficiales, se informa también que la tasa de homicidios en 2015 en Guerrero fue de 56.39, la única por encima de 49 en el país, el siguiente año subió a 62.1 que lo posicionó sólo por debajo de Colima con 82.49, en 2017 volvió a aumentar hasta alcanzar el 70.36 que lo ubicó en tercer lugar, en 2018 bajó a 69.01, otra vez la tercera posición en el país, y el año pasado disminuyó hasta 50.96, la sexta cifra más alta.

La organización resalta que “desde 2015, Guerrero no ha dejado de tener una tasa de homicidios “extrema”. Sin embargo, esta comenzó a disminuir a partir de 2017, al grado que se encuentra a dos puntos de reincorporarse a la categoría de nivel “alto””.

Continúa con que “las mayores mejoras en Guerrero se reportaron de 2018 a 2019, periodo en el que su tasa de homicidios cayó 26.2%. El gobierno del estado ha puesto en marcha diversas medidas de seguridad, como el despliegue de más efectivos policiales, especialmente en Acapulco e Iguala, los municipios más violentos. También creó la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz, encargada de reducir la violencia”.

Arguye que “al mismo tiempo, se ha dado un cambio crucial en el mercado de drogas, con la sustitución del consumo de heroína —hecha de amapola cultivada en Guerrero, entre otros lugares— por el de fentanilo, sintético y mucho más barato. Por consiguiente, en Guerrero ha habido un descenso constante en las tasas de homicidios, delitos de mayor impacto de la delincuencia organizada, y secuestro y trata de personas”.

Indica que “a pesar de que la tasa de homicidios de Guerrero mejoró en los últimos cinco años, las organizaciones criminales siguen representándole un desafío. La proliferación en el estado de grupos escindidos, como Guerreros Unidos y Los Rojos, coincide con el incremento de las tasas de extorsión y delitos de narcomenudeo”.

“En Guerrero, los homicidios relacionados con la delincuencia organizada son el resultado de las violentas confrontaciones entre organizaciones criminales que buscan hacerse del control de las rutas del tráfico de drogas hacia el Pacífico y otras partes de México”, concluye.

Junto con otros delitos como la extorsión, narcomenudeo, delitos sexuales, violencia intrafamiliar, además del número de presos sin sentencia, Guerrero tuvo una calificación de 3.817, la sexta peor calificación en el Índice de Paz.

En la presentación del Índice vía Facebook, el director en México del Instituto para la Economía y la Paz, Carlos Juárez Cruz, resaltó que “la buena noticia, entre las malas noticias, es que por ejemplo, para el estado de Guerrero, que después de siete años salió de la clasificación de los cinco estados más violentos”.

Otro de los datos particulares de este informe es el impacto económico de la violencia en el país que en 2019 se calcula que fue 4.57 billones de pesos, el 21 por ciento del PIB.

En el caso de Guerrero, la violencia del año pasado costó 48 mil 55 pesos por persona, el impacto económico per cápita más alto lo sufrió Colima al alcanzar los 83 mil 926 pesos y en el otro extremo se encuentra Yucatán con 11 mil 714 pesos.

Carlos Juárez ejemplificó el impacto de la violencia en la economía de los hogares con Acapulco, que “se ha visto afectada su principal actividad económica que es el turismo”.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Carlos Alberto Carbajal-Archivo

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