Hubo un tsunami este viernes cuando ocurrió el temblor de 8.2 con epicentro en Chiapas, con oleajes de hasta tres metros, informa el jefe del Servicio Mareográfico, Jorge Zavala
Vania Pigeonutt
El Sur, Ciudad de México
El sismo de 8.2 grados Richter que afectó principalmente a Oaxaca y Chiapas, representó sólo la quinta parte de la intensidad con la que se sintió el temblor de septiembre de 1985, y un nuevo evento puede ocurrir en Guerrero debido a que no se ha liberado energía en esa zona desde hace más de un siglo.
En conferencia de prensa investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Servicio Sismológico Nacional (SSN), advirtieron que los sismos no se pueden predecir, pero la población debe estar consciente de que una réplica de hasta 7 grados o un nuevo sismo pueden afectar estados como Michoacán y Guerrero, atravesados por la placa de cocos.
El terremoto con epicentro en Pijijiapan, Chiapas que provocó 58 muertos, 45 en Oaxaca, 10 en Chiapas y tres más en Tabasco, cortes a la electricidad, derrumbes en las carreteras entre otros daños, fue atípico: “no se había generado un sismo de gran intensidad en los últimos 100 años, pero hay regiones de la costa que podrían estar guardando energía”, dijo la jefa del SSN, Xyoli Pérez.
Pidió a la población estar atenta a las recomendaciones de Protección Civil y tener un protocolo en caso de sismos. Calculó que en casos como el reciente, son 80 segundos los que tiene la gente para ponerse a salvo.
La investigadora enfatizó que son falsas las informaciones que anticipan un temblor, y explicó que si este no provocó los daños del temblor del 85 fue por su diferente intensidad.
“Es muy importante distinguir magnitud de intensidad. Son conceptos diferentes. Magnitud corresponde al tamaño del sismo, la energía que éste libera en el lugar donde se origina.
La intensidad se refiere a la aceleración, al movimiento del terreno. En cuanto a intensidad el sismo de la Ciudad de México de 1985 fue cinco veces más grande que el que vivimos la noche de ayer con epicentro en las costas de Chiapas”, explicó.
La jefa del SSN explicó que hay antecedentes de otros sismos de gran magnitud. En 1787 un terremoto de 8.4 y 8.6 grados ocurrió en las costas de Guerrero y Oaxaca, este sismo es el de mayor intensidad luego de uno similar ocurrido en 1932 en las costas de Jalisco y Colima.
Otra diferencia entre este temblor y el de 7.9 de 1985, detalló, fue que el primero tuvo epicentro en la costa guerrerense, una distancia de menos de 400 kilómetros a la Ciudad de México, y este último ocurrió a 650 kilómetros de la capital del país. Tuvo una duración aproximada de 135 segundos, las condiciones del tiempo las determina el lugar geográfico.
En la exposición a los medios en el Instituto de Geofísica de la UNAM, el jefe del Servicio Mareográfico e investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Jorge Zavala Hidalgo informó que sí hubo tsunami este viernes cuando ocurrió el temblor, con oleajes de hasta tres metros.
Aseguró que el comportamiento del mar es muy importante en este tipo de fenómenos, y de haber una nueva réplica se corre el riesgo de un segundo tsunami.
“Tuvimos un tsunami de relativa importancia que alcanzó la cresta y el valle, es decir, el punto máximo y el mínimo, hasta de tres metros en los sitios que monitoreamos”, informó.
El jefe de la Unidad Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Leonardo Ramírez dijo que estiman que al menos 50 millones de personas estuvieron expuestas al sismo, mientras 37 o 38 millones lo percibieron de manera moderada o fuerte.
Informaron que han ocurrido más de 400 réplicas del sismo con epicentro en Chiapas.
