Hacinamiento

Héctor Manuel Popoca Boone

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16 mayo,2020 5:42 am
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Héctor Manuel Popoca Boone

 

Cualquier conglomerado de seres humanos en un espacio físico confinado tiene posibilidades de convertirse en foco de contagio, ya sea de infecciones leves como una gripa, o infestaciones letales como lo es el Covid-19. Máxime si hay demasiada cercanía entre los individuos. Por eso, nadie debe subestimar la posible presencia del virus en lugares de congregación social como lo son: mercados, escuelas, asilos, oficinas de trámites, hospitales, penitenciarías, centros sociales y comerciales, restaurantes, estaciones y transportes de pasajeros, etc.

Es de todos conocido que el hogar de los guerrerenses pobres se caracteriza por el hacinamiento que sufre la familia. Son limitados los espacios disponibles (dos o tres cuartos de reducidas dimensiones), de materiales de construcción frágiles y con faltantes múltiples; por ejemplo, pisos de tierra, falta de agua entubada, sin drenaje o fosa séptica adecuada, nulo fogón en alto en la cocina rural y, además, en algunos casos, hábitos poco higiénicos de los moradores, a causa de la pobreza que los embarga. Son las llamadas “casas de cartón”.

Los datos duros de los organismos públicos especializados en la materia, Conapo y Coneval, dan cuenta pormenorizada del rezago y deterioro de la vivienda en Guerrero; y son de tal magnitud, que estamos entre los primeros lugares del país en materia de carencias y precariedades. No se diga del alto grado de hacinamiento en el hogar (alto número de ocupantes por habitación). Viviendas con estas características las encontramos en el medio urbano, en los llamados cinturones de miseria y más en el medio rural. También son parte de la configuración de los asentamientos de las comunidades indígenas que, por otro lado, la orografía estatal no ayuda a la hora de costear y atender las necesarias reparaciones y/o rehabilitaciones.

Pero he aquí que, en estos aciagos tiempos, auto rehabilitar o mejorar este tipo de viviendas contribuye en forma importante a reducir la trasmisión de la pandemia, la violencia intrafamiliar y ayuda a resarcir en parte y con carácter temporal la pérdida del ingreso económico familiar. Por lo que sugiero, atentamente, a los tres órdenes de gobierno, establezcan en forma coordinada, un programa de auto-rehabilitación comunitaria de la vivienda vulnerable por hacinamiento y pobreza, en los municipios críticos. El programa se inscribiría en el contexto de la estrategia presidencial para la reactivación económica del país.

Los lineamientos del programa propuesto, a diferencia de los tradicionales, estriba en la utilización del tequio comunitario indígena para la rehabilitación de las viviendas anteriormente reseñadas. Esto es, mediante la participación solidaria del colectivo social local. La responsabilidad de instrumentar el programa en lo concreto, rural o urbano, quedaría en manos de un comité integrado por personas destacadas por su honestidad y disposición cívica a favor de su comunidad o barrio; entretanto se puedan realizar las asambleas comunitarias donde se ratifique o rectifique, democráticamente, la integración del comité que tendrá facultades de dirección interna, de organización para el trabajo y administración reglamentada de los recursos gubernamentales, con la responsabilidad de dar aceptables resultados físicos y financieros.

También el programa deberá ser de nulo contratismo innecesario o administración corrupta; adquiriendo y utilizando al máximo los materiales de la localidad o municipio, con empleo temporal comunitario, retribuido a destajo, tomando en cuenta la activa participación y el parecer de la familia beneficiada sobre la manera de hacer la rehabilitación respectiva. De lo que se trata es hacer más con menos y con mayores beneficios a la población pobre. A partir de la cohesión comunitaria y de la honestidad colectiva. No olvidemos que el hambre no espera y que el derecho a la vivienda digna está consagrado constitucionalmente.

PD1. Por instrucciones de AMLO, arribó a Guerrero una delegada federal especial, que viene a reforzar el combate al Covid-19. Quizás sea por la incapacidad mostrada por el actual delegado federal de los programas sociales.

PD2. Para sorpresa de muchos que creíamos que estábamos en la media nacional, ahora nos informan oficialmente que, en el mapa federal, Guerrero aparece en rojo, es decir en alerta máxima, por su elevado crecimiento de contagios.

 

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