Texto: DPA / Foto: @albertofujimori (Twitter)
Lima, Perú, 3 de octubre de 2018. El ex presidente peruano Alberto Fujimori está muy impactado por la noticia de que la Justicia canceló su indulto y debe volver a la cárcel, según aseguró su abogado Miguel Pérez Arroyo, quien advirtió incluso del peligro de una “muerte súbita”.
“Es natural que esté en una situación muy impactante y eso es peligroso por sus problemas con el corazón”, afirmó Pérez Arroyo al salir de la residencia en que está Fujimori, de 80 años.
El ex mandatario, en libertad desde que el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski lo indultó en Navidad cuando aún le faltaban pagar 15 de 25 años de cárcel por 25 asesinatos y dos secuestros, permanece con sus hijas Sachi y Keiko, ésta última la principal líder de la oposición de derecha radical.
El indulto fue anulado por el juez Hugo Núñez, siete meses después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) decidiera que la propia Justicia peruana evaluara si el indulto se ajustaba a las leyes.
El perdón, que generó en su momento movilizaciones populares de protesta, estuvo rodeado desde el comienzo de sospechas, porque se dio cuando Kuczkynski estaba a punto de ser destituido por un Congreso dominado por el fujimorismo.
Esa vez, Kuczynski se salvó porque un sector fujimorista, liderado por el entonces parlamentario Kenji Fujimori, hijo del reo, votó contra la destitución. Diversos indicios apuntan a que hubo entonces una negociación.
El indulto se dio por razones supuestamente humanitarias derivadas de la mala salud del reo, que sufre problemas cardíacos y de presión arterial, de depresión, inconvenientes gástricos y aparición de heridas en la boca con potencial cancerígeno.
Para médicos independientes, ninguno de esos males era suficiente motivo para que el ex jefe de Estado no pudiera continuar en el cuartel de la Policía que le sirvió de prisión.
Tras el fallo de Núñez, policías llegaron a la casa de Fujimori, pero no está claro si la recaptura se dará hoy mismo ni cuáles son los planes inmediatos de las partes.
En el Congreso la mayoritaria bancada fujimorista se reunió en los pasillos para protestar contra la “venganza” y acusar entre otros al ministro de Justicia, Vicente Zeballos, y a grupos de izquierda y liberales. El Ministerio de Justicia negó cualquier participación y resaltó el respaldo a la autonomía del Poder Judicial.
Según Pérez Arroyo y los líderes fujimoristas, Núñez violó el pincipio de sepación de poderes, pues dejó sin efecto el derecho constitucional de los presidentes a entregar un indulto.
El argumento es negado por expertos como el ex procurador anticorrupción Luis Vargas Valdivia, que argumentan que la Constitución no está por encima de instrumentos internacionales.
Tras el fallo, policías llegaron a la casa de Fujimori, en un exclusivo sector del distrito La Molina, en el este de Lima, pero sin que se sepa hasta ahora si hoy mismo será conducido a prisión o cuáles son los planes de las partes.
Simultáneamente, frente al Palacio de Justicia, activistas se empezaron a concentrar para expresar respaldo al fallo de Núñez que, en su concepto, hace justicia a quienes perdieron a familiares con acciones ilegales perpetradas por el “Grupo Colina”, destacamento militar que operó ilegalmente durante el Gobierno de Fujimori con la bendición del mandatario.
“Es natural que esté en una situación muy impactante y eso es peligroso por sus problemas con el corazón”, afirmó Pérez Arroyo al salir de la residencia en que está Fujimori, de 80 años.
El ex mandatario, en libertad desde que el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski lo indultó en Navidad cuando aún le faltaban pagar 15 de 25 años de cárcel por 25 asesinatos y dos secuestros, permanece con sus hijas Sachi y Keiko, ésta última la principal líder de la oposición de derecha radical.
El indulto fue anulado por el juez Hugo Núñez, siete meses después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) decidiera que la propia Justicia peruana evaluara si el indulto se ajustaba a las leyes.
El perdón, que generó en su momento movilizaciones populares de protesta, estuvo rodeado desde el comienzo de sospechas, porque se dio cuando Kuczkynski estaba a punto de ser destituido por un Congreso dominado por el fujimorismo.
Esa vez, Kuczynski se salvó porque un sector fujimorista, liderado por el entonces parlamentario Kenji Fujimori, hijo del reo, votó contra la destitución. Diversos indicios apuntan a que hubo entonces una negociación.
El indulto se dio por razones supuestamente humanitarias derivadas de la mala salud del reo, que sufre problemas cardíacos y de presión arterial, de depresión, inconvenientes gástricos y aparición de heridas en la boca con potencial cancerígeno.
Para médicos independientes, ninguno de esos males era suficiente motivo para que el ex jefe de Estado no pudiera continuar en el cuartel de la Policía que le sirvió de prisión.
Tras el fallo de Núñez, policías llegaron a la casa de Fujimori, pero no está claro si la recaptura se dará hoy mismo ni cuáles son los planes inmediatos de las partes.
En el Congreso la mayoritaria bancada fujimorista se reunió en los pasillos para protestar contra la “venganza” y acusar entre otros al ministro de Justicia, Vicente Zeballos, y a grupos de izquierda y liberales. El Ministerio de Justicia negó cualquier participación y resaltó el respaldo a la autonomía del Poder Judicial.
Según Pérez Arroyo y los líderes fujimoristas, Núñez violó el pincipio de sepación de poderes, pues dejó sin efecto el derecho constitucional de los presidentes a entregar un indulto.
El argumento es negado por expertos como el ex procurador anticorrupción Luis Vargas Valdivia, que argumentan que la Constitución no está por encima de instrumentos internacionales.
Tras el fallo, policías llegaron a la casa de Fujimori, en un exclusivo sector del distrito La Molina, en el este de Lima, pero sin que se sepa hasta ahora si hoy mismo será conducido a prisión o cuáles son los planes de las partes.
Simultáneamente, frente al Palacio de Justicia, activistas se empezaron a concentrar para expresar respaldo al fallo de Núñez que, en su concepto, hace justicia a quienes perdieron a familiares con acciones ilegales perpetradas por el “Grupo Colina”, destacamento militar que operó ilegalmente durante el Gobierno de Fujimori con la bendición del mandatario.
Fujimori es trasladado a clínica tras fin de su indulto
El ex presidente peruano Alberto Fujimori fue trasladado hoy a una clínica en Lima después de que un juez anulara el indulto por razones humanitarias que se le otorgó hace nueve meses, cuando le faltaba cumplir 15 de 25 años de condena por delitos de lesa humanidad.
De acuerdo con las imágenes televisivas de canales locales, Fujimori, de 80 años, llegó a la clínica en una ambulancia acompañado de su hijo menor, Kenji Fujimori. El ex presidente recibió la noticia en su lujosa casa en el distrito de La Molina.
“Como hijo de Alberto Fujimori es mi deber humano estar con él en sus momentos más difíciles. Hoy nuevamente estoy contigo en una ambulancia, te amo y si tengo que dar mi vida y hasta mi libertad por ti, así lo haré. Siento mucho dolor”, escribió Kenji en Twitter.
El ex mandatario fue indultado en diciembre de 2017, en vísperas de la Navidad, por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski por supuestas razones humanitarias.
El indulto fue anulado por el juez Hugo Núñez, siete meses después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) decidiera que la propia Justicia peruana evaluara si el indulto se ajustaba a las leyes.
De acuerdo con las imágenes televisivas de canales locales, Fujimori, de 80 años, llegó a la clínica en una ambulancia acompañado de su hijo menor, Kenji Fujimori. El ex presidente recibió la noticia en su lujosa casa en el distrito de La Molina.
“Como hijo de Alberto Fujimori es mi deber humano estar con él en sus momentos más difíciles. Hoy nuevamente estoy contigo en una ambulancia, te amo y si tengo que dar mi vida y hasta mi libertad por ti, así lo haré. Siento mucho dolor”, escribió Kenji en Twitter.
El ex mandatario fue indultado en diciembre de 2017, en vísperas de la Navidad, por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski por supuestas razones humanitarias.
El indulto fue anulado por el juez Hugo Núñez, siete meses después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) decidiera que la propia Justicia peruana evaluara si el indulto se ajustaba a las leyes.
