Policías estatales detuvieron y golpearon durante media hora, la noche del sábado, en la colonia San Juan de Chilpancingo, al abogado José Antonio Guerrero Camilo, porque no llevaba cubrebocas y denunció que al dejarlo libre lo amenazaron para que no presentara una denuncia.
La detención ocurrió a las 8:40 de la noche, en la parada del servicio de transporte de esa colonia, ubicada al poniente de la capital; cuando el abogado acompañó a esperar la combi a un amigo que fue a visitarlo.
Mientras esperaban sentados en una banca que pasara el transporte en la calle San Juan, frente a la calle Veracruz de esa colonia, pasó la patrulla 547 con cinco o seis policías estatales del grupo Unidad de Fuerzas Especiales (UFE) y uno de ellos les gritó: “¿Y los cubrebocas?”.
El abogado informó que le respondió: “No traemos cubrebocas”. Entonces con la patrulla aún en movimiento, un policía brincó y se acercó a ellos. Increpó amenazante al profesionista: “¿Tú por qué me gritas?”. El abogado le aclaró que no le gritó, pero el policía insistió: “No, no me puedes gritar a mí”. Atrás del policía llegaron entre cinco o seis de sus compañeros.
El abogado denunció que los uniformados los rodearon con sus armas en la mano e intentaron someter a su amigo, y cuando él trató de calmarlo, asegurándole que todo se iba a arreglar. El policía que parecía más agresivo se fue sobre él y lo amenazó: “Ahorita te vamos a llevar a ti a la barandilla, hijo de la chingada”.
Entonces reclamó que si sólo porque no llevaba cubrebocas se lo iban a llevar detenido, pero comenzaron a golpearlo. “Yo como pude me defendí”, contó, pero añadió que los otros policías le colocaron las esposas, bien apretadas en las muñecas.
Declaró que mientras seguían golpeándolo, comenzó a gritar para llamar la atención de los vecinos, quienes salieron y comenzaron a grabar la agresión con sus celulares, pero los policías los intimidaron con sus armas, advirtiéndoles que no podían grabar porque eran elementos de la Policía Estatal.
Contó que ya cuando había sido sometido a golpes, él cedió y les dijo: “Está bien llévenme a barandilla” y se quejó de que así como lo tenían tirado en el pavimento, donde lo estaban golpeando, lo levantaron en vilo y lo arrojaron en los asientos de atrás de la patrulla de doble cabina.
“Me levantaron y me arrojaron a dentro, como animal, y recibí un golpe en la cabeza”, explicó. Agregó que arriba de la patrulla lo siguieron golpeando en el vientre, con los puños.
Dijo que les pidió que le aflojaran las esposas, porque se le estaban entumiendo las manos y que ya no las sentía. “De hecho hasta ahorita (11 de la mañana de ayer) tengo entumidas las dos muñecas, no las siento”, aseguró.
Agregó que cuando la patrulla ya se había alejado de la colonia, le preguntaron que a qué se dedica y les dijo que es abogado, “por eso es que les decía que no me pueden llevar detenido. Porque soy erudito en derecho y sé que es un abuso de autoridad lo que ustedes están cometiendo”, les explicó, pero entonces lo volvieron a golpear.
Expresó que le pedía al que lo golpeaba: “Detente, no hagas eso. Te vas a meter en problemas”, pero que el uniformado le respondió que “tú no eres nadie, aquí los que mandamos somos nosotros”.
Después le advirtieron que si los denunciaba “vamos a ir contra ti, te vamos a desaparecer”.
Informó que lo tuvieron privado de su libertad aproximadamente media hora y que cuando ya lo regresaban a la colonia, de donde se lo llevaron, a manera de disculpa le aclararon que lo detuvieron “para no quedar mal ante los vecinos que salieron”.
Uno de ellos le insistió: “No podíamos dejarte, para no quedar mal como policías”, en seguida lo bajaron cerca de su domicilio.
El abogado dijo que lo que vivió fue una privación ilegal de su libertad y que los uniformados incurrieron en abuso de autoridad, por lo que en las próximas horas presentará la queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).