EL-SUR

Miércoles 03 de Mayo de 2023

Guerrero, México

Política  

Sepultan en Buenavista de la Salud a Fredid Román entre reclamos de justicia

Lo despiden familiares y colegas y atestiguan el paso del cortejo los vecinos de la comunidad, desde hace tiempo asolada por la violencia

Agosto 25, 2022

Familiares y amigos despiden al periodista Fredid Román Román en su tumba en el panteón de Buenavista de la Salud donde residía Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Lenin Ocampo Torres

Buenavista de la Salud, Chilpancingo

Entre reclamos de justicia y castigo a los culpables fue sepultado el periodista Fredid Román Román, en el panteón de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo.
A la 1 de la tarde el féretro salió de la vivienda que hasta el último día cobijo al fundador del diario La Realidad; entre las lágrimas, las flores, coronas y la música los familiares despidieron con agua bendita el cuerpo de Fredid Román para llevarlo a su última morada.
Recorrieron las calles del pueblo, donde algunas personas salieron a las puertas de sus casas para aventarles pétalos de flores y dar el pésame a los deudos.
El cortejo fúnebre en todo momento fue vigilado por policías estatales y ministeriales, que tomaban fotos de los asistentes, y de los reporteros que acudieron a despedir al periodista, quien inició su carrera hace 30 años en el periódico Expresión Popular.
La gente que marchó en su mayoría eran mujeres, caminaron por las calles amplias de la comunidad de Buenavista que desde hace meses se encuentran desoladas por la violencia y la amenaza de ataques de los grupos de la delincuencia que pretenden controlar el poblado.
“Se ha ido mucha gente, después de los ataques muchas familias mejor dejaron la comunidad y ahora con esto de Fredid pues pareciera que ni aquí ni allá (en Chilpancingo) nadie está tranquilo”, comentó uno de los pobladores que caminó en la marcha fúnebre.
A Fredid Román lo despidieron de al menos cinco casas, donde los hombres que cargaban el ataúd hacían tres reverencias en las entradas de las puertas al ritmo de los sones fúnebres de la música de banda.
A las 2 de la tarde el cuerpo llegó a la entrada de la Iglesia, ahí al igual que en las demás casas despidieron con flores, agua bendita y música el cuerpo del periodista, quien fue asesinado la tarde del lunes al salir de sus oficinas en Chilpancingo.
“Pedimos justicia, que se esclarezca el caso, mi padre no hacia daño, no sé qué problema tenían con él, nos duele mucho que le hayan arrebatado la vida de esa forma”, expresó entre sollozos una de sus hijas.
Al salir de la Iglesia el féretro fue subido a la carroza fúnebre. La gente subió a sus vehículos para trasladarse al panteón de Buenavista que está a un costado de la Autopsita del Sol y que en los últimos meses “es el punto más peligroso de la comunidad, pues nadie se mueve si va sólo” por el acecho de los grupos de la delincuencia que quieren entrar.
El ataúd que guardaba los restos de Fredid Román fue depositado en la misma fosa donde hace un mes enterraron a su hijo Vladimir, asesinado en la comunidad de El Ocotito.
“No sé si son cosas de la vida, hace un mes enterraron a su hijo, lo sepultaron y no taparon el hoyo porque se supone que le iban a construir una tumba, pero las creencias dicen en los pueblos que hay que tapar el hoyo para que nadie de la familia ocupe ese vacío”, relató uno de los enterradores.
Ya en la tumba sus familiares depositaron bolsas con sus pertenencias, entre ellas una playera del equipo de futbol argentino River Plate, que era el uniforme de su equipo de fútbol, una de sus pasiones.
“Los que tuvimos la dicha de conocerlo sabemos que era una persona honesta, que por más de 30 años dedicó su vida al periodismo, hoy la familia Román Jiménez se encuentra una vez más de luto”, dijo uno de los familiares al momento de despedir el cuerpo.
“La familia fue lamentablemente lastimada por la delincuencia, por el crimen, unas balas pagadas por alguien arrebataron la vida de nuestro amigo”.

“Desde aquí le damos el ultimo adiós a nuestro hermano, amigo y padre, desde aquí exigimos justicia, que se castiguen y caigan los culpables, ya no más periodistas muertos, ya nadie más muertos de la familia”, exclamó.
A las 3 de la tarde los sepultureros pusieron las tablas, encima de ellas pusieron varillas y al final echaron la losa que sellaba la tumba de Fredid Román y su hijo Vladimir.
“Qué les hacia mi sobrino vendiendo pollo, que les hacia Fredid que sólo se dedicaba a su trabajo, sentimos una impotencia de que no se esclarece este problema, que el pueblo (de Buenavista) y la gente que nos conoce nos diga si somos secuestradores, si somos narcotraficantes. Nosotros venimos de gente humilde, muchos saben como se ganaba la vida mi madre para darnos algo. A Dios no lo engañamos, nos engañamos nosotros”, fueron las palabras finales de su hermano mayor para agradecer el acompañamiento a los familiares.
A las 3 y media las personas se retiraron del panteón de Buenavista esperando el esclarecimiento del asesinato.