EL-SUR

Miércoles 03 de Mayo de 2023

Guerrero, México

Guerrero  

Ángela Buitrago tiene la esperanza de que se consiga la información que falta de Ayotzinapa

La integrante del GIEI confía en que se obtendrá el acceso a documentos y archivos clave del Ejército y otras instancias oficiales para llegar a la verdad. Y aunque admite que está satisfecha “de que se haya roto un cierre y un candado desde hace algunos años”, insiste en que madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos “se merecen una respuesta completa, apropiada y real sobre lo que pudo haber pasado con sus hijos”

Febrero 25, 2023

Guillermo Rivera

El Sur / Ciudad de México

“Tengo la esperanza de que este año se pueda conseguir la información” restante sobre el caso Ayotzinapa, dice la doctora en derecho Ángela María Buitrago, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que investiga la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas ocurrida el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala. “Tenemos la esperanza de que este año sea definitivo”, enfatiza. Y por eso también cree, afirma, que las instituciones, entre ellas el Ejército Mexicano, “pueden ayudarnos a conseguir la información que falta”.
En entrevista con El Sur, Buitrago analiza los retos que enfrentará en 2023 lo que queda del grupo de especialistas internacionales creado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para contribuir en el esclarecimiento del caso: en octubre del año pasado se anunció que sólo Buitrago y el doctor en psicología de origen español Carlos Beristain continuarían con la investigación, luego de que en su último reporte –difundido ese mes– dieran a conocer las irregularidades detectadas en decenas de capturas de Whatsapp que presentó como pruebas la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), liderada por Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación.
–¿Qué avance en información esperarían después tantos años de investigación?
–Consideramos que avances ha habido. Es un tema importante que anotar. Se han vencido algunos de los rezagos en donde había quedado la investigación. En los últimos años ha habido un esfuerzo fuerte, precisamente para limpiarla de todo lo que no era cierto. Se requiere, de todos modos, encontrar otros documentos y otras informaciones que podrían brindar mayor ayuda, pero sabiendo lo que no es cierto.
No existe evidencia que “garatice la originalidad” de las capturas de pantalla de los mensajes de Whatsaap, determinó el GIEI en su última conferencia pública, lo que provocó que organizaciones defensoras de derechos humanos cuestionaran la rigurosidad de la investigación oficial.
“Conociendo que hay una información adicional (de las instituciones sobre el caso), nos toca seguir insistiendo en ella”, añade la experta colombiana.
–¿Creen que la Secretaría de la Defensa Nacional y otras instituciones entregarán más información?
–Seguiremos insistiendo en que nos envíen información. Tengo la esperanza de que así será, porque ya hemos completado una lista de lo que falta y la hemos enviado. Nos han enviado información, también el Ejército. Así que el tema es que también hemos contado con información, demorada, lenta, por una serie de razones expuestas, y esperamos que sigan colaborando con entregar más documentación. Por eso tenemos la esperanza de que este año sea definitivo. Sabemos que ese es un proceso. Un proceso que empezó a darse con la voluntad del presidente actual (Andrés Manuel López Obrador), pues ordenó la entrega de información. Se ha hecho, pero falta. Se seguirá insistiendo. Y esperamos que la entreguen en este año. Todas las voluntades se juntan para eso. Así que vamos a ver si sí es definitivo.

Compromiso, esfuerzo,
Sacrificio

Luego de más de ocho años en la investigación independiente de uno de los casos emblemáticos del siglo, donde las propias instituciones han reconocido la participación del Estado en la desaparición de los 43 normalistas, Buitrago comparte que el caso Ayotzinapa ha representado “un compromiso, un esfuerzo y un sacrificio”.
Lo anterior, explica, “en términos de poder ir a lugares innaccesibles, generar trabajo en torno a entender la situación. Ha sido un compromiso conjunto de equipo, en torno a una medida cautelar que decretó la CIDH.
“Ese es un punto importante que destacar, que la CIDH decretó la medida cautelar con base en una petición del gobierno (mexicano) en ese momento, también de nuestra actuación en estos años. Y, sobre ese supuesto, la decisión de los padres de que sigan siendo acompañados por el grupo, y que sigamos trabajando en pos de tratar de hallar la verdad. Así que reitero que significa un tiempo de esfuerzo, dedicación, compromiso. Y sin lugar a dudas, una decisión de seguir trabajando por el caso.
–¿Qué otras instituciones se esperaría que participaran en los esfuerzos de la investigación?
–Por orden del presidente se abrieron todos los archivos de todas las instituciones. Cualquier documento que tengan es bienvenido para ir profundizando y mirando todos los aspectos que faltan dentro de esta investigación. Hemos obtenido muchísima información documental. Se han abierto las puertas de todas las instituciones y con la orden presidencial hemos podido ingresar a los archivos de la Guardia Nacional, Centro Nacional de Inteligencia, Secretaría de Marina, Secretaría de la Defensa Nacional, etcétera (…) no podemos desconocer estos hechos. Por eso debemos seguir insistiendo en que quien tenga más información y pueda encontrar más información, la entregue a la investigación, porque esos documentos sobre lo que se recepcionó, lo que se dijo, lo que se oyó, es fundamental.
–¿Están satisfechos con lo que han conseguido?
–Satisfechos no está uno nunca en términos informativos cuando falta información. Sí estoy satisfecha de que se haya roto un cierre y un candado desde hace algunos años, con lo que se obtuvo información que nunca se hubiera sabido si no es por eso. En eso sí. Pero también soy consciente y lo hemos dicho en todos los informes, que hay información que falta.

Las familias, “al principio,
en medio y al final”

La abogada colombiana destaca el papel de madres y padres de los normalistas desaparecidos. Las familias, indica, están “al principio, en medio y al final” del caso y en las indagaciones que se han realizado.
“Las directas víctimas de todo este asunto”, dice, son ellos, “que han vivido ocho años de no saber dónde están sus hijos. Y sobre esos supuestos también han tenido la dignidad suficiente, la fuerza suficiente para seguir avanzando en procesos en que se abre la puerta a que, nuevamente, la institucionalidad genere confianza” para poder obtener los resultados.
Ellos “han sufrido en carne propia el tema de la desaparición de sus hijos y sobre esa base cualquier cosa externa, mientras no sepan dónde está el paradero de sus hijos, qué pasó con ellos, los va a seguir afectando”.
–Todo va encaminado hacia esclarecer la verdad a las familias.
–El tema del caso, en particular, y la existencia del GIEI se justifica por los padres (…) se merecen una respuesta completa, apropiada y real sobre lo que pudo haber pasado con sus hijos. Los padres, de principio a fin, son los afectados directos, y sus familias también son víctimas de toda la violencia que surgió el 26 y el 27, y desde luego, posterior a los hechos, cuando sea crean documentos falsos, se dicen cosas que no son. O sea, la violencia es un medio donde se siguen desenvolviendo todos estos elementos a través de lo que descubrimos: que la investigación se hizo con tortura y que todo eso llevó a la anulación de las causas (penales).
–¿Es este el reto más importante de sus carreras como expertos?
–Yo he contado con la oportunidad de tener en otros países, también en mi país, otros retos, que significan tener a la víctima en medio. Todos, dentro de su densidad, son retos muy importantes. Temas que tienen que ver con víctimas en grandes violaciones de derechos humanos, son muy importantes. Lo que sí diría es que el cariño y afecto, el haber compartido con los padres del caso Ayotzinapa de manera permanente, nos hace mucho más cercanos en ese dolor y esa tristeza.
Esa base en todos los retos de graves violaciones tiene la misma densidad y el mismo crompromiso, expone Buitrago, sin embargo, “el caso Ayotzinapa tiene componentes que lo hacen especial y, desde ese punto de vista, pues genera una mayor aproximación al sufrimiento de las víctimas. Hablo de la naturaleza del caso, el ataque a jóvenes que apenas están comenzando a vivir la vida. Muchachos de 24 años en su mayoría, que tenían la esperanza de construir un futuro mejor y que no pudieron llegar a hacerlo, sobre todo los tres casos de los muchachos cuyas partes de sus restos hemos encontrado”.
Concluye Buitrago: “Así que esto lo hace muy especial. En el sentido de entender las particularidades de la fuerza de la violencia, de la falta de piedad, y de tratarse de personas tan jóvenes en las que sus familias habían puesto todas las esperanzas y habían puesto, además, todo el esfuerzo para que tuvieran un futuro mejor”.