EL-SUR

Miércoles 03 de Mayo de 2023

Guerrero, México

Guerrero  

Cumple ocho días la toma de tres pozos de agua para la capital en La Villita, Mochitlán

Unos 400 vecinos reclaman que el agua se extrae de su territorio pero ellos carecen del servicio. Exigen que el municipio de Chilpancingo pavimente la calle principal, construya un puente y coloque una toma de agua

Beatriz GarcíaChilpancingo

Abril 07, 2016

Unos 400 vecinos de la colonia La Villita, municipio de Mochitlán, tomaron desde el jueves de la semana pasada tres pozos de agua del sistema que abastece a colonias del oriente de Chilpancingo; reclaman que, mientras que el agua se extrae de su territorio para abastecer a la capital, ellos carecen del servicio.
Para liberar los pozos exigen que el municipio de Chilpancingo les pavimente la calle principal, construya un puente y coloque una toma de agua.
El camino a Mochitlán se recorre en unos 30 minutos en transporte público desde la capital. La Villita no está a más de 15 minutos a pie, desde el centro de la cabecera municipal.
Para llegar a la colonia, se camina en una calle de terracería que va al río Huacapa, cuya corriente es espesa y verdosa en esta temporada, aunque permite llegar a La Villita en carro ante el pobre caudal.
Si es a pie, los transeúntes caminan un puente estrecho de cemento, que a los costados tiene unos tubos delgados y torcidos que sirven como pasamanos. Desde ahí, no hay ninguna calle pavimentada.
A unos 15 metros desde el puente se puede ver un grupo de 30 niños y adultos que se cubren del sol con tres pequeñas lonas que pusieron afuera del subsistema de agua potable Chilpancingo-Mochitlán, pozo M-2, que mantienen tomado.
En este municipio hay seis pozos del sistema Mochitlán, uno de los tres sistemas de agua que abastecen a la capital, de manera “simultánea”, según el director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), José Alberto Lara Vargas, a unas 60 colonias de la parte oriente.
En la cerca de malla ciclónica que rodea el pozo, los colonos colgaron dos cartulinas en las que se leen: “La colonia La Villita exigimos obras: puente, pavimentación de calles, drenaje, ampliación de electricidad”, y “La colonia La Villita no se moverá de aquí, hasta tener respuesta de las obras, y hablar con el presidente de Chilpancingo (el priista Marco Antonio Leyva Mena), atentamente La Villita”.
La representante de la colonia, Felicitas Mateo Reyes explicó que el jueves a las 6:30 de la tarde los 400 vecinos cerraron los tres pozos.
Se quejó de que desde hace 22 años que comenzaron a funcionar los pozos, ellos no han sido beneficiados con nada, que aún carecen de los servicios públicos básicos de agua, drenaje, luz y pavimentación. “En lugar de que nosotros estemos ocupando esa agua, todo (va) para Chilpancingo”.
Los vecinos se plantaron en el pozo M-2 porque tienen que encender éste para que los otros dos, que cerraron con candados, funcionen.
Comentaron que esta semana los colonos se han estado rotando los turnos para permanecer en la toma del pozo de día y de noche, unos 30 vecinos en cada ronda.
Reprocharon que medios de comunicación han acudido a los pozos tomados y han mal informado a los habitantes de Chilpancingo, publicando, “que la toma de los pozos terminó, que ya nos resolvieron, que ya están llegando los apoyos”, pero que todo es mentira.
El domingo, el director de la Capach aseguró que la toma fue sólo de un pozo, y que duró 24 horas porque el alcalde Leyva Mena acudió para llegar a un acuerdo.
Felicitas Mateo recordó que el sábado, cuando el alcalde acudió al plantón, ella no estaba, que le dijeron que llegó “muy grosero” cuando se percató de que la responsable de la toma no se encontraba en el lugar, “si no están los responsables, yo me voy”, amenazó.
Dijo que ella no estaba en los pozos porque salió junto con otros compañeros a pedir apoyo a propietarios de lotes en la colonia que no habitan ahí, para que les ayudaran con alimentos para los que se mantienen en el plantón.
Cuenta que cuando ella llegó, el presidente de Chilpancingo ahí estaba; le explicó el motivo de la toma de los pozos y lo que exigían a su municipio por llevarse el agua que les pertenece.
Viven vecinos en condiciones precarias y con carencias

El alcalde les propuso gestionar ante el gobernador Héctor Astudillo Flores sus demandas, además les prometió que este lunes estaría colocada una toma de agua para ellos, sin embargo hasta ayer ningún funcionario los visitó.
“Aquí estamos en el calor, no tenemos respuesta y mientras no haya respuesta, ni modo, aquí vamos a estar”, advirtieron los inconformes.
Los habitantes de La Villita son campesinos. En la temporada de lluvias siembran maíz, frijol, jícama y cacahuate. En un recorrido en la colonia, vecinas mostraron las condiciones precarias en las que viven.
Las calles no tienen nombres, y la que conocen como “La Principal” tiene baches, zanjas, montones de piedras de distintos tamaños y tierra.
Felicitas Mateo mostró que un parte de esta calle está sumida porque la Capach excavó para colocar tuberías, “pero así la dejaron, no la arreglaron”.
La mayoría de las casas de unos 6 metros cuadrados están hechas de carrizos, maderas, troncos, varas, telas, láminas de cartón y de metal. Sobresalen algunas con paredes de cemento.
Sólo unos 100 habitantes tienen drenaje, los demás defecan “en el campo”; otros construyeron fuera de su casa espacios de unos 2 metros cuadrados que sirven como baños, con paredes de trapos; en el interior defecan y cubren los desechos con tierra.
Aunque están conscientes de que eso puede provocar enfermedades, dicen que no tienen otra opción.
Asimismo, sólo cuentan con servicio eléctrico unos cuantos vecinos. Los que no cuentan con el servicio piden a los vecino que lo tienen que lo compartan con ellos.
En la calle principal se nota claramente el cruce del río Huacapa y lo que queda del angosto puente.
Ahí una vecina recordó que en temporada de lluvias el río Huacapa crece y no hay manera de cruzar, dejándolos atrapados en La Villita.
En la colonia no hay ninguna escuela. La más cercana es una primaria que está cruzando el río, a unos 150 metros.
“Los niños batallan bien feo en tiempo de lluvias, las mamás los pasan abrazando el río”, consignó una señora.
Del puente, reclamaron que, “vino la Sedatu, limpiaron el Huacapa, y lo que pasaron a fregar fue el puente, en vez de reforzarlo le escarbaron”, y lo debilitaron.
El agua que utilizan los vecinos viene de un pozo distinto a los del sistema Mochitlán, que se encuentra en un cerro, les dotan de agua dos veces por semana durante media hora, sólo logran llenar un bote de 100 litros, que utilizan familias conformadas de tres a ocho integrantes.
En una casa se constató que, de dos tambos de 100 litros, un tanque de concreto y uno de plástico, sólo uno tenía agua.
La dueña de la casa enfatizó que tienen que racionarla para lavar los trastes y bañarse, porque si no, no les rinde.
Los 400 habitantes de la colonia pretenden que el alcalde de Chilpancingo pavimente la calle principal, coloque la toma de agua y construya el puente; y que el alcalde de Mochitlán, Jhobanny Jiménez Mendoza, amplíe el servicio de energía eléctrica y el drenaje, y la pavimentación de otras calles.
Para liberar los pozos, exigen que ambos alcaldes acudan para dialogar al plantón, quieren que se coloque la toma de agua y comiencen la pavimentación de la calle principal, y que darán un plazo de dos meses para que el municipio capitalino comience la construcción del puente.
Si en dos meses no empiezan a construir el puente, “que se olviden de los pozos, porque no se los vamos a dejar”, advirtieron.