En el centro de Chilpancingo, la zona con mayor movilidad en el municipio, dos de cada diez personas no usan cubrebocas, y los puestos ambulantes de comida, aguas de frutas y cocteles en bolsas tratan de cumplir las medidas sanitarias.
La capital del estado es el segundo municipio con más contagios acumulados de Covid-19, después de Acapulco. En Chilpancingo hay 2 mil 155 contagios acumulados y 155 personas que fallecieron por complicaciones de la enfermedad.
En sus calles sin embargo la nueva normalidad no termina por ser adoptada por todos. En un recorrido realizado al medio día, se observó que dos de cada diez habitantes que salen a las calles no usan mascarillas, al tratar de preguntarles sólo sonríen o expresan su desagrado a ser entrevistados.
Pero no es el único sector donde hay gente que no cumple, también en los puestos ubicados en las esquinas de las calles del centro, sobre todo en los alrededores del edificio de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado se observó ayer a señoras sin cubrebocas vendiendo semillas de calabaza.
En los puestos de comida, queso, miel, aguas de frutas, y de cocteles de frutas, los vendedores únicamente portan el cubrebocas, algunos lo traen en el cuello. Pero nadie usa caretas o lentes protectores, y menos guantes como parte de las medidas sanitarias.
En los puestos se observaron aglomeraciones de hasta seis personas esperando ser atendidos y comiendo a menos de un metro de distancia del otro.
Mientras en los negocios de ropa, zapatos y venta de celulares los empleados siguen casi de manera rigurosa las medidas, hay una puerta de acceso y otra de salida. El cliente tiene que pasar por el tapete con desinfectante, ponerse antibacterial, y usar cubrebocas, pero adentro pueden tocar y medirse la prenda que les agrade, la misma que no pasa por un proceso de desinfección y vuelve a ser colocada en los anaqueles.
En las filas de los bancos ubicados en el centro la gente ha tomado mayor conciencia y se mantienen respetando la sana distancia, sin embargo se observó a una persona sin cubrebocas en la fila del banco Citibanamex y se lo puso una vez que estaba cerca de acceder a la sucursal.
Restaurantes y cafeterías están casi vacíos, y se observó que algunos que acuden a platicar con amigos o compañeros, una vez sentados se quitan el tapabocas y hablan sin el mayor cuidado frente a frente. (Jacob Morales Antonio / Chilpancingo).