Lourdes Chávez

Chilpancingo

La secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, confirmó que “es un secreto a gritos” de los pacientes la falta de medicamentos e insumos en las unidades médicas, y es muy valiente del secretario federal del sector, Jorge Alcocer Varela, señalarlo y tomar cartas en el asunto.
“Nos está dando lección de moral, de ética, de patriotismo, de no dejar abandonado al estado más pobre”, indicó en entrevista telefónica.
Sobre el aborto, reconoció que debe cambiar la percepción del tema en el estado, sin moralidad, pero si el Congreso local no reforma el Código penal que lo sanciona, será más complicado abordar el tema en la institución, reconoció.
La funcionaria fue consultada sobre la denuncia que hizo Alcocer Valera ante el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia mañanera sobre el personal médico en Guerrero que suministra con discrecionalidad los medicamentos, y la denuncias de familiares de pacientes que siguen comprando medicamentos, pagando servicios de laboratorio y los requerimientos de cirugía.
Ibarez Castro aseguró que en octubre se realizó un abastecimiento muy fuerte de insumos y medicinas para que no hubiera desabasto. Ante el fenómeno tan devastador que encontraron en el manejo de los suministros en las unidades de salud, indicó que solicitaron al Ejército que se encargara de llevar los materiales directamente.
No obstante, confirmó que es un “secreto a gritos de los pacientes” lo que denunció Alcocer Varela. “Lo que menos merece (el funcionario federal) es respeto por su valentía y su deseo de ayudarnos a los guerrerenses. A su edad nos está dando lección de moral, de ética, de patriotismo, de no dejar abandonado al estado más pobre”.
Destacó que sus acciones buscan resolver que la gente no se muera por falta de insumos y medicinas.

Aborto y muerte materna

Durante la entrevista telefónica, indicó que se encontraba en una reunión para analizar la muerte materna de una mujer después de un aborto de cinco meses en el Hospital del Niño y de la Madre Guerrerense, ayer, donde familiares denunciaron negligencia médica y directivos presentaron una denuncia penal.
Consultada también sobre la denuncia de atencion tardía a una mujer indígena en hospitales de Tlapa y Acapulco, que enfermó gravemente después de un aborto espontáneo, aclaró que no tenía detalles del asunto pero los revisaría en el sistema y con el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, que lo dio a conocer como la primera muerte materna que se conoce en la región.
Recordó que esta administración tiene tres meses tratando que los programas se activen, que haya materiales y controles necesarios que permitan tener indicadores suficientes de la salud, para evitar precisamente las muertes maternas. Reconoció que están aumentando.
Por otro lado, confirmó que los abortos son tema pendiente de la Secretaría, y espera que en el Congreso local aprueben la reforma al Código Penal, para implementar otras estrategias que favorezcan a quienes recurran a estos procedimientos.
Aclaró que si el Congreso no hace la homologación de la legislación penal, la Secretaría se hará cargo, pero será más complejo tener proceso pleno, “limitaríamos en cierta forma estos servicios”, dijo.
Recordó que en Salud, si un médico propone una interrupción en un hospital público, el estado debe garantizar las condiciones para su realización, y si se propone un espacio privado, también deben vigilar que se atienda con las leyes y normas establecidas para el procedimientos fin de salvar la vida de las personas.
Destacó que cada procedimiento debe acompañarse de un tratamiento integral para la mujer a fin de que se reintegre a su familia, a su comunidad, a su campo laboral.
Aclaró que el aborto es un fenómeno humano, que se da la probabilidad que cualquier mujer tenga necesidad del procedimiento, no podemos quedarnos en esa visión limitada.
Reconoció que la institución de salud debe ganarse la confianza de las familias, de la comunidad para que la mujer que se hace este procedimiento esté segura.
Aclaró que el aspecto religioso se diluye cuando las personas con una filosofía moral se integra una visión social, comunitaria, o familiar, “es un tema muy humano y se debe abordar desde la sexualidad, no sólo desde la reproducción.
“Si queremos una sociedad de primer mundo, debemos romper estigmas culturales. Si a una mujer se le obliga a la reproducción, se limita su desenvolvimiento económico, productivo, social, le quitas posibilidad de tener éxito. No es igual que una mujer decida su sexualidad, y tener un hijo deseado.
En esta idea de ganarse la confianza de la sociedad, informó que la Secretaría gestionó recursos extraordinarios en la federación para comprar uniformes a todo el personal, para que se les identifique como quienes trabajan en bien de su salud, “que nos dignifique en cada hospital, porque tal vez se les olvida (su función) cuando no portamos el uniforme”.