EL-SUR

Miércoles 03 de Mayo de 2023

Guerrero, México

Guerrero  

Media hora de balacera en Chichihualco en la que murió un policía federal y quedaron dos heridos

El alcalde dice que esta localidad es tranquila, y que son aislados los sucesos de la noche del martes. Fuentes policiacas identifican a los civiles armados que atacaron a los uniformados como miembros del Cártel del Sur. Semanas antes ha llegado gente armada y desconocida, y la violencia se veía venir, dice un comerciante. Desde todo el pueblo se oyeron los tiros y dos explosiones; los vecinos por temor se metieron a sus casas y ayer las calles seguían desoladas. Como “distractor”, simultáneamente al enfrentamiento la delincuencia quemó en la capital cinco vehículos, informa el vocero

Zacarías CervantesChichihualco

Julio 27, 2017

Media hora de balacera terminó la noche del martes con la tranquilidad de los habitantes de Chichihualco, cabecera del municipio de Leonardo Bravo, en donde policías federales fueron atacados por integrantes de un grupo de la delincuencia organizada y de allí devino un enfrentamiento que dejó un agente muerto, dos heridos y una camioneta particular incendiada.
La violencia que se desató en este pueblo repercutió en la capital, en donde esa misma noche cinco vehículos fueron incendiados en diferentes puntos.
Según el vocero en materia de seguridad del gobierno del estado, Roberto Álvarez Heredia, con estos hechos la delincuencia organizada pretendió establecer un “distractor” para el Ejército y las fuerzas federales y estatales que se trasladaban a reforzar a los policías federales atacados en Chichihualco.
A pesar de estos hechos, el alcalde panista de Leonardo Bravo, Alfredo Alarcón Rodríguez, entrevistado en su despacho de la Presidencia Municipal, concibió a Chichihualco como un pueblo “tranquilo” y dijo que la balacera del martes es un hecho “aislado”, pero su opinión contrasta con la de los vecinos donde ocurrió el enfrentamiento, que declararon que en los últimos meses han visto la presencia de hombres armados que los intranquilizan y que la violencia del martes ya la veían venir.
El enfrentamiento ocurrió aproximadamente a las 8 y media de la noche en la colonia Amacochtli, en la entrada del pueblo, a un costado del mercado municipal y a un kilómetro y medio del Zócalo, donde se encuentra el Palacio Municipal.
Según los vecinos los primeros disparos se escucharon en la tienda Súper Mini Depósito en donde minutos antes habían visto a los policías federales, por lo que suponen que los atacantes llegaron allí a agredirlos. Después ya nadie supo lo que pasó, todos los ciudadanos consultados dijeron que se refugiaron en sus casas y que sólo escucharon la nutrida balacera que se extendió por calles vecinas y duró casi media hora.
La mañana de ayer, uno de los vecinos mostró el lugar donde quedó el policía federal abatido, frente a la tienda donde comenzó la balacera. Sin embargo dijo que todos pensaron que se lo trajeron a Chilpancingo vivo porque fue trasladado en una ambulancia.
La fachada del Mini Depósito tenía varios impactos de bala y todavía había algunos casquillos percutidos tirados en el pavimento. Asimismo, a unos 15 metros, orillada en una calle, aún se encontraba una camioneta Nissan doble cabina totalmente incendiada.
En la zona aún había ayer varias patrullas de la Policía Federal y de la Fuerza Estatal con elementos resguardando el sitio, mientras que decenas de agentes en 10 patrullas realizaban recorridos por toda la cabecera municipal y al medio día se vio sobrevolar la población un helicóptero del Ejército mexicano.
En la entrada al pueblo, en donde están las primeras casas, policías federales a bordo de tres patrullas instalaron un filtro y revisaban los vehículos que salían. Otro filtro se instaló en la salida de Chilpancingo por la desviación a esa cabecera municipal, mientras que por la carretera se vio transitar varias patrullas de policías federales y estatales.
“La verdad estuvo feo, yo, escuchando los primeros balazos me metí a mi casa con mi familia a escondernos y ya no volvimos a salir hasta después de que se oyó que había terminado todo”, dijo un comerciante ubicado a la orilla de la calle principal.
Explicó que por las prisas olvidó cerrar su negocio y que cuando casi a media noche salió vio a policías federales que andaban adentro, supone que buscando a quienes les dispararon a sus compañeros.
Otro vecino contó que escuchó que la balacera tardó como media hora y que los policías federales recibieron refuerzos aproximadamente una hora después. Dijo que también vio que llegaron militares y policías estatales.
Un comerciante del mercado municipal informó que a esa hora él ya había cerrado su local y se encontraba en su casa que se encuentra al otro extremo de la población, pero que desde allá oyó los balazos y que pudo escuchar con nitidez dos explosiones, “la primera creo que fue un granadazo y la segunda debió haber sido la explosión del motor de la camioneta que quemaron”, dijo.
Agregó que este miércoles por la mañana algunos vecinos le contaron que la balacera se escuchó en la colonia Amacochtli, pero también en La Piedra, que se encuentra también junto al mercado y a la gasolinera.
El pánico se percibió todavía ayer en la gente no sólo de estas dos colonias, sino en toda la población. Sus calles estuvieron solitarias, vacías, y sólo en el centro se vio a los comerciantes y a algunos vecinos realizar sus actividades aparentemente con la normalidad.
Por su parte, el presidente municipal Alarcón Rodríguez declaró que la violencia que ocurrió la noche del martes en esta cabecera municipal es porque el municipio no es ajeno al problema de la violencia que se vive en el estado y en el país.
Aseguró que desde que se escucharon los primeros balazos se mantuvo atento en su oficina del Palacio Municipal y que estuvo informando constantemente a Gobernación del estado y al gobierno federal de los acontecimientos. Explicó que la situación se tranquilizó “ya a altas horas de la noche”.
Destacó que en el municipio contó de inmediato con el apoyo de las fuerzas federales, como el Ejército, Policía Federal y Estatal que se encuentran todavía resguardando el pueblo.
“Como ven ustedes, ahorita ya reina la tranquilidad, todo mundo trabaja con normalidad hasta la gente que se va al campo, y si no hay clases es porque ya hay vacaciones en las escuelas y como ven, nuestro Ayuntamiento está trabajando con toda normalidad”, declaró.
Informó que el director de Seguridad del municipio le reportó que los resultados del enfrentamiento fueron dos heridos y un deceso. En cuanto al grupo atacante, dijo que lo único que le reportaron es que fueron civiles armados. “Yo no les puedo decir otra cosa porque aquí ha estado tranquilo mi pueblo”, insistió.
Alfredo Alarcón Rodríguez aseguró que en los dos años que lleva la administración no había habido problemas, “hoy nos extrañó que sucediera ayer ese incidente, pero ustedes lo pueden constatar, vean que sigue estando tranquilo”.
Para el alcalde panista, el enfrentamiento es un hecho aislado en este municipio, “ustedes saben, las noticias de inmediato corren cuando un lugar está constantemente en conflicto, pero aquí no se había suscitado nada de esto”, insistió.
Pero un comerciante contó que desde hace varias semanas están viendo gente desconocida y armada en el pueblo, lo que ha intranquilizado a los vecinos. Incluso dijo que la violencia que detonó la noche del martes ya se veía venir, y anunció que los comerciantes pedirán la presencia permanente de las fuerzas federales y estatales.
Asimismo, apenas el 1º de julio, en la comunidad de Iyotla, a media hora de la cabecera municipal, elementos del Ejército y la Policía Estatal, decomisaron 10 vehículos de lujo, uno de ellos blindado, cuatro fusiles de asalto, dos lanzagranadas, dos granadas, aproximadamente mil cartuchos útiles de diferentes calibres. Asimismo 40 playeras con el logotipo de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y unos 200 gramos de mariguana.
En abril pasado, agentes federales detuvieron también entre Iyotla y Carrizal de Bravo a cuatro hombres en posesión de mariguana, cargadores y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas, y de una cachorra de jaguar.
Oficialmente ninguna autoridad ha informado a qué grupo o cartel pertenecen los que participaron en el enfrentamiento con los federales la noche del martes. El vocero Álvarez Heredia dijo que las investigaciones están a cargo de la PGR, que integró la carpeta de investigación.
Sin embargo, fuentes policiacas aseguraron que fueron sicarios del Cartel del Sur que encabeza en la sierra Isaac Navarrete Celis, conocido como El Señor de la I.

Los vehículos quemados en Chilpancingo

El vocero Álvarez Heredia informó que esos hechos de violencia repercutieron en la capital en donde en el transcurso de esa misma noche cinco vehículos fueron incendiados en diferentes puntos. Dijo que con estos hechos los delincuentes pretendieron poner un “distractor” para las fuerzas federales y estatales que iban en apoyo de los agentes atacados en Chichihualco.
El vocero declaró que los cinco vehículos fueron incendiados por sujetos armados y que estas acciones estuvieron dirigidas por células delictivas que operan en la capital.
“Simultáneamente en el servicio de emergencias 911 se empezaron a recibir llamadas que alertaban de vehículos incendiados y disparos por armas de fuego en varios lugares, a manera de distractores”, dijo el funcionario.
En el transcurso de la noche fue incendiado un vehículo particular placas HCB5159, en la calle Álvaro Obregón de la colonia Ignacio Manuel Altamirano. También fue incendiado un vehículo Nissan tipo Tsuru del servicio público con número económico 267, placas 1084FFL, sobre el Bulevar Vicente Guerrero frente a la colonia Lázaro Cárdenas.
Otro vehículo incendiado fue un Nissan tipo Sentra, número económico 780 del servicio público. El taxi llevaba varios días estacionado y chocado en el Bulevar Vicente Guerrero, cerca del entronque a Chichihualco.
También le prendieron fuego a una camioneta de redilas en la colonia San Juan, ubicada frente a la terminal de autobuses. De la camioneta no se conocieron mayores características.
Otro vehículo fue un marca Nissan tipo Tsuru, del servicio público, número económico 436, en la colonia Omiltemi. En ninguno de los lugares donde se hallaron los vehículos hubo personas asesinadas, confirmó Álvarez Heredia.