Gracias a los promotores de la idea de crear El Sur, los periodistas Maribel Gutié-rrez, Tomás Tenorio (+) y Antolín Orozco. A quienes luego nos siguieron en la aventura, como la fotógrafa Elsa Medina y el editor Héctor Zamarrón. A los que conocieron el proyecto desde su gestación y lo apoyaron, don Miguel Ángel Granados Chapa (+) y Humberto Musacchio, mis maestros de periodismo. A la diseñadora del cabezal con las montañas del sur, María Luisa Martínez Passarge. A don Carlos Payán (+) que nos dijo “ya salgan” y nos apoyó como director de La Jornada para que el diario se imprimiera en sus talleres en años muy difíciles.
A los socios fundadores, un centenar de ciudadanos guerrerenses y colegas de la Ciudad de México que contribuyeron con pequeñas cantidades de dinero para formar el primer fondo que nos permitió salir. A los de la segunda etapa de capitalización cuyo valor no sólo fue monetario sino moral pues se dio tras la ruptura con La Jornada, un periódico influyente en Guerrero. Y a los socios más recientes cuyas aportaciones sirvieron para modernizar nuestro taller de impresión y mejorar nuestra presencia digital.
A los compañeros del equipo directivo del periódico que siguen en este proyecto desde los muy complicados primeros años.
A reporteros, fotógrafos, editores y correctores de todas las épocas. Los de la primera –que muchas veces no cobraban su salario– y los de ahora, trabajadores de la información que no se valen de su oficio para obtener privilegios o canon-jías.
A los trabajadores del taller y de la administración que conocen la misión de nuestra empresa periodística.
Y, por supuesto, gracias a los lectores que nunca nos han abandonado. En las diversas crisis por las que ha atravesado el periódico –vinculadas invariablemente a represalias del poder político por nuestra línea editorial independiente– el factor decisivo para continuar fue siempre que El Sur tenía lectores. ¿Qué caso tendría seguir en el esfuerzo en un estado violento y con políticos autoritarios si nadie nos leyera? ¿Si a muy pocos les interesara lo que publicábamos?
Nos proponemos ahora cultivar una relación más estrecha y diversificada con nuestros lectores.
Los que nos siguen en la página web y en las redes sociales superan con creces a los lectores del periódico impreso, una tendencia mundial. Este fenómeno, por supuesto, acrecienta la influencia social del periódico, pero no sus finanzas cuyas fuentes principales siguen siendo la venta del impreso y, sobre todo, la publicidad gubernamental.
Nosotros no permitimos que esta publicidad condicione nuestros contenidos editoriales. Considera-mos que la información es un derecho de los ciudadanos que debe ser tratado como tal por la autoridad; como el derecho a la educación o el derecho a la salud.
Pero ese es el mundo ideal. Como siempre, los derechos se conquistan y tienen que defenderse todos los días. Por eso, para conservar nuestra independencia editorial y para garantizar la permanencia del periódico, tenemos que caminar hacia lograr un equilibrio entre los ingresos que obtenemos directamente de quienes nos leen y los que provienen de la publicidad.
Acudiremos, de nuevo, a la solidaridad de nuestros lectores para que contribuyan al mantenimiento y fortalecimiento de su periódico.
Doy por sentado que saben que los recursos así obtenidos no serán mal usados. Se dirigirán a la tarea de continuar informando de lo que pasa en nuestro atribulado, pero muy querido estado. Informando de la inseguridad y la violencia provocadas por el crimen organizado, de su cauda de víctimas; haciendo un seguimiento crítico de las políticas y del comportamiento de los gobernantes y de las élites; reporteando de cerca las protestas de los ciudadanos y de las organizaciones sociales. Indagando sobre los estragos de la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, el desastre educativo, los deficientes servicios de salud, la degradación del medio ambiente… Problemas todos que, 30 años después, siguen allí.
Nos proponemos cumplir esta tarea con rigor periodístico y mantener nuestro compromiso de que detrás de cada línea publicada no habrá ningún otro interés que no sea el de servir a los lectores y a su derecho a estar bien informados.
Muchas gracias.
Juan Angulo Osorio
Director general