La Transición

Desde que en El Sur aparecieron los primeros nombres del gabinete de Zeferino Torreblanca, no ha pasado una semana sin que se publiquen aquí cartas de lectores manifestando su preocupación, sus críticas o de plano su molestia frente a los pasos iniciales del gobierno que surgió de la histórica votación del pasado 6 de febrero.

Tres cartas llegaron este viernes sobre el tema del vacilante comportamiento del gobernador ante lo que muchos observan la lucha histórica por las libertades democráticas en el país, representada por el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

En una, Javier Zubillaga envía un saludo a la asamblea general de la sierra de Guerrero que se celebró el mismo día en una comunidad del filo mayor, e informa que envió allá una ponencia “que tiene como eje a la educación como condición sine qua non para el desarrollo integral de nuestro desgraciado estado de Guerrero”.

Dice que el documento de ocho cuartillas lo conoce el ex coordinador de asesores de la Rectoría de la UAG, Saúl López Sollano –convocante a la asamblea serrana y hoy senador de la República–, y también                         “por el ciudadano gobiernador y por el ciudadano secretario general de gobierno, así como también por la senadora Leticia Burgos Ochoa, presidenta de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara Alta y quien estará con nosotros en Iguala, la próxima semana junto con el senador Saúl López Sollano”.

Sigue Zubillaga diciendo que “particularmente en la sierra y La Montaña… se requiere de especial atención y de acciones planificadas y oportunas del gobierno”.

Y luego, sin más, pasa a señalar que “al margen de las naturales controversias y enfoques políticos por la conformación de un gabinete que a mí me crea incertidumbre, yo confío en que el ciudadano gobernador entenderá que debe aprovechar hoy el capital político que tiene junto al PRD y la sociedad y no lo dilapidará como lo hizo el presidente Fox con acciones individualistas y frívolas, dejando pasar el tiempo que es la forma más valiosa de existir y trascender”.

Y termina: “Los cambios históricos más importantes y que se quedan en la memoria de los pueblos sólo son de las sociedades, no de un individuo o líder. La democracia no tiene precio. Hago mía la frase del escritor Fernando del Paso: ‘Y si consignan a la democracia ¿quién pagará la fianza?’. El juicio de la sociedad por histórico es inapelable”.

En otra carta al director de El Sur, Octavio Augusto Navarrete Gorjón escribe:

“He leído con atención su artículo de ayer (viernes) en el cual atribuye a la construcción de una autopista la negativa del gobernador Zeferino Torreblanca para estar en el mitin de apoyo a Andrés Manuel López Obrador.

Me parece que no. La mencionada negativa, la conformación de su gabinete y las lamentables y reiteradas muestras de desdén a sus electores (“tienen el 7 por ciento”, “no me pondrán de rodillas”, “ya tengo lleno el jarrito”) tienen su origen en toda una concepción de hacer política. Hasta ahora esa concepción le funcionó al político Torreblanca Galindo; pero en la coyuntura actual, donde se juega mucho más que el derecho de López Obrador a ser candidato, esa línea de conducta está haciendo agua por los cuatro costados.

“Es verdaderamente lamentable la prodigalidad provinciana con la que el gobernador dilapida el enorme capital político que tenía hasta hace seis semanas.                         Dentro de poco de él se dirá que llegó a tiempo a su cita con los electores pero se está tardando para entrar por la puerta grande a su cita con la historia de México.

“Fernando del Paso no es perredista, hasta donde sabemos siempre ha sido priísta, pero en esta hora de México, el extraordinario escritor jalisciense ha acuñado una de las frases más claras, lapidarias y elocuentes de toda la coyuntura: ‘Cuando consignen a nuestra democracia, ¿quién va a pagar la fianza por ella?’.

Por su parte, Javier Moreno Nieto envía una escueta y medio grosera carta:

“Estimado Juan:

“¿Qué esperabas de tu gobernador? ¿Para qué tanta crítica si ustedes ayudaron a encumbrarlo?”.

A tal estado de ánimo habría que agregar la posdata del artículo de Moisés Alcaraz Jiménez, que se publica en esta misma edición.

La necesidad de que se mantenga la unidad en las filas del PRD y de los seguidores de López Obrador más allá de ese partido; y la necesaria cortesía política, harán que quizá no se note mucho en el mitin de este sábado el alejamiento del gobernador de quienes lo llevaron al cargo. Más allá de que en el templete estén todos menos uno.

Después la vida seguirá. Aunque seguirá exigiendo definiciones. ¿Nos merecemos, por ejemplo, en este estado tan pobre y vapuleado, contar con empresarios tan derechistas y rudimentarios como el presidente de la Coparmex, hermano por cierto del director de Comunicación Social del gobierno del estado y muy amigo del gobernador que hoy estará ausente?