EL-SUR

Miércoles 03 de Mayo de 2023

Guerrero, México

Opinión

Efectos de la hostilidad del gobernador contra El Sur

Juan Angulo Osorio

Agosto 23, 2006

La amenaza de un poderoso empresario a la reportera Cristina Sierra; y la humillante detención del corresponsal en Taxco Claudio Viveros demuestran que hay fuerzas que se sienten envalentonadas para agredir a El Sur, en un contexto en que nuestro periódico es visto por el gobernador como un enemigo de su administración.
Lejísimos de ser un gobernante demócrata que tenga en alta estima a la libertad de expresión, Zeferino Torreblanca mantiene una actitud hostil hacia nuestro periódico simplemente porque no le gusta la crítica, ni la objetiva ni la subjetiva.
El gobernador tiene muy clara su función; el gobernador sabe muy bien lo que tiene que hacer; el gobernador no tiene ninguna confusión, son algunas de sus frases favoritas.
Se entiende por eso que reaccione como cualquier gobernador autoritario del pasado cuando sus acciones y sus dichos son sometidos a la prueba de la crítica. O peor, porque ningún gobierno priísta –ni el de Rubén Figueroa, ni el de Ángel Aguirre ni el de René Juárez– llegaron tan lejos en sus agresiones contra El Sur como el de Zeferino Torreblanca.
Ninguno, por ejemplo, mantuvo por tanto tiempo un boicot publicitario como el ordenado contra nuestro periódico por el gobernador actual, como si el nuestro fuese un medio marginal, sin lectores, que no cumpliese una función pública. Ninguno ordenó una auditoría a nuestras finanzas como la que se aplicó minuciosamente a las cuentas de nuestra empresa el año pasado. Ninguno utilizó las instituciones del gobierno del estado como lo ha hecho Torreblanca con las juntas de conciliación y arbitraje que, contra toda legalidad, han emitido fallos que ya han afectado nuestro patrimonio.
Ajeno a toda sensibilidad política y social, al gobernador se le hace fácil tomar estas decisiones sin medir sus consecuencias. Allí están ya las primeras. Si el gobernador dice a todo el que lo quiere escuchar que nuestra crítica no es objetiva, que tergiversamos sus declaraciones y que detrás de nosotros están sus enemigos políticos, ¿por qué el empresario Ricardo Sanz del desarrollo Portochervo no ha de concluir que nosotros recibimos dinero de los inconformes con el condominio que construye?
Del mismo modo, si el alcalde panista de Taxco ve que aquí criticamos el filopanismo del gobernador ¿por qué no ha de concluir que le hace un favor a éste persiguiendo a nuestro corresponsal?
Nunca ha sido política nuestra el buscar privilegios del poder por nuestra condición de periodistas. No somos de esos. No tenemos más ni menos derechos que el resto de los ciudadanos. Pero estamos dispuestos a ejercerlos. Tampoco tenemos vocación de mártires ni queremos ser temerarios. ¿Pero es algún crimen criticar a un gobernador? ¿Es algún crimen criticar a un gobernador postulado por un partido de izquierda? El actual grupo en el poder reacciona con furia en contra de El Sur por nuestras críticas al gobernador como antes celebraba que aquí se criticara a los gobernantes del PRI y que fuésemos casi el único medio en el que tenían espacio sua acatividades políticas.
Ya somos gobierno, no oposición, es otra de las frases favoritas de Zeferino Torreblanca. Por lo que a nosotros respecta –y creo que a otros muchos guerrerenses– esa frase se ha traducido en que se accedió al gobierno para hacer lo mismo que los gobiernos anteriores, y no para transformar desde el poder las condiciones de atraso social y de intolerancia política que siguen prevaleciendo.