EL-SUR

Miércoles 03 de Mayo de 2023

Guerrero, México

Opinión

Reforma de Estado, no sólo electoral

Juan Angulo Osorio

Agosto 22, 2006

El contexto nacional, y la correlación local de fuerzas políticas dan para intentar transformaciones profundas en el funcionamiento de las instituciones de gobierno en Guerrero, y para la creación de otras. No es cierto que nos coman los tiempos electorales, como ha dicho el gobernador Zeferino Torreblanca, y no hay entonces nada que justifique posponer una verdadera reforma de Estado que vaya más allá de la reforma solamente electoral.
Por lo demás, las propuestas de una reforma electoral ya están bastante decantadas y hasta se puede anticipar un consenso: campañas cortas, reducción del financiamiento a los partidos, regulación de las precampañas, empatar las distintas elecciones, cuatro años para los ayuntamientos y tal vez la reelección de diputados. Añadiría aquí la necesidad de sacar a los medios electrónicos de las campañas lo que se conseguiría simplemente prohibiendo los spots, y en contrapartida legislar para que se fomente el acercamiento directo de precandidatos y candidatos con los electores. Los ciudadanos merecen que al Congreso, las alcaldías y la gubernatura lleguen dirigentes, conductores, representantes de los distintos sectores de la sociedad y no burócratas desconocidos o arribistas que consiguen dinero para sus propósitos personales.
Qué hacer para fortalecer a los poderes Legislativo y Judicial para que no sigan subordinados al Ejecutivo y cumplan el papel de contrapeso que les asigna la Constitución, es otra de las tareas de una reforma de Estado. Es hora de que el Tribunal Superior de Justicia no elabora su propio presupuesto, y los honorables magistrados decidieron por extrañísima unanimidad nombrar como su presidente a un juez que ¡todavía no era magistrado! Legislar para que esto nunca vuelva a ocurrir.
Cómo reformar al poder Judicial para que la justicia no sea solamente para los poderosos. Cómo reformar la Procuraduría de Justicia para que también sean perseguidos los poderosos que violan la ley, aunque sean amigos del gobernador; para que el Ministerio Público sea realmente el representante de la sociedad, y no solamente de los que tienen dinero o de los amigos del gobernador; para que las resoluciones del MP puedan ser impugnadas cuando se aparten de la defensa de la víctima y se pongan del lado de los victimarios.
Qué hacer para fortalecer la autonomía de los municipios para que los gobernadores no les impongan sus proyectos, ni les digan qué hacer. Que no les jineteen sus recursos.
Qué hacer, asimismo, para fortalecer a los organismos autónomos, a la Codehum, el Consejo Estatal Electoral, el Tribunal Electoral del Estado.
Una auténtica reforma democrática de las instituciones del Estado tendría que acotar, con leyes y reglamentos, el creciente poder de los medios electrónicos en la sociedad y la política. El Estado, representado en este caso por el Ejecutivo y el Legislativo de Guerrero, debe dirigir recursos para erradicar el analfabetismo, para fomentar la lectura.
Y etcétera, etcétera, etcétera. Los electores de Guerrero refrendaron el pasado 2 de julio su apoyo a las fuerzas de la democracia y del cambio con un sentido de progreso y justicia social. Y están a la espera de que los políticos, los diputados y los funcionarios públicos se pongan a la altura y se dispongan a la reforma de fondo a las instituciones públicas, y no limitarse a una reforma electoral.
Por lo demás, la situación nacional empujará en el mismo sentido. Y el resto de los mexicanos esperarán de los guerrerenses que se pongan a la vanguardia de las transformaciones urgentes que dejaron como tarea las elecciones presidenciales.