No hay avances en la investigación del asesinato del padre Goyo a un año de cometido en Altamirano

 

Este lunes se cumplió un año del asesinato del padre Gregorio López Gorostieta, quien fue levantado el domingo 21 de diciembre de 2014 en Altamirano y dos días después apareció asesinado; a la fecha, el caso sigue abandonado y sin resolverse.
El padre Gregorio López era maestro en el seminario católico, y de acuerdo con el informe, fue levantado en el interior del seminario, a donde los hombres armados ingresaron y lo sacaron.
No se supo nada de él hasta dos días después, cuando hallaron su cuerpo cerca del poblado Colonia Juárez; fue asesinado con un arma blanca, según reportó la Fiscalía.
El 25 de diciembre la Fiscalía General del Estado (FGE) inició la averiguación previa por el delito de homicidio, luego de que encontraron el cuerpo del sacerdote en la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano, en el paraje Rancho La Cañada.
De acuerdo con un comunicado que emitió la Fiscalía Regional de la zona Norte, con sede en Iguala, el entonces fiscal, Miguel Ángel Godínez Muñoz se reunió con familiares del religioso, con quienes se comprometió a detener a los responsables del crimen.
El homicidio conmocionó a los feligreses, quienes recibieron el cuerpo de manera masiva cuando llegó a Altamirano y realizaron una marcha masiva donde pidieron un “ya basta” a la violencia en Tierra Caliente.
El 4 de enero el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos dijo que la Fiscalía ya tenía identificado al menos a uno de los responsables del homicidio. En un comunicado, el prelado dijo que de acuerdo con información que Miguel Ángel Godínez le proporcionó, la investigación tenía importantes avances.
El 10 de enero, la Fiscalía dio un informe donde aseguraba que la muerte del sacerdote había sido por motivos personales y se conocía al autor material, pero no reveló más detalles.
Desde esa fecha no se supo nada del caso. La misma iglesia no volvió a hablar del tema. El obispo de Altamirano Maximino Martínez Miranda, hizo un llamado a los responsables a que dejaran de delinquir y buscaran el buen camino, y al mismo tiempo oró por el perdón de los homicidas, esa fue la última vez que la iglesia habló del tema.
La Fiscalía no ha informado nada acerca de la muerte del sacerdote o de los avances en la investigación a un año del homicidio, y la iglesia tampoco habló del tema.
En Altamirano no hubo ningún acto para recordar al padre Goyo, y no hay anuncios de alguna celebración.
En el 2014 también asesinaron a un párroco de San Miguel Totolapan, quien fue levantado y asesinado a balazos en septiembre del 2014.