Acusan a mujer policía de agredir y amenazar de muerte a su vecina

 

 Solicita la agraviada que intervenga Valenzuela

 La ciudadana Dina Jiménez Cristóbal denunció que el viernes pasado fue agredida físicamente por la integrante de la Policía Preventiva Nery Rumbo Balderas, quien la amenazó con matarla, por un conflicto entre vecinos.

 En la redacción de El Sur, la agraviada pidió la intervención del secretario de Protección y Vialidad, Antonio Valenzuela Valdez, ya que la mujer policía se ha dedicado a atemorizar a los vecinos de la calle Hermanos Bravo, de la colonia La Mira. Inclusive, la quejosa dijo que ya existe una denuncia contra Rumbo Balderas, en la agencia del Ministerio Público de Barrios Históricos bajo el número Tab/BH/0161/2004 por los delitos de amenaza, intento de homicidio y lo que resulte.

Jiménez Cristóbal recordó que el viernes iba llegando a su casa cuando Rumbo Balderas la empujó y empezó a golpearla. La agraviada todavía tiene moretones de los golpes en el vientre, un brazo y aruños en el pecho.

Manifestó que como pudo se zafó de la golpiza que le estaba dando y se escondió en la casa de una vecina, y de ahí llamó al 066 para que acudieran a auxiliarla. Agregó que los Policías Preventivos que llegaron al lugar no le hicieron caso y solo atendieron la queja de su compañera.

Jiménez Cristóbal supone que la agresión de la mujer policía tiene que ver con el problema que hace dos meses tuvo con los vecinos Rafael Castro (trabajador de la CFE) y su esposa Patricia Agama Ramírez, cuando golpearon a su hija de 15 años Arely Aranza Jiménez, esto porque estas dos personas son amigos de la mujer policía.

Insistió en la intervención del titular de la SPV, porque no debe permitir que su personal trate así a los ciudadanos, esto porque Nery Rumbo Balderas la golpeo cuando iba vestida con el uniforme de esa corporación policíaca, que está para brindar protección no para agredir a la ciudadanía.

Lo amenaza de muerte el dueño de una obra que se construye con irregularidades

 

Guillermo Wolf dice que se reanudó la construcción en Gran Vía Tropical pese a los sellos de clausura

 El ciudadano Guillermo Wolf señaló que continúan los trabajos de construcción en la obra que se edifica en Gran Vía Tropical lote 9, en el fraccionamiento las Playas, a pesar de los sellos de suspensión que colocó personal de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ecología el miércoles pasado, al presentar diversas irregularidades y terminar el plazo de la licencia de construcción.

Además denunció que el propietario de la construcción, Donaldo Delgado Escobel lo amenazó de muerte.

El miércoles pasado el director de Desarrollo Urbano, Fermín Porfirio Arizmendi Lugo, informó de la suspensión de la obra en Gran Vía Tropical y otra en el fraccionamiento Condesa por haberse terminado el plazo de la licencia de construcción.

La obra de Gran Vía Tropical presenta diversas irregularidades en su edificación, sus responsables no hicieron los cambios que les fueron ordenados, y la dependencia no otorgó otra licencia de construcción, y en cambio colocó los sellos de suspensión.

Guillermo Wolf dijo que es la sexta ocasión que las autoridades detienen la obra, no obstante sigune los trabajos, pues responsables y albañiles “vinieron el martes, el jueves y al parecer el sábado, el dueño no tiene amparo de la suspensión y está desafiando a las autoridades”.

Dijo que al parecer el asesor jurídico de la Secretaría de Obras, Mario Gómez Coro, “ha tenido fallas” al permitir que las construcciones irregulares puedan seguir y obtener con la mayor facilidad amparos.

Explicó que el sábado por la mañana llevó a un reportero a la obra para que observara que a pesar de los sellos de suspensión, seguían los trabajos de construcción. Ahí llegó Delgado Escobel “muy agresivo” y preguntó que hacía en el lugar. “Me dijo: le quiero advertir que la próxima vez que lo vea le voy a partir la madre”, indicó.

Vía telefónica el mismo sábado, Wolf narró que los albañiles empezaron a salir de la obra en construcción, ante las amenazas de Delgado Scobel, y que él está preocupado por su esposa ante esta situación.

Amenaza alcalde de Tetipac a reporteros que le preguntaban sobre el plantón

* El corresponsal de El Sur y el de RTG

Claudio Viveros, corresponsal, Taxco * El presidente de Tetipac, Serafín Ayala Ramos, amenazó a este corresponsal y a otro reportero de Radio y Televisión de Guerrero cuando trataron de entrevistarlo en un bar céntrico de esta ciudad en torno al plantón que desde hace dos semanas mantienen pobladores y regidores de ese municipio en demanda de la destitución del edil.

“Qué traes conmigo, no te metas conmigo porque te va a pesar, me encabrona que me amarilleen, después nos vamos a ver, yo sigo trabajando y no ando en pendejadas?”, dijo amenazante el presidente municipal que fue postulado por el PRI.

El viernes 5, entre las 15:30 y las 16 horas, los reporteros se enteraron de que el alcalde del municipio vecino se encontraba en la planta alta del bar Berthas, ubicado a escasos metros de la parroquia de Santa Prisca. Ahí acudieron, primero uno y luego otro, por separado, para lograr una entrevista.

A Bernardino García de RTG, Ayala Ramos se negó a concederle la petición. Serían las 15:30 horas cuando se aproximó al lugar. La primera respuesta que tuvo fue “Tú eres un pinche amarillista”, y más adelante sin levantarse de su asiento lo señaló con el dedo y le dijo: “Cuando me vaya (como alcalde), después nos vamos a encontrar”.

Minutos más tarde, este corresponsal se presentó al lugar con el mismo objetivo. Saludó a todos sus cinco acompañantes de mano con un buenas tardes y sin más le solicitó amablemente una entrevista.

–Yo sigo trabajando, no ando en pendejadas – fueron las primeras palabras del presidente municipal.

–Por eso precisamente, la opinión pública desea conocer sus puntos de vista respecto a lo que acontece –secundó el reportero.

–¿Qué pasa, qué pasa, no sé que pasa? –soltó una y otra vez sarcástico.

–Allá hay un plantón, señor.

–¿Y qué?, nosotros estamos trabajando.

–¿Con un plantón?

–Sí.

–¿Que opinión tiene de la petición de los habitantes y regidores sumados a ellos que piden su destitución?

–…Con el tiempo…

Mientras el reportero hacía las preguntas, el ex presidente Felipe Castillo Flores manoteaba hacia los lados para indicarle al alcalde que no hablara. Los demás acompañantes permanecían a la expectativa, en silencio.

–¿Todo está bien, no pasa nada? –insistió El Sur.

El silencio dominaba el lugar, donde las demás mesas estaban vacías y mientras un policía uniformado de negro se mantenía apostado en el balcón que da a la calle de El Arco.

De pronto Ayala se levantó, dio una vuela en dirección a otro balcón que da al zócalo, y muy cerca del reportero a quien dijo retador, casi a punto de los golpes: “¿Qué traes conmigo?”.

–Sólo le pido que me conceda una entrevista, usted es un funcionario público.

Hasta ahí sus acompañantes se levantaron de la mesa y se acercaron para calmarlo. “Sólo quiere una entrevista”, dijo uno de los taxqueños que estaban ahí. Enseguida Serafín Ayala se retiró del lugar escaleras abajo y se mantuvo inquieto, amenazante, a la espera del reportero que bajara y con los policías a un lado, ya subidos en la camioneta.

Entonces, en el balcón del bar, el ex presidente de Tetipac, Felipe Flores, se acercó iracundo hacia el reportero de El Sur: “Dame eso si no quieres tener problemas”, soltó amenazante al señalar la grabadora que no fue entregada al tiempo que otros acompañantes le decían que también se calmara y lo invitaron a salir de allí.

Ya afuera, al momento en que el reportero del El Sur se disponía a retirarse, al pasar a un lado del alcalde Ayala Ramos, éste le dijo: “Sólo te digo una cosa: no te metas conmigo si no quieres tener problemas”. La respuesta a la amenaza correspondió con una actitud tranquila: “Deme una entrevista, yo nada más vine para eso, es todo”.

Ayala Ramos palmeó al reportero, lo presionaba repetidamente con la palma de una mano en el hombro derecho como para hacer sentir su coraje. El entrevistador le insistió que hablara y él apresuró: “Me encabrona que me amarilleen, no me amarilleen, nada más no me amarilleen; yo estoy tranquilo y me están chingando. Si me voy, después todo se va a aclarar y verán quien soy”.

–Es su pueblo quien está en plantón, nosotros sólo cumplimos con informar. Por eso es que se le pide una entrevista, para conocer su opinión.

Enseguida, un poco contenido, pero sin dejar de presionar al reportero con los palmoteos, aceptaría que daría una entrevista a la que se comprometió con su asesor jurídico, Agustín Alvarado, hijo del dirigente cetemista en la región Antelmo Alvarado García, uno de sus impulsores desde esa posición y con quien se reúne continuamente. Al final, su acompañante trató repetidas veces de alejarlo, llevárselo, mientras el ex alcalde Felipe Flores ya estaba instalado en otro vehículo, siempre atento a los movimientos de Ayala Ramos.

Afuera del bar se observó la camioneta de la policía motorizada número 231, con seis uniformados a la espera y resguardo del alcalde al momento que estaba ahí y después que se retiraba de ese sitio. Otro vehículo de la policía estuvo estacionado a unos metros de distancia y un taxi más en que viajaba el ex presidente municipal, Felipe Castillo Flores.