Ante la impunidad en desapariciones puede haber otro caso Ayotzinapa en Chilpancingo: AI

 

La directora de Amnistía Internacional para América Latina, Ericka Guevara Rosas alertó que “otro caso como Ayotzinapa podría darse en cualquier momento” en Guerrero y, en particular, en Chilpancingo, ante el grave contexto de tolerancia y de impunidad en que ocurren las desapariciones forzadas.
Al señalar que, “es escandaloso que la impunidad por estas graves violaciones a derechos humanos siga siendo la norma” en Guerrero, dio a conocer en un comunicado la documentación de cinco casos de desaparición forzada ocurridos durante la última semana de diciembre en Chilpancingo.
La investigación de la organización, encabezada por Madeleine Penman, investigadora de Amnistía Internacional para México, confirmó la participación de policías municipales y ministeriales en la desaparición de Alan Alexis Vélez y de dos menores de edad, ocurrida el 27 de diciembre pasado, así como en la desaparición de Jorge Arturo Vázquez Campos y Eduardo Catalán Cabrera, el 30 de diciembre en la Feria de Navidad y Año Nuevo.
Los primeros tres aparecieron con vida el 3 de enero, con huellas severas de tortura; en tanto que otros dos jóvenes fueron encontrados en la vía pública ejecutados con un tiro en la cabeza. Guevara Rosas consideró que, “trágicamente, la desaparición forzada de estos jóvenes es la última de una larga serie de horrores ocurridos en el estado de Guerrero. Los signos alarmantes de corrupción y terribles violaciones a derechos humanos permanecen a la vista de todos y aquellos servidores públicos que negligentemente los ignoran, son cómplices”.
De acuerdo con la información recabada por Amnistía Internacional, Alan Alexis y los dos adolescentes fueron privados de su libertad por policías municipales y ministeriales durante siete días. El 27 de diciembre fueron llevados a la estación de policía de Chilpancingo y después “conducidos a una casa de seguridad y luego transportados en un viaje tormentoso a Acapulco”, donde estuvieron en celdas, “al menos tres días sin acceso a comida y con el temor de ser asesinados”.
La organización señaló que el pasado 3 de enero los tres jóvenes fueron llevados a Chilpancingo y “arrojados con vida detrás de un supermercado local, presentando claros signos de tortura y envueltos con cinta adhesiva de cuerpo y ojos”.
De acuerdo con la investigación de la organización internacional, en el caso de los tres jóvenes, “la policía los habría torturado con la intención de obtener información, en concreto una ‘confesión’ ilegal”.
Sobre los otros muchachos, cuyos cuerpos aparecieron el mismo 3 de enero en un lote abandonado, Amnistía Internacional contó con indicios de que “habrían sido desaparecidos por policías municipales, supuestamente en coordinación con el crimen organizado”.

Sin duda, la impunidad es lo que más preocupa, dice investigadora

La investigadora para México de la organización internacional, Madeleine Penman declaró a Proceso que, después de cuatro días de entrevistarse con autoridades del Poder Judicial, de la Fiscalía General del Estado y de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum), así como con familiares de víctimas y tres sobrevivientes, es posible afirmar que de la desaparición forzada en el estado, y en Chilpancingo en particular, “nadie está a salvo de ser víctima de crímenes atroces, tocan a todos los sectores lo mismo marginados que privilegiados, es alarmante”.
La investigadora destacó que lo que más preocupa a la organización es la “impunidad casi absoluta” en la que, no sólo no hay castigo para los responsables, sino que ni siquiera se realizan investigaciones oportunas por parte de autoridades, ya que, en ambos casos, aunque los familiares denunciaron los hechos de manera inmediata, no hay evidencias de que las autoridades hayan tratado de dar con su paradero.
“Todos los casos se denunciaron ante autoridades, todos tenían conocimiento de los hechos. En el caso de Jorge Arturo y Marco Eduardo, los familiares denunciaron desde el primer momento y hubo mucho ruido alrededor de estos hechos, que terminan en la presentación sin vida de los chicos, con balazos en la cabeza, al parecer un tiro de gracia.
“Los tres sobrevivientes vivieron una situación tremenda. Durante siete días estuvieron detenidos a manos de policía municipal y con involucramiento de policías ministeriales del estado de Guerrero, sufrieron incomunicación durante varios días. A los familiares se les negaba dar información del paradero a pesar de que los estaban buscando. Por los testimonios de los sobrevivientes, sabemos que la tortura incluyó técnicas de asfixia, amenazas de muerte, desnudez forzada, golpes tan fuertes que aún hay evidencias de moretones en sus cuerpos. Son indicaciones contundentes de violaciones graves al derecho internacional”, comentó la defensora.
Madeleine Penman señaló que en Chilpancingo se vive un “clima de terror”, y destacó que en los casos de los jóvenes que aparecieron ejecutados, sólo hay un policía municipal procesado, pese a indicios de más involucrados.
Del caso de los sobrevivientes, “todo indica que no ha se ha abierto carpeta de investigación por tortura, pese a que desde el 3 de enero las autoridades tienen conocimiento de los hechos, desde que aparecieron los chicos golpeados”.
Consideró que hay una “grave demora cuando hay tiempos que se tienen que imponer, cuando estamos hablando de huellas frescas que se tienen que analizar por medios forenses, que se tienen que preservar las evidencias. Sin duda, la impunidad es lo que más preocupa”.
La investigadora agregó que para Amnistía Internacional es lamentable que, en casos de desaparición “sean las familias las que se tienen que movilizar para que se esclarezcan los hechos, cuando las autoridades del estado de Guerrero son los que deberían esclarecer. En estos cinco casos, desde el primer momento hubo una fuerte denuncia y movilización ciudadana importante, lo que permitió de alguna manera que tres jóvenes aparecieran con vida y que de otros dos se supiera el destino final”.
Destacó que la norma en Guerrero es “la impunidad casi absoluta” pues, de acuerdo con datos que les proporcionó la Codehum, “desde 2002 a la fecha, ninguna recomendación por desaparición forzada ha sido cumplida”. Y puntualizó: “estamos hablando de un ambiente de tolerancia, de evidencias fuertes de colusión de autoridades con crimen organizado. Estamos hablando de un contexto de que en cualquier momento pude fomentar o permitir otras desapariciones forzadas masivas, incluso otro Ayotzinapa puede ser posible”.

 

 

Farsa para calmar los ánimos, que se culpe sólo a un policía del caso de los dos jóvenes: Pioquinto

El ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Pioquinto Damián Huato, calificó como una “farsa” de las autoridades, el hecho de que pretendan vincular a proceso solamente a un policía municipal por la desaparición de siete jóvenes entre el 23 y 31 de diciembre, dos de ellos encontrados muertos la noche del 3 de enero.
El empresario consideró que deben estar implicados, cuando menos todos los policías del grupo que participaron en la detención de Jorge Arturo Vázquez Campos y Marco Catalán Cabrera, asesinados  después de que fueron detenidos por la Policía Municipal y liberados en condiciones no claras en la delegación de barandilla.
Agregó que también debe estar implicado el comandante a cargo del grupo porque los policías rasos no se mandan solos, además del delegado de barandilla que los liberó de manera irregular.
Acusó que las autoridades se pretenden “maquillar” un caso que es bastante grave y exigió a las autoridades que investiguen a fondo.
“No solamente participó un policía, son muchos. No todos pero son muchos los que andaban deteniendo y matando a jóvenes cuando se dirigían a su trabajo, cuando salían de alguna pachanga, o por el solo hecho de andar caminando en la calle”, dijo el empresario capitalino.
Damián Huato, la semana pasada entregó videos al secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, que evidencian la participación de la Policía Municipal en la detención de algunos de los siete jóvenes, dos de ellos que fueron encontrados muertos, tres más torturados pero con vida y dos siguen desaparecidos.
Denunció que lo que las autoridades pretenden ocultar es la participación de los elementos de la corporación municipal en delitos como delincuencia organizada, desaparición forzada y homicidio, “que son delitos graves”, dijo.
Dijo que debe de estar implicado el delegado de barandilla que recibió el pago de la multa y los liberó indebidamente porque se los debió entregar a un familiar y no a cualquier persona como ocurrió, y sin cumplir con el tiempo que establece la ley, “cómo te explicas que los ingresan a barandilla y salen media hora después, cuando supuestamente todavía estaban tomados”.
Insistió que la detención, la liberación y el asesinato de los dos jóvenes fue un crimen con todas las agravantes que establece la ley y que la intención de vincular a proceso solamente a un policía “está perfectamente bien maquillada para sofocar y calmar los ánimos sociales”.
Dijo que se debe investigar los motivos por los que asesinaron a los muchachos y quiénes son los del Tsuru blanco que se los llevaron después de que fueron liberados “que se vaya al fondo de las investigaciones, porque lo que se está haciendo es una farsa y una simulación”.
“El Ministerio Público no puede buscar calmar los ánimos con una farsa y con una simulación, tiene que hacer sus investigaciones y detener a todos los policías que participaron en la detención, a los que estaban de guardia, al comandante y al delegado de barandilla que estaba de guardia en ese momento porque él es cómplice porque los entregó media hora de que ingresaron a barandilla sabiendo que los iban a matar”, denunció.
Informó que este lunes está programada una reunión con el fiscal Javier Olea Peláez.

Reunión con Amnistía Internacional

Integrantes de Amnistía Internacional (AI) se reunieron en privado con Damián Huato y con familiares de algunos de los siete jóvenes desaparecidos, en sus oficinas en el Zócalo de la ciudad.
Los integrantes de AI entraron al edificio del ex dirigente de la Canaco poco después de las 4 de la tarde y salieron casi a las 9 de la noche. No se dieron a conocer los temas que trataron pues según las fuentes consultadas se trata de información reservada. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).

Es “sistemática y generalizada” la tortura policiaca hacia mujeres, denuncian en un foro en la UAG

La coordinadora general del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, Edith Escareño, sostuvo que hay una tortura “sistemática y generalizada” contra las mujeres detenidas y privadas de la libertad; asimismo, una mujer víctima de tortura sexual advirtió que la práctica sigue en el país, por parte de las fuerzas de seguridad, y que la lógica del terror del Estado es el silencio y la exclusión para quienes son agredidas.
Ayer, un día antes de la conmemoración del Día Internacional Contra la Violencia Hacia las Mujeres, se llevó a cabo el foro por el derecho a la rehabilitación de sobrevivientes de tortura sexual, en la Unidad Académica de Psicología de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Ahí, la activista Bárbara Italia Méndez narró las agresiones que sufrió de policías federales, del estado y del municipio de Atenco, Estado de México, durante seis horas, tras ser detenida de manera arbitraria en una casa, el 4 de mayo del 2006, cuando campesinos de San Salvador Atenco se opusieron a la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
Contó que documentaba uno de los dos asesinatos durante los disturbios, cuando fue detenida por la policía en una casa, la encapucharon con su suéter, y después, la trasladaron, apilada con otros detenidos en un autobús, al penal de Santiaguito.
“Nos decían que nos iban a asesinar”, y los contaban para hacerles creer que cada vez faltaban menos para su ejecución. Dijo que las mujeres, incluida ella, fueron torturadas sexual, física y psicológicamente. De los 207 detenidos, 47 eran mujeres, que se quedaron hasta tres años en la cárcel.
Italia Méndez dijo que ella logró salir tras 15 días de haber sido detenida, pero que durante el tiempo de encierro, ella y otras mujeres escribieron todo lo sucedido, que sirvió para denunciar el hecho. Afirmó que el gobierno hace sentir soledad a las víctimas, para hacerlas creer que nadie las entiende, para que desistan de sus acciones, pero que a ella, “hablar de la experiencia de tortura, me permitió enfrentar el horror”.
Advirtió que en todo el país se sigue torturando a las mujeres, “mi experiencia es que estuve acompañada, pero no es la misma suerte de otras personas”.
Edith Escareño, en su ponencia sobre tortura sexual, indicó que, de acuerdo con el reporte de Amnistía Internacional de 2016, en 2013 hubo en México 12 mil quejas por tortura; 8 mil 943 de hombres, y 3 mil 618 de mujeres, y en 2015 la tortura fue la segunda violación grave de derechos humanos más practicada.
Compartió que la organización tiene documentados 504 casos de tortura, 157 de mujeres, y que 57 de ellas denunciaron tortura sexual. Recordó que en el país hay sólo ocho sentencia a casos de tortura, y que en ninguno de los casos hay responsables presos, porque las sanciones son administrativas o económicas.
La psicóloga declaró que el número de ejecuciones extrajudiciales ha aumentado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y también en el estado. Además dijo que se deben investigar los asesinatos de mujeres, porque son ciudadanas, y no justificar la violencia contra de ellas.
Abundó que, de los casos que tienen documentados de activistas que fueron torturados y que denunciaron los hechos, los expedientes han sido relacionados con la delincuencia organizada para justificar las agresiones, y que ocurre lo mismo con muchos de quienes denuncian, o son asesinados.
Insistió en que todas las corporaciones de seguridad torturan, y que si no hay registros de años anteriores, es porque no hay denuncia ni testimonios, pero que en la actualidad la cifra aumentó porque hay más denuncias, aunque dijo que puede haber una cifra negra de casos.
Edith Escareño confió en que antes de que termine el año sea discutida la Ley general de tortura, y que comiencen a operar los mecanismos como que en las investigaciones se excluya las pruebas obtenidas bajo tortura, y garantizar el castigo al superior jerárquico, que no tendría que ver con los agentes aprehensores sino con una cadena de mando.
En el foro, la profesora investigadora de la UAG, Claudia Rangel Lozano dijo que hay pruebas documentales de que al menos dos niñas y otras seis mujeres fueron torturadas en la época de la guerrera sucia, y a un hombre los militares le extirparon los testículos, pero no dio más detalles en declaraciones.

Piden al gobierno alemán que incluya la desaparición forzada en la agenda de la visita del presidente Peña

 

En vísperas de la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Berlín, el 11 y el 12 de abril, la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México exigió que en su agenda incluya la desapareción forzada y, como ejemplo emblemático, el caso de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa.
En una carta abierta fechada en Stuttgart, Alemania, los firmanes exigieron al presidente Joachim Gauck, y la canciller federal Angela Merkel, que en la visita del presidente de México incluyan en la agenda a los derechos humanos.
Indicaron que la crisis de derechos humanos “ha adquirido dimensiones catastróficas en este país, pues cifras oficiales mencionan que se desconoce el paradero de casi 27 mil personas”.
Sin embargo, denunciaron que las autoridades casi no han adoptado medidas para aclarar estos crímenes, por ejemplo, de la “inacción” gubernamental señalaron el caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos desde septiembre del 2014.
Recordaron que la desaparicion forzada de 43 normalistas reveló la colaboración entre las autoridades estatales y el crimen organizado, y “desató un gran desconcierto en México y a nivel internacional”.
Pero precisó que el caso es, “sólo la punta del iceberg” de este grave problema, y sólo ante la presión internacional las autoridades mexicanas comenzaron una investigación con el acompañamiento del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), subsdidiado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Destacaron que el Grupo presentó una serie de resultados que refutaron la tesis principal de la Procuraduría General de la República (PGR), sobre el destino de los normalistas, que sigue sin ser aclarado.

El caso Ayotzinapa y las armas alemanas exportadas ilegalmente

Aunque no lo precisan, el caso Ayotzinapa también fue vinculado a la exportación ilegal de armas de Alemania, que policías usaron contra estudiantes de Ayotzinapa en un desalojo en Chilpancingo el 12 de diciembre de 2011, con un saldo de dos estudiantes muertos, y en los ataques del 26 y 27 de septiembre de 2014, en Iguala, donde fueron asesinadas seis personas y desaparecidas 43.
Se trata de la entrada de 9 mil 652 fusiles de asalto G36 alemanes a Guerrero, entregados a policías entre 2006 y 2009, pese a las prohibiciones de venta de este tipo de armas a estados en conflicto, ante las constantes violaciones a los derechos humanos.
Investigaciones alemanes han dado cuenta del uso de estas armas para reprimir movimientos sociales y estudiantiles, y señalaron el asesinato del normalista Julio César Mondragón Fontes, encontrado con el rostro desollado pocas horas después de los ataques del 26 de septiembre.
La Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México señaló que, tras los hechos de Iguala, en México se perdió la confianza en las instituciones estatales, porque las desapariciones, afirmó, “no únicamente” están relacionadas con el crimen organizado.
Afirmaron que también las fuerzas estatales de seguridad “son responsables de graves violaciones de derechos humanos en México”.
Informaron que la corrupción, “alcanza niveles más altos en la política nacional. Por eso no parece ser probable recibir una sanción por crímenes de violaciones de derechos humanos”.
También denunció detenciones arbitrarias y tortura ejercidas por policías y soldados, “so pretexto de la lucha contra el crimen organizado”.
Señalaron que, a través de la tortura se consigan las confesiones de delitos, y así se agilizan las averiguaciones; y los polícias y militares que torturan no temen a ser acusados porque, en la mayoría de los casos, la víctima permanece en la cárcel, a pesar de la falta de evidencias del delito.
Señalaron que a partir de la presión internacional, el gobierno mexicano presentó un bosquejo de leyes contra la tortura y la desaparición forzada de personas, que no corresponden con los estándares internacionales, y rechaza las recomendaciones y resultados de investigación de organizaciones internacionales de derechos humanos y Comités de las Naciones Unidas, para la mejora de la situación de derechos humanos en México.
Así, se atacó y difamó a expertos como el Relator Especial sobre la Tortura de las Nacionales Unidas, Juan Méndez, y a los integrantes GIEI, que señalaron irregularidades de la administración estatal.
Al mismo tiempo, el gobierno del presidente Peña Nieto promociona la inversión de mercados internacionales y promueve nuevas leyes en áreas de energía, minería, extración de gas y petróleo, que tendrán repercusiones considerables en unas 32 mil comunidades agrícolas en México, y en las casi 28 millones de personas que viven en zonas rurales.

No hay en México mecanismos de protección a periodistas y defensores, acusan

Asimismo, informaron que defensores de derechos humanos y periodistas, que señalan las irregularidades y exigen cambios, son víctimas de campañas de desprestigio, represión e incluso asesinato, y no existen mecanismos de protección suficiente a periodistas amenazados como indican los recientes y numerosos asesinatos de periodistas críticos.
De acuerdo con la clasificción mundial de la libertad de prensa, de Reporteros sin Fronteras, México es el quinto país en asesinatos de periodistas, y la organización Artículo 19 tiene a la Ciudad de México, Veracruz y Guerrero como las entidades mas peligrosas para ejercer el oficio de informar.
Asimismo, exigeron que Alemania pida mejoras de la situación de derechos humanos a Peña Nieto, y en particular en la creación de leyes para que las iniciativas contra la tortura y desapariciones forzada correspondan con los estándares internacionales, y que se disponga de mecanismos efectivos de participación y monitoreo de la sociedad civil, y de las asociaciones de víctimas en la realización y aplicación de estas leyes.
De igual manera, solicitaron que en la práctica se garantice el derecho a las comunidades indígenas de su consentimiento, libre, previo e informado en la planeación y desarrollo de megaproyectos, como está establecido en el Convenio 169 de la OIT, y que se fortalezca el Mecanismo de Protección para los defensores de derechos humanos y periodistas, basándose en las recomendaciones de la sociedad civil.

Es irresponsable y no busca la verdad, dice Amnistía Internacional de la investigación sobre Ayotzinapa

La investigación de la desaparición forzada de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa es deficiente, inició tarde y se ha manejado de manera irresponsable sin que se dirija a determinar la verdad de lo sucedido, advierte Amnistía Internacional, en su informe Un trato de indolencia: la respuesta del Estado frente a la desaparición de personas en México, que presentó en la Ciudad de México el jueves pasado.
La organización internacional considera que la impunidad que está prácticamente garantizada a las personas responsables de estos delitos, “es un fuerte incentivo para que se sigan cometiendo”.
El organismo presentó el informe la mañana del jueves en el Museo Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México, en el que además del caso de los normalistas, incluyó el de la crisis de desapariciones en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, donde hay más de 350 desaparecidos; ahí estuvieron padres de los desaparecidos.
En ambos casos, el organismo afirmó que las autoridades se limitan a algunas acciones “con poca utilidad” en la investigación, porque sólo se trata de “un formalismo que parece destinado, de antemano, a ser infructuoso”.
El caso de los hechos ocurridos en Iguala, donde policías detuvieron y desaparecieron a estudiantes de Ayotzinapa fue incluido porque Amnistía Internacional consideró que muestra las magnitudes hasta las que puede llegar la desaparición forzada en el país, las formas de reacción del Estado mexicano y las afectaciones a los derechos humanos de las víctimas.
Sobre el caso de los normalistas, que es considerado internacionalmente como “de alto perfil”, consideran que las autoridades mexicanas han dado muestras de incapacidad para dar respuestas solidas e institucionales que garanticen encontrar la “verdad y justicia”, porque sigue sin asumir su responsabilidad de buscar exhaustivamente a los desaparecidos.
En este caso consideraron en el informe que la investigación es deficiente y las autoridades han mostrado resistencia para incorporar todas las recomendaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que hizo un análisis técnico de la investigación, a pesar de que en muchos de los casos de desapariciones, las víctimas fueron vistas por última vez cuando eran detenidas por la policía o el Ejército.
Sin embargo, en México no hay un registro detallado de detenciones, lo que permite a las autoridades negar toda responsabilidad y “lavarse las manos ante la comisión de desapariciones forzadas”, se lee en el documento.
Además, las autoridades suelen acusar a la víctima de pertenecer a un cártel de la droga y afirmar que las desapariciones obedecen a luchas de poder entre bandas rivales, por lo que la búsqueda de la persona cuya desaparición ha sido denunciada se aplaza o nunca llega a ponerse en marcha, y en las raras ocasiones en que realmente se llevan a cabo investigaciones, suelen ser tan defectuosas que apenas dan resultados, concluye Amnistía Internacional.
En el caso de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, afirman que el gobierno no ha llevado a cabo una investigación seria e imparcial y se empeñó en seguir una sola línea de investigación, la de que los estudiantes habían sido detenidos por la Policía Municipal y entregados a una banda criminal, y sus cadáveres habían sido quemados en un vertedero de basura local.
La versión del basurero de Cocula fue rechazada tajantemente por un órgano internacional de expertos nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por considerar que era imposible en las circunstancias descritas por las autoridades mexicanas y no se sustentaba con pruebas.
Amnistía Internacional señala que “la deficiente investigación” no ha esclarecido mínimamente la responsabilidad, los lugares del delito no se protegieron ni fueron debidamente documentados con fotografías o grabaciones de vídeo. Se reunieron pruebas balísticas pero no se examinaron para encontrar rastros de sangre o huellas dactilares, y tampoco se procesó correctamente material probatorio fundamental.
Las “ineficiencias” de las autoridades obligan a los familiares de las personas desaparecidas a asumir la carga de buscar a los desaparecidos.
Amnistía Internacional consideró que los defectos de las investigaciones también están causados por la falta de inversión en las procuradurías que se encargan de hacerlas, porque están sobrepasadas de casos que les resulta inmanejable, además de la continua rotación del personal.
De los dos casos abordados en el informe, Amnistía Internacional considera que deben ser reconocidos por el Estado y las víctimas deben recibir una reparación integral que les restituya en la medida de lo posible los derechos violados, pero de manera contraria el organismo encontró que las autoridades dan un trato “deficiente, hiriente y de un profundo desinterés hacia sus casos”.
Erika Guevara Rosas, directora del Programa de Amnistía Internacional para América afirmó que las autoridades han manejado con total irresponsabilidad la investigación sobre la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, con lo que “ponen de manifiesto el desprecio absoluto por la dignidad y los derechos humanos”.

Exigen que la anunciada ley general de desapariciones vaya más allá de la sanción penal y abarque la asistencia a las familias

En el informe, apuntan que una madre de un desaparecido definió el trato recibido como de indolencia, “de un papel más, porque para ellos eso son las personas que desaparecen, un papel más que archivan”.
Amnistía Internacional abunda que los familiares de los desaparecidos enfrentan “serias dificultades” materiales y deben asumir una serie de cambios en su forma de vida, incluyendo nuevas actividades, tomar otros empleos para poder sostenerse, o dejar sus empleos u otras actividades económicas para poder dedicarse a la búsqueda de su familiar desaparecido, e incluso se ven forzadas a cambiar de lugar de residencia por miedo a represalias de los probables perpetradores de la desaparición.
Por los problemas económicos que enfrentan las familias de las personas desaparecidas están en constante riesgo de perder su patrimonio, incluyendo su vivienda, sin que la legislación actual garantice la protección de sus derechos.
En la presentación del informe exigieron que la anunciada ley general sobre desapariciones que regulará la actuación de todas las autoridades mexicanas (federales, estatales y municipales) contemple la complejidad del fenómeno y que vaya más allá de la sanción penal y abarque medidas de asistencia a las familias, una declaración de ausencia para proteger a la persona desaparecida y su familia, y medidas de reparación integral, entre otras.
Apuntan que la comunidad estudiantil de la Normal es afectada por la desaparición forzada de sus compañeros de estudio, lo que ocasionó “un profundo impacto”, principalmente a los sobrevivientes de los ataques que son víctimas directas.
Por lo que consideran que es fundamental que el Estado mexicano reconozca dicha calidad de víctimas y establezca medidas de reparación integral que tomen en cuenta las necesidades y particularidades de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

Las recomendaciones

En el informen proponen tipificar, conforme a los más altos estándares internacionales, la desaparición forzada y la desaparición por actores no estatales como delitos autónomos en la ley general sobre desaparición, de modo que se garantice que todas las denuncias por desaparición se investiguen exhaustivamente, con independencia de quién sea el presunto autor y que el delito de desaparición forzada sea investigado y sancionado cuando haya indicios de implicación de agentes estatales.
Así como reconocer la obligación de iniciar de oficio y sin dilación alguna la búsqueda de personas reportadas como desaparecidas a través de un procedimiento establecido en consulta con expertos, organizaciones de la sociedad civil y las familias de personas desaparecidas. Se deberán activar métodos específicos para reaccionar lo antes posible dentro de las primeras 72 horas de la desaparición, pero la búsqueda deberá continuar hasta establecer plenamente la suerte o paradero de la víctima.
También investigar de forma “pronta, exhaustiva e imparcial” todos los casos de desaparición y desaparición forzada de personas en el país, y reconocer y permitir la participación de familiares de desaparecidos en las investigaciones, proporcionándoles información actual y veraz sobre la misma, y permitiendo que aporten información, sugieran líneas de investigación y pidan probanzas.
Que las autoridades no deben trasladar a la familia la carga de la investigación del caso.
Adoptar disposiciones legales detalladas con respecto a la declaración de ausencia y a la extensión de derechos de las personas desaparecidas, que tenga efectos claros en la protección de la personalidad jurídica y otros derechos de la persona desaparecida y la protección de su patrimonio y el de su familia.
Una vez iniciado el proceso de declaración de ausencia se deberían suspender las obligaciones a cargo de la persona desaparecida, incluyendo la generación de intereses por deudas de cualquier especie, a su favor.
Que los proceso y todos los trámites sean sencillos, accesibles y gratuitos, garantizar reparaciones integrales a las víctimas, que tomen como base estándares internacionales y consideren la particularidad de las víctimas, incluyendo medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, no repetición, derecho a la verdad y a la memoria histórica.
En el informe, recuerdan que en 2015 la Procuraduría General de la República (PGR) creó una fiscalía especializada para casos de personas desaparecidas; pero aún no se han asegurado los recursos necesarios para garantizar su efectividad y que sus funcionarios rindan cuentas periódicamente sobre su actuación.
Apuntan que, del registro de desapariciones forzadas que tienen, el 46.5 por ciento de los casos reportados han ocurrido bajo la actual administración presidencial, 3 mil 425 sólo en 2015.

Ante la impunidad y violaciones a derechos, viene a Guerrero Amnistía Internacional

 Respaldará ante diputados la iniciativa de ley especial contra la desaparición forzada, anuncia en un comunicado. En su visita a México, el estado es considerado como una prioridad, señala un boletín de Tlachinollan

Una delegación de Amnistía Internacional estará en Guerrero del 18 al 22 de junio y se reunirá con diputados del Congreso del Estado para respaldar la iniciativa de las organizaciones locales de derechos humanos de hacer campaña por la adopción de una ley especial que penalice las desapariciones forzadas en el estado, informó la organización en un boletín de prensa.

La visita a Guerrero es parte de una al país, del 10 a 25 de junio, para investigar la situación de los derechos humanos. Los delegados, Rupert Knox, Mónica Costa y Laura Fine, visitarán la ciudad de México, Veracruz, Oaxaca y Guerrero para entrevistarse con organizaciones de derechos humanos, víctimas de violaciones de derechos humanos, autoridades y otros especialistas importantes en el ámbito de los derechos humanos.

El comunicado difundido ayer indica que en la ciudad de México, la delegación se entrevistará con las autoridades federales para abordar un amplio abanico de cuestiones, como las reformas legislativas y el desarrollo del Programa Nacional de Derechos Humanos.

Actividades en Guerrero

El Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan informó que Amnistía Internacional es la organización de derechos humanos más grande del mundo, con presencia en más de 150 países y con aproximadamente 1.8 millones de personas afiliadas.

Señala que dada la situación de impunidad y crecientes violaciones a los derechos humanos, Amnistía Internacional en su estancia en México ha priorizado Guerrero como una de las entidades que visitará durante cinco días, del 18 al 22 de junio.

“Ya se ha hecho costumbre que Guerrero tenga una mención explícita año con año en el informe anual de Amnistía Internacional. En el periodo 2002-2003 Amnistía destacó que en estados como Guerrero y Oaxaca autoridades locales que actúan en representación de caciques amenazan o atacan a fracciones opositoras de comunidades. En su último informe (2003-2004) al referirse a la violencia contra la mujer, Amnistía destacó la impunidad en casos como el de Valentina Rosendo Cantú, quien fue agredida sexualmente por elementos castrenses y cuyo caso no es investigado con imparcialidad debido a que es el Ejército quien realiza las investigaciones”.

Tlachinollan expone que Amnistía Internacional se ha destacado históricamente por su trabajo en México, hoy en día nombraron como presos políticos a Isidro Baldenegro y Hemenegildo Rivas Carrillo de Chihuahua. En años anteriores, Amnistía jugó un papel crucial en la liberación de los campesinos ecologistas de Guerrero, Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, quienes también fueron declarados presos políticos.

Informa que en su visita por Guerrero, estarán en Acapulco, Chilpancingo y Tlapa de Comonfort, donde documentarán casos de violación a los derechos humanos, se entrevistarán con autoridades, defensores de derechos humanos y con víctimas de violación.

El último día de su visita, el martes 22 de junio, a las 10 de la mañana visitarán el Congreso del Estado con la finalidad de reunirse con los diputados que integran la Comisión de Justicia, con quienes hablarán de la desaparición forzada de personas y particularmente de la iniciativa ciudadana para prevenir y erradicar esta grave violación.

Es relevante la visita de Amnistía Internacional, por que la opinión de organismos internacionales constituye un indicador irrefutable sobre la vigencia de los derechos humanos en el país y en Guerrero, afirma Tlachinollan.

Considera que “ante la tendencia minimizadora desarrollada por las autoridades federales y estatales en torno a las violaciones de los derechos fundamentales, la documentación de casos, la presencia y el trabajo de Amnistía Internacional en Guerrero significa la posibilidad de reivindicar la necesidad de que el Estado se comprometa en la promoción y defensa de los derechos humanos mediante la implementación de políticas públicas y trabajos legislativos que tiendan a garantizar eficazmente a la población la vigencia de los derechos.

“Es por ello, que sobre el tema de la desaparición forzada Amnistía Internacional se ha sumado a la campaña estatal para su tipificación, encontrando la necesidad de reunirse con los diputados locales para expresar el necesario compromiso que debe asumir el Poder Legislativo en la lucha contra la impunidad y la erradicación de la desaparición forzada”.

Plantea Tlachinollan que “la visita de un organismo con gran prestigio como Amnistía internacional representa un desafío para las autoridades estatales, por que es un indicador de la compleja problemática que sigue prevaleciendo en nuestro estado respecto a graves violaciones a los derechos humanos y que demanda de cara a la sociedad una respuesta eficaz y comprometida con las víctimas de estas violaciones”.

Deficiencia grave, la falta de ley contra la desaparición: Amnistía Internacional

 * Apoya la propuesta de la Codehum y la Red

 Amnistía Internacional, organización no gubernamental con sede en Londes, se manifestó por la aprobación en Guerrero de una ley especial contra la desaparición forzada, como la propusieron al Congreso del Estado la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Codehum) y la Red Guerrerense de Derechos Humanos.

En una carta dirigira al gobernador, René Juárez Cisneros, con fecha 12 de marzo, la directora del Programa Regional para América, Susan Lee, plantea que “Amnistía Internacional ha documentado casos de desaparición forzada

en el estado de Guerrero desde los años 70 hasta los últimos tiempos” y que en este trabajo, “ha identificado la falta de legislación adecuada a nivel federal o estatal para prevenir o sancionar tales delitos como una deficiencia grave que ha dejado casi la totalidad de estos delitos en la impunidad, y ha favorecido la continuación de esta práctica aberrante por parte de algunos funcionarios públicos, así como de otros individuos que actuaron con la autorización, apoyo o aquiescencia de aquellos”.

En particular, se refiere al caso de la desaparición del señor Faustino Jiménez Alvarez, documentado en la recomendación de la Codehum 19/2002, y en el informe de junio 2002 de Amnistía Internacional titulado La desaparición: un delito permanente.

En la carta, se hace un reconocimiento a la iniciativa del gobernador de reformar el artículo 133 bis del Código Penal de Guerrero, para tipificar el delito de la desaparición forzada.

Sin embargo, la organización considera que la penalización de la desaparición forzada en el estado de Guerrero debería llevarse a cabo mediante una ley especial y no con reformas limitadas a algunos artículos del Código Penal.

Plantea la necesidad de que la penalización de esta grave violación de los derechos humanos, sea conforme a las normas internacionales contraídas por el Estado mexicano a través de la ratificación de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas y que resulte congruente con la Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas que aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante resolución 47/133 de 18 de diciembre de 1992.

Advierte que si la ley contra la desaparición forzada no se apega a estas disposiciones, se corre el riesgo de que las víctimas de este crimen y los afectados no gocen de una apropiada protección y que la impunidad se mantenga.

Señala las características que de acuerdo con los instrumentos internacionales debe tener la ley, entre las que destacan que debe penalizar la desaparición forzada como un delito autónomo e independiente; debe señalar, en cuanto a la autoría del delito, a servidores y autoridades públicos así como a otro tipo de personas o grupos de personas que actúen directa o indirectamente con la autorización, apoyo o aquiescencia de aquellos; debe establecer sanciones no sólo a los autores, sino a los cómplices y encubridores.

Otra característica es que las acciones penales por el delito de desaparición forzada y las penas que se impongan no están sujetas a prescripción, y que toda desaparición forzada sea considerada delito continuado o permanente mientras no se establezca el destino o el paradero de la víctima.

También, que el delito sea juzgado por tribunales ordinarios, con exclusión de toda jurisdicción militar, y que no admita como eximente a la obediencia debida a órdenes o instrucciones superiores, pues toda persona que reciba órdenes de desaparecer a una persona tiene el derecho y el deber de no obedecerlas.

Señala que la ley debe asegurar que las víctimas de la desaparición forzada y sus familiares obtengan la debida reparación, lo cual supone el derecho a ser indemnizadas de una manera adecuada.

Amnistía Internacional sugiere al gobernador que apoye el proyecto de ley propuesto por la Codehum y las organizaciones de la Red, porque considera que esta propuesta recoge los principios normas internacionales en la materia.