Reconstruyen casas en zona de alto riesgo en la barranca del Tule damnificados de 2013

 

Ante la omisión de las autoridades y la irresponsabilidad de los vecinos, en la barranca de El Tule, damnificados de las tormentas Manuel e Ingrid de 2013, y del deslizamiento de tierra de septiembre de 2017, regresaron a habitar el lugar, donde algunos construyen sus casas de tabique y cemento.
En un recorrido en la barranca de El Tule, se observó que las familias afectadas por las tormentas de 2013 regresaron a habitar las casas de madera y lámina de cartón, pese a que ya fueron reubicadas.
En el lugar, una vecina que vive al margen de la barranca en una casa de cemento y tabique, dijo que los vecinos regresaron a sus casas pese a que fueron reubicados en El Mirador, ubicado en la Autopista del Sol.
Indicó que las casas fueron afectadas en la tormenta Manuel, pero que ha observado que regresaron, e incluso instalan la electricidad.
La mujer aseveró que, pese a que las primeras lluvias no han sido fuertes, el deslazamiento de tierra que inició en septiembre del 2017 continúa, y ha afectado a 22 familias en la colonia El Mirador.
A un lado de las casas hay familias que construyen sus viviendas, pese a que ya hubo damnificados.
Unas 10 casas de cemento y madera principalmente están dentro de la barranca, las familias han construido muros de contención de la corriente de agua y lodo con piedras y malla ante un posible percance.
Por su parte, el director de Protección Civil municipal, Gustavo Vela informó que no pueden desalojar a las familias porque es la responsabilidad de cada una vivir en zonas de alto riesgo.
Indicó que las familias afectadas y que fueron beneficiadas con una casa en El Mirador, regresan para seguir acaparando terrenos. Recriminó que la mayoría de los damnificados saben que no pueden habitar en la zona, pero ahí continúan.
Además manifestó los afectadas de los deslizamientos de 2017, pese a que ya tienen un terreno donde fueron reubicados, ahora piden que las autoridades les construyan sus casas.
En Chilpancingo hay 54 barrancas, 16 que representan mayor riesgo, entre éstas la de El Tule, donde en el 2017, 22 familias salieron afectadas por un deslizamiento de tierra.

 

No le corresponde el desazolve de barrancas, responde al Ayuntamiento capitalino la SCT

 

El delegado federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Eduardo Rodríguez Abreu negó que la dependencia federal sea la encargada de la limpieza de las cuatro barrancas de la capital ubicadas a la orilla de la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, como señaló el Ayuntamiento de Chilpancingo.
Aseguró que la SCT no tiene ningún programa de desazolve de barrancas, “por lo tanto definitivamente le toca a la instancia que le corresponda”.
El lunes integrantes de la  Organización de Colonias y Comunidades de Chilpancingo denunciaron que trabajadores del Ayuntamiento y de Protección Civil municipal desazolvaron “a medias” la barranca Atlamajac, además de que las barrancas de Ahuacatlán, de Viudas de Huautla y La Avioneta se encuentraban sucias y no habían sido desazolvadas, lo que podría afectar el paso hacia algunas colonias del sur de la capital.
En respuesta, el coordinador de Protección Civil y Bomberos de Chilpancingo, Gustavo Vela Guevara aseguró que la limpieza de esas barrancas le corresponde a la SCT y no al Ayuntamiento, porque están en en la orilla del bulevar Vicente Guerrero, en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, que es una zona federal.
Consultado al respecto vía telefónica, Rodríguez Abreu comentó que la SCT no es la encargada de los trabajos de desazolve de barrancas, pues no tiene ningún programa de esa índole.
Detalló que dependiendo de las circunstancias, posiblemente la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Ayuntamiento capitalino sean los encargados del desazolve, “pero la SCT se deslinda de cualquier programa de barrancas porque no lo tiene”.
Agregó que en caso de alguna intervención de la SCT, sería con la “liberación de paso” de las alcantarillas u obras de drenaje ubicadas en la zona donde confluyen las barrancas.
“Si nosotros tenemos obras de drenaje en esos puntos y está azolvada, eso sí nos toca directamente a nosotros, limpiar las alcantarillas”, precisó.
Rodríguez Abreu añadió que debido a las obras construidas cerca de barrancas o escurrimientos naturales, ha solicitado que se retire el material de trabajo para evitar un taponamiento en el paso natural del agua.
No obstante, apuntó que otra posible intervención de la dependencia federal en las barrancas pudiera darse si el problema fuera dentro de las vías, “pero muchas veces esos espacios de derecho de vía están limitados, invadidos, o de alguna manera no están a todo lo ancho que deberían estar, y muchas veces están cercados hasta los límites porque ya son propiedad de las zonas conurbadas o poblaciones”.
Aseveró que desconoce quién “informó” a Vela Guevara sobre los supuestos trabajos de la SCT en las barrancas.

El Ayuntamiento de Chilpancingo no ha desazolvado tres barrancas, sólo “a medias” la de Atlamajac

 

Integrantes de la  Organización de Colonias y Comunidades de Chilpancingo se quejaron porque trabajadores del Ayuntamiento y de Protección Civil municipal desazolvaron “a medias”  la barranca Atlamajac y porque dejaron montones de tierra que pueden provocar una inundación cuando llueva.
Además dijeron que las barrancas de Ahuacatlán, de Viudas de Huautla y La Avioneta se encuentran sucias y no han sido desazolvadas, lo que puede afectar el paso de las colonias que se ubican al sur de la capital.
En un recorrido en la zona se observó que la barranca Atlamajac tenía tres montones de tierra del lado del cauce, mientras que las otras tres barrancas estaban en pésimas condiciones.
Consultado por teléfono, el líder de la organización, Mauro Guzmán Marín informó que hace tres semanas realizaron los trabajos de limpieza de la barranca, “pero dejaron los escombros a un lado del cauce de la barranca y si llueve más fuerte habrá inundaciones”.
Recordó que en diciembre del año pasado envió un oficio al Ayuntamiento para pedir que limpiaran las barrancas, y que hace un mes envió otro documento para insistir en sus demandas, pero “solamente una barranca desazolvaron a medias; pedimos la intervención de las autoridades”, expresó.
Guzmán Marín comentó que cuando ocurrió la contingencia por la tormenta Manuel en septiembre de 2013, se incrementó el nivel del agua de las barrancas lo que les impidió el paso para entrar y salir a sus colonias, por lo que pidió a las secretarías de Protección Civil estatal y municipal que atiendan sus peticiones para que no ocurra lo mismo en esta temporada de lluvias.
Informó que las colonias afectadas son Viudas de Huautla, OPCG, la etapa uno y dos de Río Azul, Villas Vicente Guerrero, Emperador Cuauhtémoc, Mirna Acevedo, Sentimientos de la Nación, 10 de Junio, Tierra Blanca, Tetipac, Villas Magisteriales y la comunidad de Petaquillas.
Las cuatro barrancas se ubican en la orilla del bulevar Vicente Guerrero, en la carretera  federal Acapulco-Chilpancingo, cerca de la la colonia La Cinca.

No han desazolvado las barrancas de Atlamajac, Ahuacatitlán y La Avioneta en Chilpancingo

 


Las barrancas Ahuacatitlán, Atlamajac y la Avioneta no han sido desazolvadas ni han sido arreglados los encauzamientos pese a que ya inició la temporada de lluvias, por lo que esto pueden provocar, como en otros años, inundaciones en casas, en la carretera federal y el cierre de accesos a colonias, señalaron integrantes de la Organización de Colonias y Comunidades de Chilpancingo durante un recorrido por la zona.
El pasado lunes, la organización que comprende 14 colonias del sur de la capital, en conferencia de prensa denunció la falta de atención del gobierno para atender sus necesidades, y manifestó que la más urgente es el desazolve de las barrancas y el arreglo de los encauzamientos, pues ya inició la temporada de lluvias y a los vecinos les preocupan las inundaciones en calles y casas.
Este domingo se realizó un recorrido con vecinos de estas colonias, quienes se quejaron que desde que hicieron públicas sus demandas ninguna autoridad los ha llamado para hablar al respecto.
El líder de la organización, Mauro Guzmán Marín y el líder de la colonia Barranca de Atlamajac, Roberto Núñez Gómez dirigieron el recorrido por las tres barrancas.
La barranca Ahuacatitlán tiene unos 2 kilómetros y medio de longitud aproximadamente, según señalaron los vecinos.
La barranca atraviesa por abajo de la carretera federal México-Acapulco y desemboca en el río Huacapa.
Antes de cruzar la carretera se mira una oquedad en el cauce de la barranca, y un tubo de drenaje que se quebró por la lluvia atípica de marzo, contó Mauro Guzmán.
Añadió que ya se reportó a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), y que ya fueron a verla pero no le hicieron nada.
Además comentó que aunque el alcalde priista, Marco Antonio Leyva Mena anunció que se estaban desazolvando las barrancas de la capital para la temporada de lluvias, esto no ha ocurrido.
En esa parte de la barranca se observan montones de piedras, tierra, ramas amontonadas, “por eso es nuestra molestia, porque nosotros sufrimos cada vez que llueve, esto se tapa, corre el agua por la carretera y no por debajo”, se quejó.
Explicó que la oquedad que está debajo de la carretera a parte de que es pequeña se tapa con las piedras, tierra, ramas y basura que bajan de la colonia Barranca de Ahuacatitlán, lo que provoca que todo se derrame sobre la carretera.
Mencionó que cuando sucede eso se inunda de lodo y los vecinos de las colonias aledañas quedan incomunicados, como es el caso de Villas Vicente, Río Azul 1, Rio Azul 2, OPCG, Sentimientos de la Nación , Emperador Cuauhtémoc, Mirna Acevedo, Barranca Atlamajac, Ahuacatitlán, Real del Valle, 10 de Junio, Villas Magisteriales, “todos circulamos en esta parte”.
Guzmán Marín reprochó que con la lluvia atípica de marzo acudió personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y que lo único que hicieron fue quitar el lodo de la carretera, pese a que donde está el problema es en la barranca, “siempre estamos sobre el Ayuntamiento pero no nos hacen caso”.
“Según ellos ya desazolvaron, ahora vea usted aquí, no la vamos a engañar, vea ahí y vea aquí”, indicó Roberto Núñez señalando los montones de piedras, tierra y el pequeño espacio con lodo por donde debería de correr el agua cuando llueve.
La barranca Atlamajac tampoco ha sido atendida por las autoridades.
En el oriente de la barranca, donde inicia el cauce, se ve la construcción de muros que permiten el encauzamiento que hizo la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aunque no está terminada y faltan como 50 metros de ese lado, como señaló Núñez Gómez.
Por donde no hay encauzamiento se sale el agua provocando inundaciones, “este es el problema que tenemos aquí, nuestros vecinos sufren el embate de lluvia”, expresó Guzmán Marín.
Del otro lado de la carretera, en la parte poniente de la barranca se observan dos registros de drenaje pese a que la colonia no cuenta con el servicio, no se ha desazolvado la barranca, ni se ha construido el encauzamiento. En esa parte son cerca 150 metros, según el cálculo de los vecinos.
Sobre el poniente de la barranca hay viviendas que con el paso de los fenómenos naturales Ingrid y Manuel en el 2013 resultaron afectadas; algunas familias fueron censadas para ser reubicadas, pero hasta el momento ninguna ha sido beneficiada con el apoyo.
La barranca Atlamajac desemboca en el río Huacapa, por los fenómenos de 2013 el río recuperó la extensión de su cauce original, y derrumbó casas y un puente, de este último se prometió la construcción pero han pasado tres años y aún no se hace realidad.
Mauro Guzmán recordó que “esta barranca cuando se llena lleva mucha agua ¡eh!, mucha agua, esta es la que la vez pasada (con Manuel e Ingrid) inundó (la colonia) Villas Vicente, es la que tronó a Villas, se tapó allá adelante y se fue sobre la carretera el agua”.
También se visitó la oquedad que se mira en la barranca de La Avioneta, antes de cruzar la carretera, rumbo al río Huacapa, su situación es similar a la barranca de Atlamajac.
En la oquedad hay un estancamiento de agua verdosa que no debería de estar si ya hubieran desazolvado porque “no corre el agua”.