Se reúnen feligreses de Acamixtla, Taxco, con el obispo; piden que no les cambien su párroco

El coordinador del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), Oguer Morales Miranda, informó que ayer se reunieron los feligreses inconformes de Acamixtla, municipio de Taxco, con autoridades de la Subsecretaría de Asuntos Religiosos del estado y el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, para hablar del cambio de su párroco Francisco Jiménez García, al que se oponen.
La reunión fue en casa del obispo Salvador Rangel frente al parque Margarita Maza de Juárez en Chilpancingo, a donde acudieron feligreses de Acamixtla y representantes del FODEG para hablar del cambio de parroquia del sacerdote Francisco Jiménez.
El coordinador del FODEG dijo que durante la reunión el obispo lo llamó “contratado”, lo que consideró una falta de respeto ya que acudió en apoyo a los vecinos de la comunidad.
Recordó que el 20 de enero cuando integrantes del FODEG y feligreses de Acamixtla protestaron con pancartas en la curia de la Diócesis de Chilapa-Chilpancingo para exigir la permanencia del párroco Francisco Jiménez, el apoderado legal de la diócesis amenazó con llamar a “la fuerza pública si volvíamos a manifestarnos”.
Dijo que el obispo Salvador Rangel no respeta a los integrantes del FODEG, además se niega a que el párroco Francisco Jiménez siga al frente de 11 parroquias en Acamixtla, a pesar de que los feligreses piden su permanencia.
Señaló que en el municipio de Mártir de Cuilapan (Apango) los feligreses que protestaron cerraron las parroquias, pero en Acamixtla “no hemos querido hacerlo, la iglesia debe aprovechar estas oportunidades, ya que no están pidiendo (los habitantes) la salida del párroco sino su permanencia”.
Informó que el argumento del obispo Salvador Rangel para cambiar de parroquia al sacerdote Francisco Jiménez, quien lleva un año y medio en la comunidad, es que los sacerdotes deben rotarse a otra iglesia.
Precisó que la reunión inició a las 5 de la tarde y en la noche ahí seguía el subsecretario de Asuntos Religiosos del estado, Jorge Alberto González Rivero, mientras algunos feligreses inconformes estaban afuera frente a la casa del obispo.