El integrante de la Comisión Política de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y representante de la región Centro, Carlos Botello Barrera, declaró que el magisterio disidente sabe que el Estado prepara un “golpe fuerte” de carácter jurídico en contra la dirigencia de la organización, pero que están preparados y darán la batalla.
El viernes, en declaraciones a su llegada al hotel Crowne Plaza donde se realizó el foro nacional Masculinidades: mujeres y hombres de hoy, el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que no se cansará de llamar a la serenidad y responsabilidad a los maestros de la CETEG; asimismo, informó que, luego de la quema de oficinas de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG), se está integrando la información para “armar una buena denuncia”.
Consultado vía telefónica este sábado respecto de las declaraciones de Astudillo Flores, Botello Barrera dijo que la CETEG está en paro laboral como parte de las acciones de la huelga nacional, además de que las rutas que siguen los maestros son la política, es decir las manifestaciones, y la jurídica.
Aseguró que la CETEG sabe que el Estado prepara “un golpe jurídico” contra el magisterio disidente, de manera específica “para la dirigencia”, el cual ya se previó.
“Hay que ser claros, nosotros sabemos que los 120 supuestos ceses injustificados, es la dirigencia, sabemos que ese es el primer golpe que nos quieren dar (las autoridades)”, expresó.
Sobre las acciones en oficinas de la SEG, como los destrozos en la Subsecretaría de Administración y Finanzas, conocida como Casa Blanca, en la Unidad de Asuntos Jurídicos y la Subsecretaría de Educación Básica, ubicadas en la capital, Botello Barrera dijo que están preparados en caso de que proceda la denuncia de las autoridades, “ya estamos viendo una contrademanda, porque las acciones son propuestas emanadas de asambleas, como dirigencia nosotros tenemos que acatar los acuerdos”.
Resaltó que, “estamos preparados, sabemos que viene un golpe no sólo por las acciones que ellos (los funcionarios) nos dicen que (somos) vándalos, robo y todo lo demás, sabemos que al gobierno estatal y al federal lo que le interesa es que la reforma (educativa) pase”.
Manifestó que los maestros van a “dar la batalla”, tanto en lo político como en lo jurídico, y que cuando sea necesario darán a conocer de manera pública las medidas que tomarán si las autoridades presentan la denuncia.
Por otra parte, recordó que los maestros que no se evaluaron presentaron amparos en el Juzgado Séptimo de Distrito del Poder Judicial de la Federación, de los cuales recibirán una respuesta la próxima semana, y que a pesar de que las autoridades insisten en que dichos amparos no proceden, y que la Suprema Corte de Justicia desechó los que presentó la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en Iguala un juez declaró que en ese municipio tiene que “detenerse” el proceso de evaluación porque afecta los derechos laborales de los trabajadores.
Según Botello Barrera, el viernes durante una asamblea estatal que se llevó a cabo al concluir la marcha en la capital, los representantes del magisterio disidente en Iguala informaron que un juez determinó la “detención” de la evaluación en ese municipio, aunque no precisó quién resolvió el caso ni cuándo.
En la asamblea también se acordó instalar un “plantón unitario” en la capital, este miércoles 15 de junio, luego de una marcha estatal que partirá a las 10 de la mañana de la alameda de Chilpancingo hacia el lugar donde se instalará el plantón, aunque Botello Barrera dijo que todavía no se define en qué sitio de la ciudad.
Por último, llamó a las autoridades a que, “vayan viendo que la lucha (magisterial) es justa y que seguiremos en estas acciones”, esto en relación a las declaraciones de Astudillo Flores quien dijo que los maestros se encontraron con el rechazo de la sociedad el miércoles pasado, cuando irrumpieron en la tienda Bodega Aurrerá sur; Botello Barrera indicó que las protestas de la CETEG no se radicalizarán en contra de la sociedad y que los integrantes de la organización no presionaron a los padres de familia para que se manifestaran en contra de la reforma educativa.