En Xalpatláhuac crecen las grietas que dejó el temblor; vecinos temen un deslizamiento

Vecinos de la cabecera municipal de Xalpatláhuac mostraron las secuelas del sismo del 19 de septiembre, las viviendas colapsadas, calles agrietadas así como hundimientos y deslizamientos en las instalaciones del Colegio de Bachilleres (Cobach) número 4.
Informaron que las afectaciones han sido documentadas desde hace más 2 de años porque iniciaron en el terreno del Colegio de Bachilleres con el deslizamiento de tierra del cerro que fue retajado, y luego con pequeñas grietas en la tierra y hundimientos de las aulas.
Agregaron que esa situación se denunció y acudió Protección Civil del estado, hace dos años, después ya no les dijeron nada y los daños fueron avanzando.
Dijeron que las afectaciones se agudizaron con los sismos del 7 y el 19 de septiembre del año pasado en que afloraron muchas grietas por diversos lados, partiendo la parte alta del barrio de Tlacomulco y los cerros Teyapa y Cacalotepec por donde pasa la carretera de terracería que comunica a Zacatipa, del mismo municipio.
Dijeron que en ese tiempo colapsaron cuatro viviendas por lo que sus habitantes se vieron obligados a desplazarse a otros pueblos.
Del Colegio de Bachilleres se abrieron grietas, se cuartearon las paredes, se hundieron aulas en todo el terreno por lo que se vieron obligados a salirse y tomar clase en el auditorio del poblado, desde el mes de septiembre.
Mencionaron que las grietas han aumentado de tamaño en profundidad y en lo ancho en varias partes de estos terrenos, por lo que la preocupación de que haya un deslizamiento o hundimiento es latente y pueden verse afectadas varias familias, además de que esto ocurre en lugares pedregosos donde las rocas pueden caer sobre las casas.
Agregaron que esta afectación natural aumenta cada vez más, ya que se agrietó y hundió la carretera que fue pavimentada hace unos tres meses. En el recorrido se observó un hundimiento de unos 50 centímetros, en dos tramos de la carretera que lleva a la comunidad de Zacatipa.
Los vecinos dijeron que era un asunto preocupante porque cada día que pasa aumentan el grosor y profundidad de las grietas en todo el cerro, lo que podría afectar a los vecinos de la parte baja o los transeúntes que viajen a la comunidad de Zacatipa, porque pueden caer en una zanja, ya que para que sigan subiendo los carros se han rellenado con tierra sin explicar el riesgo.
Lamentaron que Protección Civil del estado no acuda a informar qué ocurre en el lugar y dé informes del nivel de riesgo y que ni haya señalamientos de precaución.
El vecino Cruz pidió el apoyo de las autoridades para que den seguridad a la gente, ya que la calle es la única vía que tienen para llegar a sus parcelas, sus casas y a otras comunidades.
Y que se hagan los trabajos a los que se comprometió el alcalde Rosendo Larios Rosas, como quitar una roca que en caso de hundimiento o deslizamiento caerá sobre las viviendas de la parte baja, “sería muy lamentable porque no se sabe si eso puede ocurrir de día o de noche”.
Mencionaron que esperan respuesta del Ayuntamiento, ya que ahora el presidente municipal tiene permiso, porque busca reelegirse y que el gobierno estatal y federal envíen especialistas para que les informen qué ocurre en realidad y el nivel de riesgo.
Agregaron que dentro de la cosmovisión nahua de la comunidad han realizado rituales y ofrendado cosas para que frenen estas afectaciones, lo cual no ha ocurrido.

 

Ofrece el Ayuntamiento capitalino un lote pero no la construcción de sus casas, dicen damnificados

Familias de la colonia Noche Buena, que padecieron tres deslizamientos de tierra debido a su cercanía con la barranca El Salado, manifestaron que de las ocho familias que se señalaron como afectadas, Protección Civil estatal dictaminó que solo dos son para reubicarse; sin embargo, el municipio solo les ofrece un lote en la comunidad de Petaquillas, pero no la construcción.
El 30 de septiembre ocurrió un deslizamiento de tierra en el asentamiento, que agravó el problema que padecieron familias en 2013, por el paso de la tormenta tropical Manuel, que hizo que se colapsara la calle María y José, junto con una vivienda y la mitad de otra.
El entonces director de Protección Civil, Gustavo Vela Guevara, indicó que eran ocho posibles familias en riesgo y que en tres de ellas había certeza del peligro, pero que se estaba en espera de los dictámenes.
En consulta telefónica, Arlen Navarrete Lorenzo, informó que tiene ubicada su vivienda a la orilla de la barraca y que es una de las dos afectadas del dictamen, junto con sus tres hijos, tuvieron que deshabitarla y les prestaron un cuarto en la misma colonia.
Reprochó que ya les entregaron los resultados del dictamen, sin embargo, el resultado fue que sólo dos familias tienen que ser reubicadas por el riesgo que representa seguir en su vivienda, sin embargo, indicó que junto con los demás vecinos observan que las otras familias también tienen riesgo.
Dijo que desde hace tres semanas solicitaron una audiencia con el alcalde interino de la capital, Jesús Tejeda Vargas, pero que en presidencia les expusieron que les llamarían cuando los recibiera, cosa que no ha ocurrido.
Abundó que con el único que se han reunido es con el secretario general del Ayuntamiento, Joel Eugenio Flores, y que la propuesta que tiene para ellos es un lote en Petaquillas.
Sin embargo, no les dan información si además del lote les van a construir una vivienda, pues en su caso su hogar está construido de material de concreto y es de dos pisos.
Resaltó que, por lo tanto, el resto de las familias siguen habitando sus casas, aunque con el temor de que suceda algún incidente.
Señaló que en otro de los casos, mientras no llueva es probable que no pase nada, pero que comenzando las lluvias el siguiente año ahí sí corren peligro.
Indicó que este lunes acudirán al Instituto de la Vivienda de Chilpancingo (Invich), para saber si les dan alguna información nueva.