Que el inicio de clases se dé sin interrupciones, pide el administrador diocesano de Acapulco

 

El administrador diocesano de la Arquidiócesis de Acapulco, Rafael Valencia González, convocó a las autoridades a realizar las acciones necesarias para garantizar que el periodo escolar que inicia hoy se cumpla sin interrupciones como en otros años, que se han dado amenazas a los docentes.
El prelado católico expuso que “lamentablemente la realidad que se vive” no permite el desarrollo óptimo de los educandos.
Al despedirse como administrador, Valencia González dijo que en los meses que estuvo como encargado de la diócesis de Acapulco le reportaron un incidente con un sacerdote, del cual no dio más detalles, pero dijo que no están exentos de ser víctimas de la inseguridad.
De si el arzobispo, Leopoldo González González, que llegará el próximo 28 de agosto, sabe la situación de violencia e inseguridad en Guerrero, Rafael Valencia respondió que tiene información general, que ya cuando se encuentre en el estado se irá adentrándose para conocer la realidad del estado.
“Una preocupación del pastor, ante la realidad que nos toca vivir, tendría que ser este aspecto de la violencia que sigue azotando una parte del territorio, tanto diocesano como del estado de Guerrero”.
En la conferencia de prensa, el sacerdote expuso que el nuevo ciclo escolar es una “nueva oportunidad de asumir los grandes retos que en materia educativa hay”, para que a través de la educación se formen ciudadanos que contribuyan al bien de la sociedad.
Enfatizó que la sociedad no solo es responsabilidad de los docentes, sino que es tarea conjunta de familia, estudiantes profesores, directivos y autoridades, para elevar el nivel educativo de los alumnos.
Rafael Valencia lamentó que en la realidad que se vive en Guerrero no permite el desarrollo óptimo de los estudiantes. “Las carencias que se presentan impiden que los alumnos puedan desenvolverse correctamente y tampoco lograr consolidar los distintos proyectos”.
Por lo que consideró que es “prioritario” que las autoridades, como sociedad se comprometan para lograr los resultados que se quieren. “Invitamos a los directivos para que en este inicio de clases, no abusen de la necesidad de la sociedad. Y a las autoridades, para que vean por el bien de los estudiantes planteando metas, objetivos y planes, pensados en el mejoramiento del proceso educativo”.
De que llamado le haría a las autoridades para que se evite la suspensión de clases por amenazas o hechos de violencia, el sacerdote indicó que deben de generar las condiciones adecuadas, para que las escuelas tengan las garantías de seguridad para que los maestros lleven a cabo de mejor manera sus labores educativas. Indicó que cualquier suspensión de labores “expresan cierta vulnerabilidad hacia el alumno”.
Consultado respecto a si en el tiempo que estuvo como administrador diocesano tuvo algún reporte de sacerdotes que hayan tenido problemas con la delincuencia, el sacerdote dijo que no están exentos y que supo de un caso en Acapulco se “tuvo dificultad en ese sentido”.
De si el nuevo arzobispo buscará o tiene programada algún encuentro con organizaciones sociales, Valencia González indicó que como diócesis han servido de intermediación para favorecer el dialogo. “Si en su momento se presenta alguna situación y se ve la conveniencia de la mediación de la iglesia creo que estaría en la disposición de hacerlo, siempre de buscar el bien de la sociedad y la comunidad”.
Valencia González agradeció al Colegio de Consultores la confianza para nombrarlo administrador diocesano al quedar vacante la sede de arzobispo, y a los medios de comunicación el espacio para “compartir el caminar pastoral de la iglesia, sobre todo en el esfuerzo de construcción de paz, ante la realidad de violencia que nos ha tocado vivir”. (Mariana Labastida).