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Sufren de ansiedad, déficit de atención y hay casos de drogadicción en familiares de desaparecidos

En los expedientes judiciales sólo hay datos proporcionados por los parientes, reprocha una madre en una posada para los menores de edad víctimas de la violencia

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Ansiedad, déficit de atención y en algunos casos involucramiento con grupos de drogadictos para tratar de indagar sobre el paradero de su familiar desaparecido, son algunas de las secuelas de niños del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en el estado de Guerrero y el País.
Ayer los familiares hicieron una posada para los menores de edad en una salón, y una joven de 17 años compartió su experiencia a cinco años de la desaparición de su papá, José Vázquez Colebrina de 34 años, empleado del Ayuntamiento.
Mencionó que el ultimo día que habló con él fue como a las 9 de la mañana y le dijo por teléfono que tenía hambre, que le dijera a su mamá que preparara la comida. Cuando regresó de la secundaria su madre la recibió en casa y le dijo que tenía que ser muy fuerte, “porque mi papá había desaparecido”.
Aclaró que pidieron ayuda a las autoridades para encontrarlo sin respuesta ni resultados.
Una de las madres de familia aclaró que la información en los expedientes judiciales sólo hay datos proporcionados por los familiares, y la Policía Ministerial les dice abiertamente que les digan lo que sepan o escuchen sobre los desaparecidos.
La hija de José Vázquez, la mayor de cuatro hermanos de 17, 12, 9 y seis años dijo que, “siempre fui muy unida a mi papá, fue algo traumático, incluso traté de conocer amistades malas para saber algo de mi papá, por eso también estuve en peligro y tuve que irme. Un tiempo caí en depresión, probé las drogas y decidí salir adelante para ayudar a mis hermanos”.
La joven abandonó sus estudios de preparatoria y su mamá la envió con familiares al Estado de México porque puso su vida en peligro. Indicó que su mamá también intentó buscar información de su esposo hasta que recibió una llamada de amenaza, y sus hermanos “el más pequeño (ahora de 12 años) estuvo en el hospital, tuvo depresión y dejó de comer de tristeza, mi hermana (de 9) lloraba por las noches decía que los extrañaba, y el más pequeño piensa que está trabajando fuera. No le hemos podido decir”.
Agregó que el Ayuntamiento estuvo liberando el salario de su papá para su familia hasta el año pasado, y ahora la mamá debe trabajar de tiempo completo, “me hice cargo de mis hermanos, los ayudo a hacer tareas, les doy de comer”.
Otro menor de 13 años habló de la desaparición de su tío de 29, capitán de meseros del restaurante El Tecuán, hace seis años, hasta donde llegaron unas personas y se lo llevaron.
Mencionó que veían juntos la lucha libre en televisión y una de las consecuencias de esta desgracia familiar fue la separación de sus papás, “y de mis primas que se pusieron más tristes”.
La presidenta del colectivo, Guadalupe Rodríguez dijo que a pesar de las circunstancias esperan que los niños se olviden un momento de los problemas, que traten que de tener una vida normal.
Señaló que los adultos como los niños son víctimas de la desaparición forzada de sus familiares, no rinden en la escuela, comienzan a tener lento aprendizaje, sufren ansiedad y necesitan atención constante. Los padres o abuelos evitan llorar frente a ellos, “tenemos que mostrarles que la vida sigue, hay que sacar fuerzas de Dios para salir adelante, y luchar para que ellos sepan que hay una esperanza”.
Estimó que el colectivo en Chilpancingo tiene alrededor de 80 niños, hijos y familiares cercanos de personas desparecidas, la cifra se incrementó respecto al año pasado porque las familias se siguen integrando a la organización, para exigir verdad y justicia a las autoridades.
Exigió que el gobierno estatal “deje de aparentar que en Guerrero no pasa nada, cuando a diario hay muertos, muchachas desapareciendo y la autoridad no hace nada por abatir este problema tan grave que tenemos”.

En enero o febrero se reanudará la búsqueda de cuerpos en fosas: Los Otros Desaparecidos

La secretaria general del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala, Adriana Bahena Cruz informó que el Plan de Búsqueda de fosas clandestinas se reanudará en enero o febrero tras las mesas de trabajo con los nuevos encargados de la Fiscalía Especial para Víctimas de Desaparición.
Ayer como cada martes más de 100 familiares de desaparecidos se reunieron en el predio en el que está contemplada la construcción de Ciudad Víctima, ahí se dio a conocer la suspensión de estas reuniones hasta el 9 de enero por las fiestas de fin de año. Después del mediodía los miembros del colectivo concluyeron la reunión informativa e hicieron una sencilla posada que organizaron ellos mismos, compartieron alimentos y los niños quebraron una piñata y les repartieron aguinaldos.
Adriana Bahena dio a conocer que tienen un registro de 176 niños, niñas y adolescentes que son hijos de desaparecidos, muchos de ellos son cuidados por su madre o por sus abuelos. Dijo que solicitarán a la Comisión Ejecutiva de Atención  Víctimas (CEAV) y a la Procuraduría General de la República (PGR) una atención especial de psicólogos para los niños y adolescentes para afrontar esa situación y evitar que sean presa de la delincuencia.
Del Plan de Búsqueda que se tenía contemplado en puntos señalados por testigos anónimos como posibles entierros, Bahena Cruz dijo que afectaron los cambios que hubo dentro de PGR durante este año y que ahora con el nombramiento de un nuevo fiscal especial para la Atención de Víctimas de Desaparición deberán tener nuevas mesas de trabajo para reprogramar las acciones en 2018.
Agregó que en algunos casos como Iguala ya tienen señalados algunos puntos por testigos anónimos. También dijo que faltan trabajos por hacer en Taxco y Cocula.
De un recuento de los trabajos hechos a tres años de existencia del colectivo Los Otros Desaparecidos, dijo que en su padrón cuentan con 960 víctimas directas (desaparecidos) e indirectas (familiares) en el Registro Nacional de Víctimas, de las cuales se han presentado 325 denuncias por desaparición ante la PGR.
En tres años el colectivo ha recuperado 165 cuerpos de fosas clandestinas, los peritos y antropólogos de la PGR sólo han identificado 32 cuerpos, 22 eran de víctimas que estaban dentro del padrón del colectivo y otros 10 cuerpos de personas externas que entregaron muestras de ADN a la procuraduría.
Bahena Cruz informó que de esos cuerpos identificados se entregaron 26 a sus familiares y sólo seis están en espera de ser entregados.
Asimismo dio a conocer que en enero harán entrega de las primeras 36 constancias de presunción de muerte a igual número de familiares de víctimas, lo cual les servirá para hacer trámites que tienen pendientes.(Alejandro Guerrero / Iguala).

Sufren de ansiedad, déficit de atención y hay casos de drogadicción en familiares de desaparecidos

Ansiedad, déficit de atención y en algunos casos involucramiento con grupos de drogadictos para tratar de indagar sobre el paradero de su familiar desaparecido, son algunas de las secuelas de niños del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en el estado de Guerrero y el País.
Ayer los familiares hicieron una posada para los menores de edad en una salón, y una joven de 17 años compartió su experiencia a cinco años de la desaparición de su papá, José Vázquez Colebrina de 34 años, empleado del Ayuntamiento.
Mencionó que el ultimo día que habló con él fue como a las 9 de la mañana y le dijo por teléfono que tenía hambre, que le dijera a su mamá que preparara la comida. Cuando regresó de la secundaria su madre la recibió en casa y le dijo que tenía que ser muy fuerte, “porque mi papá había desaparecido”.
Aclaró que pidieron ayuda a las autoridades para encontrarlo sin respuesta ni resultados.
Una de las madres de familia aclaró que la información en los expedientes judiciales sólo hay datos proporcionados por los familiares, y la Policía Ministerial les dice abiertamente que les digan lo que sepan o escuchen sobre los desaparecidos.
La hija de José Vázquez, la mayor de cuatro hermanos de 17, 12, 9 y seis años dijo que, “siempre fui muy unida a mi papá, fue algo traumático, incluso traté de conocer amistades malas para saber algo de mi papá, por eso también estuve en peligro y tuve que irme. Un tiempo caí en depresión, probé las drogas y decidí salir adelante para ayudar a mis hermanos”.
La joven abandonó sus estudios de preparatoria y su mamá la envió con familiares al Estado de México porque puso su vida en peligro. Indicó que su mamá también intentó buscar información de su esposo hasta que recibió una llamada de amenaza, y sus hermanos “el más pequeño (ahora de 12 años) estuvo en el hospital, tuvo depresión y dejó de comer de tristeza, mi hermana (de 9) lloraba por las noches decía que los extrañaba, y el más pequeño piensa que está trabajando fuera. No le hemos podido decir”.
Agregó que el Ayuntamiento estuvo liberando el salario de su papá para su familia hasta el año pasado, y ahora la mamá debe trabajar de tiempo completo, “me hice cargo de mis hermanos, los ayudo a hacer tareas, les doy de comer”.
Otro menor de 13 años habló de la desaparición de su tío de 29, capitán de meseros del restaurante El Tecuán, hace seis años, hasta donde llegaron unas personas y se lo llevaron.
Mencionó que veían juntos la lucha libre en televisión y una de las consecuencias de esta desgracia familiar fue la separación de sus papás, “y de mis primas que se pusieron más tristes”.
La presidenta del colectivo, Guadalupe Rodríguez dijo que a pesar de las circunstancias esperan que los niños se olviden un momento de los problemas, que traten que de tener una vida normal.
Señaló que los adultos como los niños son víctimas de la desaparición forzada de sus familiares, no rinden en la escuela, comienzan a tener lento aprendizaje, sufren ansiedad y necesitan atención constante. Los padres o abuelos evitan llorar frente a ellos, “tenemos que mostrarles que la vida sigue, hay que sacar fuerzas de Dios para salir adelante, y luchar para que ellos sepan que hay una esperanza”.
Estimó que el colectivo en Chilpancingo tiene alrededor de 80 niños, hijos y familiares cercanos de personas desparecidas, la cifra se incrementó respecto al año pasado porque las familias se siguen integrando a la organización, para exigir verdad y justicia a las autoridades.
Exigió que el gobierno estatal “deje de aparentar que en Guerrero no pasa nada, cuando a diario hay muertos, muchachas desapareciendo y la autoridad no hace nada por abatir este problema tan grave que tenemos”.

Atenderán PGR y el estado a víctimas de violencia intrafamiliar y drogadicción


Jorge Nava

El subprocrador de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República (PGR), Mario Álvarez Ledesma, informó el jueves que en Guerrero son “gravísimos” los números de casos de víctimas de violencia intrafamiliar y de fármaco dependencia.
En reunión privada de este jueves en una oficina de la Casa de Atención a las Víctimas del Delitos de esa misma institución, ubicada en el fraccionamiento Marroquín, el funcionario federal dijo que trataron precisamente la visita al alcalde Félix Salgado, y al gobernador del estado, Zeferino Toerreblanca Galindo, para firmar un convenio de colaboración que les permita atender a la víctimas de esos problemas.
Al concluir la reunión, Álvarez Ledesma indicó que esos problemas sociales, en Guerrero, es “gravísimo”, en particular en Acapulco, dijo.
Señaló que después de esa firma –que no precisó la fecha– se inaugurará la casa con todos los servicios, porque mencionó que actualmente carece de algunos para la atención tanto de víctimas de delitos federales como del fuero común.
A preguntas de reporteros sobre las víctimas de secuestro, el funcionario observó que por ese delito sigue siendo un problema a nivel federal.
Planteó que hay un número considerable de personas que son atendidas por esa causa; abundó que la primer causa por la que atienden a una víctima por delitos federales, es por negligencia médica.

Denuncian que se induce a menores en las drogas en escuelas de Tepecoacuilco

 

 Están aplicando acciones de vigilancia, dicen padres, maestros y directores

 Padres de familia, maestros y los directores de dos escuelas de la comunidad de Tecuescontitlán municipio de Tepecoacuilco, denunciaron ante el secretario municipal de este municipio gobernado por el Partido de la Revolución Democrática, Genaro Alejandro Adame, que se han encontrado casos de menores que han sido inducidos al consumo de enervantes.

Por medio de un documento firmado por padres de familia, maestros y el director de la escuela telesecundaria Lázaro Cárdenas, se informa que hay rumores sobre personas ajenas a la escuela que están distribuyendo drogas entre los estudiantes.

Debido a que en la escuela primaria de esta comunidad se han dado casos de menores que se han desmayado en diversos momentos y que, al parecer el motivo es por estar bajo los efectos de alguna droga, como pudiera ser la mariguana, “acordamos pedir auxilio a las autoridades competentes para investigar a fondo a los distribuidores e incluso implementar operativos de vigilancia en nuestras escuelas”.

Por su parte, los directivos y maestros, así como padres de familia de la escuela primaria rural federal Juan N. Alvarez, también entregaron un documento a la presidencia municipal para solicitar su intervención, ya que se dio el caso de un menor, quien estuvo inconsciente durante varias horas el pasado 29 de marzo.

Según el documento firmado por padres de familia, maestros y el director de la escuela, varios niños han declarado que quienes los están induciendo a consumir mariguana son Héctor Rubio Alvarado, Santos Contreras Solano y Casildo Montiel Alvarado.

Alejandro Adame dijo que a partir de la petición de los maestros y padres de familia se están llevando a cabo acciones de vigilancia en las escuelas para evitar así que haya personas ajenas a la escuela induciendo a los menores a consumir enervantes.

En cuanto a si los padres de familia han denunciado el caso ante autoridades de carácter federal dijo desconocerlo; sin embargo aseveró que “se está investigando”.