Promover la misericordia ante la violencia despiadada en Acapulco, pide sacerdote

Ante la ola de “violencia despiadada” que se vive en Acapulco es necesario que se promueva la misericordia, resaltó el sacerdote Rafael Baños al celebrar ayer una misa ante las reliquias de Santa Faustina, que fueron enviadas a la iglesia del Señor de la Misericordia, en la colonia Parque Ecológico Viveristas, en la zona Diamante.
Recordó que la fiesta de la Misericordia se comenzó a celebrar en el 2000, cuando el papa Juan Pablo II vio la necesidad de recordar a los feligreses la importancia de ésta ante la brutalidad de la realidad y la falta de compasión.
Desde la colonia Jardín, en cuatro camiones urbanos se trasladaron feligreses católicos, creyentes del señor de la Misericordia, a la parroquia en el Parque Ecológico Viveristas, donde se realizaron diferentes actividades que empezaron con una peregrinación a las 9:30 de la mañana y terminó con una misa a las 4 de la tarde.
En la misa, el sacerdote Rafael Baños recordó que la celebración comenzó por petición de Santa Faustina, que fue escuchada más de 80 años después de que dijera que Jesucristo se le apareció para pedirle que promoviera que el domingo siguiente al de resurrección se realizara la fiesta de la Misericordia.
En Acapulco, expuso el cura, dio diferentes ejemplos de misericordia y lo que es: “es importante practicarla y hablar de ella ante la ola de violencia despiadada que se vive desde el 2010 a la fecha, pues se descuartiza a las personas”.
“Si la humanidad no vuelve su mirada a la misericordia nunca va a encontrar la paz”, recordó el sacerdote de las palabras de la Santa Faustina, de quien llegaron sus reliquias el pasado viernes a Acapulco para celebración que se realizó ayer.
Enfatizó que no se conseguirá la paz hasta que la humanidad no se dirija con misericordia y convocó a los asistentes a llevarla en acción, oración y palabra.
En diferentes colonias y parroquias se realizaron peregrinaciones y misas para celebrar al señor de la Misericordia.