Pide el maestro de Comunicación la salida del delegado sindical del STAUAG en la escuela

 

El maestro de la Unidad Académica de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Elino Villanueva González, se reunió con representantes del Comité Ejecutivo Central del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG) para pedir que se separe de su cargo al secretario de la delegación de la escuela, Samuel Bautista Nava, mientras se lleva a cabo la investigación por difamación hacia su persona; pero los secretarios se oposieron porque no tienen la facultad de cambiarlo por un periodo.
Elino Villanueva presentó una queja en la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios en contra de Samuel Bautista y del coordinador académico de la licenciatura en Comunicación, Ángel Carrillo Chora, por difamación, hostigamiento laboral y acoso a los estudiantes, pues ambos maestros lo acusaron ante los alumnos de no contar con títulos oficiales.
A la reunión, que se llevó a cabo en la escuela de Comunicación, asistieron los secretarios de Conflictos, Davil Molina Francisco; de Organización, Horacio Galán Hernánde; de Trabajo, Juan Araujo Juárez, y de Asuntos Jurídicos, Antonio Díaz Sereno, por parte del STAUAG, para escuchar el caso interno.
En declaraciones posteriores al encuentro, Elino Villanueva relató que la mayoría de los integrantes de la delegación sindical, quienes el 4 de septiembre se reunieron y firmaron un acuerdo para solicitar su destitución, ya se disculparon con él por el agravio a su trayectoria, pero “no se pueden arreglar así las cosas, no es un borrón y cuenta nueva, me agredieron”.
Elino Villanueva señaló que los secretarios del STAUAG sólo se comprometieron a tomar nota del caso y llevarlo al próximo Consejo General de Representantes (CGR), porque la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios, que tiene un plazo de 60 días para resolver el caso o turnarlo la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario, mandató que se ampliara la investigación.
Elino Villanueva expuso que una de las inercias de la UAG, es que las instancias a las que les compete investigar y sancionar los problemas laborales “no tienen la facultad” de aplicar un castigo a los maestros, directores o administrativos que comenten un “acto irregular” en las escuelas, lo cual debe repararse para garantizar que la máxima casa de estudios sea de calidad y excelencia.
De acuerdo con Elino Villanueva, el agravio hacia su persona ocurrió luego de que trascendió la denuncia que presentó el representante y apoderado legal de la universidad, Pablo Valdez Guerrero, ante la Procuraduría General de la República (PGR), delegación Guerrero, en su contra y de otros siete académicos por presuntan falsificación y fraude.
Sin embargo, Elino Villanueva explicó que jurídicamente no ha sido notificado de la denuncia en su contra, además de que el caso se debe resolver ante las instancias correspondientes, en las cuales la delegación sindical de la escuela de Comunicación no tiene por qué intervenir.
Por último, Elino Villanueva dijo que esperará a que la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios concluya con el proceso de investigación, pues el miércoles hubo una comparecencia, pero Samuel Bautista niega haberlo difamado y no abonó a la conciliación, contrario a Ángel Carrillo, que aceptó haberlo desprestigiado, además de que también se disculpó por el agravio.

Presenta una queja un maestro de Ciencias de la Comunicación en contra del STAUAG por difamación

El maestro de la Unidad Académica de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Elino Villanueva González, presentó una queja en la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios, en contra del secretario de la delegación sindical, Samuel Bautista Nava, y del coordinador académico de la licenciatura, Ángel Carrillo Chora, por difamación, hostigamiento laboral y acoso a los estudiantes.
Elino Villanueva imparte las materias Arte y cultura en el mundo contemporáneo y Habilidades para la comunicación de las ideas, en la escuela de Comunicación, y el lunes pasado recibió el premio al mérito ecológico, por el proyecto Granja Amojileca, que impulsó con el grupo cultural La iguana verde y se creó en la institución.
Elino Villanueva es uno de los ocho trabajadores de la UAG que aparecen en la denuncia, que presentó el representante y apoderado legal de la universidad, Pablo Valdez Guerrero, ante la Procuraduría General de la República (PGR), delegación Guerrero, por presunta falsificación y fraude, en mayo de este año, situación que según el académico “se resolverá en las instancias correspondientes”.
Derivado de la denuncia, el 4 de septiembre, la delegación sindical de la escuela de Comunicación se reunió y los maestros Samuel Bautista, Ángel Carrillo, Gonzalo Castañón Arcos, Leticia Tello Divicino, Jesús Chávez García, Luis Raúl Vélez Carbajal, Grabriela Arcos Mastache, Iván Gallardo Bernal y Faradis Cabrera Moreno, firmaron un acuerdo en el que solicitaron la destitución de Elino Villanueva, además de que se repartieron la carga laboral que le correspondía.
Además, de acuerdo con Elino Villanueva, los maestros que firmaron el acuerdo iniciaron una campaña en la escuela de Comuncación, para desprestigiarlo ante los estudiantes, difamándolo y señalándolo como un académico “patito”, entre otros insultos, y también le advieron a los jóvenes que se quedarían sin calificación, porque al docente lo meterían a la cárcel.
Por la tarde, se llevó a cabo una comparecencia ante la encarga del área de Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios, Leticia González Peralta, a la cual asisitieron Elino Villanueva, Samuel Bautista y Ángel Carrillo, durante la cual el afectado señaló que es grave que un representante del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG) haya violado sus derechos.
En declaraciones posteriores a la comparecencia, Elino Villanueva indicó que su cédula es la número 9589585 y que estudió la licenciatura en Lengua y literatura en la Universidad Autónoma de Baja California Sur, además de que la denuncia que lo señala no es un asunto que le competa a la delegación sindical de la escuela de Comunicación, por lo que pidió que el caso se lleve ante la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario, de manera que se le respete y cesen el hostigamiento hacia su persona.

Critica los requisitos de la convocatoria para nombrar directores provisionales del CEE




Señor director:
De antemano agradezco la oportunidad de que este texto se publique en su prestigiado medio de comunicación.
Me anima a distraer su atención y la de sus lectores a un asunto que, por extraño que parezca, ha pasado desapercibido, pero cuya flagrancia debiera merecer la reflexión, el análisis e, incluso, la intervención de las comisiones de Derechos Humanos.
Me explico: en días pasados el Consejo Estatal Electoral publicó una convocatoria para nombrar, en calidad de provisionales, a sus directores Jurídico, de Informática, de Comunicación Social y de Coordinación Electoral. Es plausible, desde luego, que dicho procedimiento sea transparente y que profesionistas guerrerenses puedan competir, en igualdad de condiciones, por ocupar tales encargos en el entendido de que su designación y desempeño serán para bien de Guerrero.
Sin embargo, la convocatoria no es tan “abierta” y “pública” como se anuncia, si bien ha merecido amplia difusión, según las siguientes consideraciones que podemos observar en la lista de bases y requisitos, los cuales, por decir lo menos, son ofensivos y discriminatorios en aspectos fundamentales y atentan en contra de las garantías individuales de muchos guerrerenses.
1.- Uno de los requisitos para aspirar a alguna de las nominaciones aludidas es “tener residencia efectiva en la entidad durante los cinco años anteriores a la fecha de publicación de la presente convocatoria”. Me pregunto, señor director, cuáles habrán sido los criterios de los responsables de elaborar la convocatoria para decidir la eliminación, de un plumazo, de decenas, cientos o quizá miles de guerrerenses que emigran a otras entidades y a Estados Unidos como resultado, precisamente, de la falta de oportunidades de empleo y preparación en nuestra entidad. A menos que alguien demuestre lo contrario, entiendo que la enorme mayoría de quienes emigran no lo hacen por gusto o por mero placer, sino por necesidad, por obligaciones de carácter profesional o en búsqueda de mejores condiciones, de tal manera que hacerlos a un lado cuando hay la posibilidad de sumarlos a la lucha por ampliar nuestras libertades es, francamente, un acto aberrante de exclusión. Que se les gane, si tal es el caso, sí, pero en las pruebas del procedimiento, no antes de llegar a las ventanillas de inscripción.
2.- Figura también entre los requisitos para aspirar a tales cargos el presentar credencial de elector expedida específicamente en el estado de Guerrero. Es el mismo caso que el anterior, es decir ¿cómo pedirle a alguien que se ha visto obligado a trabajar fuera de la entidad que cuente con una identificación oficial emitida en su estado de origen si, como ya se comentó, trabaja fuera de nuestro territorio porque acá no tuvo oportunidad de encontrar empleo?
3.- Igualmente discriminatorio es que se plantee como requisito la presentación de la cédula del título de la profesión a la cual el interesado se dedica, pues sabido es que en nuestra entidad muchos, muchísimos profesionistas cumplen su labor sin disponer de tal registro. Se entiende la intención de profesionalizar un servicio tan importante como el electoral, pero al menos en este caso se elimina de la competencia a una gran cantidad de profesionistas que quizá nunca hayan tramitado su cédula profesional y que, sin embargo, tengan más experiencia y conocimientos que otros que sí cuentan con dicho documento, sobre todo en carreras cuyo ejercicio se funda más en la práctica que en un comprobante administrativo.
Lo triste, como subrayamos líneas arriba, es que este asunto ha pasado casi desapercibido, a pesar de que la convocatoria se publicó el pasado fin de mes en distintos medios de comunicación.
Ojalá y las asociaciones de profesionistas y gremiales relacionadas con los cargos a examinarse opinen al respecto y que nuestros comisionados en Derechos Humanos también nos ofrezcan su aportación y consigan, por lo menos, revertir y reponer el procedimiento, por ser un asunto de interés público, a menos que todos admitamos y avalemos que las eventuales contrataciones tienen una dedicatoria casi con nombres y apellidos.
Ellos tienen la palabra. Tal vez logremos que tanto los guerrerenses que aquí radicamos como los que han tenido que emigrar, que siguen teniendo a Guerrero como su patria chica, seamos vistos como iguales y no clasificados como de primera y de segunda.
Nuevamente, gracias por su atención.

Atentamente
Elino Villanueva