Expulsa maestro en Ayutla a niño desplazado de Tierra Caliente; lo manda a vender chicles

Lourdes Chávez

Chilpancingo.

Un maestro de la Escuela Primaria Franciso I. Madero de la comunidad La Unión, en el municipio de Ayutla de los Libres expulsó a un niño de 11 años para que se vaya a vender chicles en un tóper, así le dijo a la mamá de éste, la señora Mariana Díaz, desplazada en el municipio de la Costa Chica, por la violencia en la región de Tierra Caliente.
En denuncia telefónica tras la actitud agresiva del profesor de sexto grado, Tedy Salazar Vargas, hacia su hijo y a otros estudiantes, y del director, Galdino García Pastrana, que “parece estar de lado de su compañero”, Mariana Díaz llamó a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) a poner atención en la práctica docente, para que garantice el derecho la educación para el desarrollo de las infancias, en lugar de causarles traumas; y que haya más empeño a quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
Aclaró que hoy el director la citó en la escuela, sin el niño, y la condicionó a presentar un dictamen psicológico para probar que realmente el docente hace bullying al estudiante.
Esto, cuando la señora Mariana le presentó la queja vía telefónica, y le informó que los niños en condición de desplazados han recibido terapias.
Explicó que su hijo tenía dos años cuando su familia salió desplazada de Coyuca de Catalán. Comenzó sus estudios en Ayutla, en quinto año y fue seleccionado para integrar la escolta de la escuela.
El jueves pasado, señaló que no había visto los mensajes del grupo de WhatsApp de padres de familia, porque no tenía tarjeta de internet, hasta que su cuñada le avisó que el profesor le decía por medio de esta red social que de manera urgente fuera por su hijo al plantel.
“(En la escuela) salió burlándose de mí: ‘ahí está su hijo, yo no sé para qué lo manda, para qué lo quiere aquí’. Me dijo que no sacó ni el cuaderno, pero lo tenía con otro niño al frente del grupo, parados con la cara al pizarrón”, detalló.
No obstante el trato que observó, insistió en que le diera clases y el docente respondió que no y me dijo: “lléveselo, cómprele una cajita de chicles y póngala en el tóper y mándelo a vender”.
En defensa de su hijo, le dijo que con el anterior maestro de cuarto y quinto grado, el niño no tenía problemas con los estudios, y Tedy Salazar aseguró que a otros profesores no les preocupa que el alumnado aprenda, sólo los pasan de año.
La mujer desplazada reconoció que su hijo ha perdido el interés en la escuela desde que ingresó a sexto grado, “antes no me ocupaba en decirle que hiciera tareas, ahora lo veo así desganado, le quitó la moral desde un principio a mi niño”.
Agregó que en las conversaciones con el niño, éste expresa que el maestro le dice: “nada más haces gastar a tú mamá, vienes a calentar la silla. Me dice el maestro que para qué me manda, que si repito el año, el que viene él seguirá en sexto y nunca voy a terminar la primaria, para qué le hecho ganas”.
Mariana Díaz contó que otra niña señaló que el docente les dijo: “ustedes van a acabar su vida prostituyéndose, niños y mujeres, porque no saben leer”.
“Mi hijo me pregunta ¿qué es eso?, porque yo (su mamá) trabajo para ganarme la vida, (sin muchos estudios)”, relató.
Aclaró que el mismo jueves le marcó al director de la escuela, para decirle que el maestro había expulsado al niño, y primero le recriminó que no haya pasado a verlo.
Luego cuando le estaba dando a saber el caso, sintió que iba a respaldar al docente porque le pidió justificar con una prueba del psicólogo la afectación por acoso, pero de un
Centro de Salud, no del acompañamiento a familias desplazadas.
Aclaró que las familias que huyeron de la violencia, han enfrentado mucha discriminación fuera de sus comunidades de origen, y no va a tolerar que agreda a su hijo y violenten sus derechos, si es neceario recurrirá a otras instancias para que haya garantías para todos los niños.

 

Expulsa maestro en Ayutla a niño desplazado de Tierra Caliente; lo manda a vender chicles

Lourdes Chávez

Chilpancingo.

Un maestro de la Escuela Primaria Franciso I. Madero de la comunidad La Unión, en el municipio de Ayutla de los Libres expulsó a un niño de 11 años para que se vaya a vender chicles en un tóper, así le dijo a la mamá de éste, la señora Mariana Díaz, desplazada en el municipio de la Costa Chica, por la violencia en la región de Tierra Caliente.
En denuncia telefónica tras la actitud agresiva del profesor de sexto grado, Tedy Salazar Vargas, hacia su hijo y a otros estudiantes, y del director, Galdino García Pastrana, que “parece estar de lado de su compañero”, Mariana Díaz llamó a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) a poner atención en la práctica docente, para que garantice el derecho la educación para el desarrollo de las infancias, en lugar de causarles traumas; y que haya más empeño a quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
Aclaró que hoy el director la citó en la escuela, sin el niño, y la condicionó a presentar un dictamen psicológico para probar que realmente el docente hace bullying al estudiante.
Esto, cuando la señora Mariana le presentó la queja vía telefónica, y le informó que los niños en condición de desplazados han recibido terapias.
Explicó que su hijo tenía dos años cuando su familia salió desplazada de Coyuca de Catalán. Comenzó sus estudios en Ayutla, en quinto año y fue seleccionado para integrar la escolta de la escuela.
El jueves pasado, señaló que no había visto los mensajes del grupo de WhatsApp de padres de familia, porque no tenía tarjeta de internet, hasta que su cuñada le avisó que el profesor le decía por medio de esta red social que de manera urgente fuera por su hijo al plantel.
“(En la escuela) salió burlándose de mí: ‘ahí está su hijo, yo no sé para qué lo manda, para qué lo quiere aquí’. Me dijo que no sacó ni el cuaderno, pero lo tenía con otro niño al frente del grupo, parados con la cara al pizarrón”, detalló.
No obstante el trato que observó, insistió en que le diera clases y el docente respondió que no y me dijo: “lléveselo, cómprele una cajita de chicles y póngala en el tóper y mándelo a vender”.
En defensa de su hijo, le dijo que con el anterior maestro de cuarto y quinto grado, el niño no tenía problemas con los estudios, y Tedy Salazar aseguró que a otros profesores no les preocupa que el alumnado aprenda, sólo los pasan de año.
La mujer desplazada reconoció que su hijo ha perdido el interés en la escuela desde que ingresó a sexto grado, “antes no me ocupaba en decirle que hiciera tareas, ahora lo veo así desganado, le quitó la moral desde un principio a mi niño”.
Agregó que en las conversaciones con el niño, éste expresa que el maestro le dice: “nada más haces gastar a tú mamá, vienes a calentar la silla. Me dice el maestro que para qué me manda, que si repito el año, el que viene él seguirá en sexto y nunca voy a terminar la primaria, para qué le hecho ganas”.
Mariana Díaz contó que otra niña señaló que el docente les dijo: “ustedes van a acabar su vida prostituyéndose, niños y mujeres, porque no saben leer”.
“Mi hijo me pregunta ¿qué es eso?, porque yo (su mamá) trabajo para ganarme la vida, (sin muchos estudios)”, relató.
Aclaró que el mismo jueves le marcó al director de la escuela, para decirle que el maestro había expulsado al niño, y primero le recriminó que no haya pasado a verlo.
Luego cuando le estaba dando a saber el caso, sintió que iba a respaldar al docente porque le pidió justificar con una prueba del psicólogo la afectación por acoso, pero de un
Centro de Salud, no del acompañamiento a familias desplazadas.
Aclaró que las familias que huyeron de la violencia, han enfrentado mucha discriminación fuera de sus comunidades de origen, y no va a tolerar que agreda a su hijo y violenten sus derechos, si es neceario recurrirá a otras instancias para que haya garantías para todos los niños.