Karina Contreras

Alrededor de 30 estudiantes de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF) marcharon y bloquearon la avenida Costera de Acapulco en la glorieta de La Diana, para denunciar que este miércoles alrededor de las 7 de la noche, saliendo de la caseta La Venta de la Autopista del Sol, fueron agredidos por guardias nacionales, cuando ellos no hicieron ningún mal.
En la protesta, que duró unos 20 minutos, algunos jóvenes declararon que la situación de este miércoles es muy delicada y les preocupa su integridad física. Se quejaron de que no hubo ningún diálogo con la Guardia Nacional y aseguraron que ellos “hubieran reaccionado bien si se hubieran acercado y preguntado qué hacían, de dónde provenían, pero simplemente al ver el autobús se nos cerraron, saliendo de la caseta, y solamente se bajaron a atacar y cortar cartucho”.
No descartaron interponer una queja por los hechos ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Los estudiantes, que prefirieron omitir sus nombres por temor a represalias, manifestaron que los efectivos de la Guardia Nacional nunca les preguntaron de dónde venían, sino que nada más cortaron cartucho y golpearon la puerta del autobús, que tiene los logos oficiales de la ESEF, y los estudiantes llevaban su uniforme.
Explicaron que alumnos de cuarto año acudieron a Chilpancingo para gestionar una reunión con autoridades educativas, para ver algunos temas de su pliego petitorio, entre ellas, sus plazas, pero al no ser recibidos regresaron a Acapulco.
Indicaron que cuando pasaron la caseta fueron rodeadas por patrullas de la Guardia Nacional y antimotines, alrededor de las 7 de la noche, donde “al ver el autobús nos encapsularon. Se acercaron y nos apuntaron cortando cartucho, sin ningún diálogo y causando daños al vehículo en la puerta, en las llantas y daños psicológicos a los estudiantes”.
Señalaron que por eso realizaban la marcha, para denunciar los atropellos de los que fueron víctimas, porque no había ningún reporte de daños que ellos hayan causado en Chilpancingo.
Los estudiantes dijeron que fueron ocho las patrullas que los rodearon y se quejaron de que el gobierno no sea capaz de “capacitar a los elementos y sepan distinguir entre delincuentes y estudiantes. Nuestro autobús iba membretado con el escudo de la escuela, debidamente identificado, y cada uno de los alumnos iba debidamente uniformado”.
Dijeron que iban con el rostro cubierto porque temen por su seguridad al hacer la denuncia, pues mucha gente los señala de que se cubren por “ser delincuentes”, pero no es así, porque “simplemente conocemos a las personas y al gobierno y sabemos que sólo con identificarnos nos pueden hacer algo”.
Indicaron que la marcha, que salió desde las instalaciones de la escuela, en la Unidad Deportiva, y llegó a la glorieta de La Diana, era para denunciar la situación que vivieron, porque no es posible que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora Evelyn Salgado Pineda no “tengan personal capacitado para establecer un diálogo”.
Señalaron que el que sean estudiantes y estén uniformados, no es motivo para que los ataquen, que la denuncia era para crear un antecedente y que cualquier cosa que les llegue a pasar a los alumnos “es responsabilidad del gobierno, ya que el día de ayer estuvimos propensos a volver a repetir el caso Ayotzinapa”.