Familiares y amigos de la doctora Adela Rivas Obé pidieron a las autoridades no dejar en libertad al imputado, Edgar Arturo por su asesinato, y consideraron que hacerlo sería enviar un mensaje de que en Guerrero se puede matar a una mujer sin tener un castigo, y señalaron que es del único caso de feminicidio en que hay un detenido por el crimen.
También hicieron una cadena de oración en el Zócalo de Acapulco para pedir que no haya más homicidios en Guerrero ni familias que tengan que sufrir el asesinato de un familiar en manos de “mentes perversas”.
En conferencia de prensa en el Zócalo, los familiares colgaron una manta en la que exigien justicia para la doctora Adela Rivas Obé.
El esposo de la doctora, Willi-baldo Rojas Arellano, pidió en nombre de la familia que se dé la “máxima pena para el sujeto que está preso y le quitó la vida de una manera muy sádica”, a quien la Fiscalía General del Estado (FGE) señala como responsable del asesinato.
Su hijo, Bolívar Darío Rojas Rivas demandó “justicia completa” y no a medias, y explicó que la familia teme que aunque haya pruebas que inculpen al detenido a éste se le exonere y salga libre.
Llamó a las autoridades a que se haga justicia en el único caso de feminicidio en que se tiene un detenido, “no pueden dejar libre a un feminicida, porque si lo dejan libre es un mensaje para todos aquellos que matan mujeres, es dar luz verde para que hagan y sigan cometiendo esos delitos, es decirles háganlo, hay impunidad, no se hace justicia” enfatizó.
Rojas Rivas dijo que las autoridades no quieren seguir el caso de robo de medicamentos que su madre investigaba, ni quiénes ni para dónde eran, pero que a la familia eso no le interesa, que lo que quiere es que el caso no quede impune.
“Nos preocupa que por omisión de las autoridades, por falta de voluntad, el detenido salga libre, está detenido mas no sentenciado”, consideró que si se deja en libertad al detenido por el homicidio de la doctora, Guerrero “va a ser un polvorín de muchas muertes más, entonces el gobierno debe de ser muy fuerte y muy capaz para todos aquellos que piensan hacer actos en contra de otras personas”.
Recordó que su madre desapareció el 22 de septiembre del 2016, que quien es acusado por el asesinato, según la Fiscalía la citó en un lugar de Zihuatanejo donde la golpeó, después la abandonó en un lugar desolado, le destruyó el rostro, le quitó sus objetos personales y el uniforme que llevaba puesto para evitar que fuera reconocida.
Agradeció que este caso sea de los pocos en que han encontrado el cuerpo de su familiar luego de que ha desaparecido, aunque enfatizó que no deberían de seguir ocurriendo hechos similares en el estado.
La hermana de Adela Rivas, María Angelina Rivas Obé solicitó al gobernador Héctor Astudillo y al fiscal, Javier Olea, que pongan atención en el caso porque se acerca la última audiencia, y con base en las pruebas debe quedar detenido quien está preso por el asesinato.
Consideró que de quedar detenido, la familia tendrá la tranquilidad de que no hará más daño y pagará “un poco lo que hizo” al asesinar a Adela Rivas, además de que si la sentencia se da en ese sentido, sería un “parte aguas para que las demás personas que hayan perdido familiares se acerquen a las autoridades a solicitar apoyo, como nosotros lo hicimos y nos lo han dado”.
La amiga de Rivas Obé, María de los Ángeles Santiago Dionicio dijo que es “indignante el asesinato tan cruel” que le hicieron a la doctora y pidió que se haga justicia, que se castigue conforme a la ley. “Que se ponga un alto a tantos asesinatos que ha habido, que tanto pregonó este gobierno que iba a haber un gobierno de orden y paz, y Guerrero parece un cementerio, de tantos muertos y fosas clandestinas que existen”.
El amigo de la familia, el abogado Rómulo Reza Hurtado pidió que se asignen tres jueces que sean de “comprobada probidad y honorabilidad” porque en el nuevo sistema que se está aplicando “se cometen muchos errores” y se requiere que las pruebas que se presenten sean revisadas con objetividad.
Aseguró que con el homicidio de la doctora “los médicos están muy agraviados por los especialistas que han sido asesinados, y nadie quiere venir a cubrirlos a Guerrero”, pues prefieren ganar menos en otros estados y con el cambio del hospital general de Acapulco a El Quemado renunciaron especialistas y otros se jubilaron por la inseguridad.
Después los familiares y amigos hicieron una cadena de oración para pedir que se haga justicia por la doctora, así como en otros feminicidios, y que no sigan ocurriendo hechos similares en el estado.