Excava Encinas con la Brigada de Búsqueda en Tepecoacuilco y halla un cuerpo; es “una verdadera tragedia humana”, señala

El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, camina al lado del buscador de desaparecidos, Mario Vergara, en un cerro de la comunidad de Tetelilla, donde encontraron una osamenta . Foto: Lenin Ocampo Torres

Zacarías Cervantes

Tetelilla, Tepecoacuilco

El subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas Rodríguez acompañó ayer a los integrantes de la cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Tetelilla, municipio de Tepecoacuilco, en donde exhumaron el cuerpo de una mujer en el panteón de la localidad, y en un cerro cercano en el que excavó el funcionario federal fue hallado el cuerpo de un hombre en una fosa clandestina.
En declaraciones en un receso, el funcionario federal afirmó que todo el país es una fosa clandestina, que existen al menos 26 mil personas no identificadas en los Servicios Médicos Forenses (Semefo), así como 40 mil personas desaparecidas en los últimos 10 años.
También declaró que hay estados como Guerrero en donde se han encontrado con resistencia para la identificación de cadáveres, y advirtió que en donde se acredite que hubo dolo, negligencia, omisión o complicidad de las autoridades para la identificación de los cuerpos deberá haber sanciones.
Anunció un programa nacional para el reconocimiento de los cuerpos depositados en los Semefos.
En esta población el funcionario recibió peticiones de familiares de desaparecidos de varios estados del país, para que se implemente un “plan urgente” de identificación de cuerpos depositados en los Semefos.
Encinas les respondió que el gobierno federal asumirá su responsabilidad y que destinará recursos suficientes para implementar un programa de localización de personas.
El funcionario llegó antes del mediodía a esta localidad, la ultima del municipio de Tepecoacuilco que colinda con los municipios de Huitzuco y con las localidades del Alto Balsas del municipio de Mártir de Cuilapan (Apango).
Allí los pobladores, la directora del jardín de niños Rosaura Zapata y de la escuela primaria Emiliano Zapata, así como el comisario municipal denunciaron que ésta es una de las comunidades más marginadas del municipio y que desde hace años demandan a los gobiernos estatal y federal la pavimentación de su carretera, y la construcción de un puente porque en la temporada de lluvias se quedan incomunicados porque no pueden cruzar un río que se encuentra entre Mayanalán y Tetelilla.
La directora del jardín de niños y los padres de familia de la escuela primaria denunciaron que, también, hace años han estado pidiendo al gobierno del estado la remodelación de las instalaciones, pero no han tenido respuesta y han sido los padres de familia quienes mediante cooperaciones dan mantenimiento y arreglan las instalaciones.
El funcionario federal se comprometió a “poner orden” y les ofreció venir cuando menos dos veces por semana a Guerrero para atender este tipo de demandas.
Después nombró a un enlace del gobierno federal con esa comunidad y para las comunidades de la zona para dar seguimiento a sus demandas.
A su vez, Mario Vergara, miembro de la cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas le pidió que no deje solos a los pobladores de esta localidad, porque le informó que cada vez que las familias de personas desaparecidas van a realizar búsquedas enseguida sufren las represalias del crimen organizado y requieren seguridad.

La exhumación

Encinas subió a un cerro cercano en donde está el panteón. Allí atestiguó el inicio de la apertura de una tumba de la que se exhumarían el cuerpo de una mujer que falleció en un accidente en abril del año pasado, cuando circulaba a bordo de una motocicleta con su pareja.
Una de las integrantes de la Brigada le explicó que la joven no era de la comunidad, que nadie la conocía y que tampoco nadie reclamó su cuerpo. “Desgraciadamente tenemos muchas familias que están buscando a mujeres con edades y condiciones de esta chica y sabemos que la gente del crimen organizado toma a muchachitas como ésta como si fueran sus mujeres o sus esposas, y muchas veces hasta tienen bebés, y por eso se les hace después difícil abandonar el crimen”.
Le informó que la intención de la exhumación de la joven es que la gente de Guerrero, aprenda a elaborar la documentación y se quede con el proceso para elaborar los expedientes cuando se haya retirado la Brigada y haya después la necesidad de la exhumación de cuerpos. “Lo que queremos es que los demás compañeros vayan teniendo más conocimiento para que le den seguimiento a lo que nos interesa, que es la localización de cuerpos”, expuso.
La misma joven le dijo que urge un plan de exhumación porque existen casos “gravísimos” como el de Tetelcingo, Morelos, en donde el Servicio Médico Forense ni siquiera tiene peritos para hacer autopsias, y no se toman registros.
Reprochó que en casos como el de Morelos y de otros estados no solamente el crimen organizado “desaparece a nuestros hermanos y a nuestros padres, sino es el mismo Estado el que lo hace”, por eso le insistió que es urgente que el gobierno federal implemente un plan nacional de exhumación.
Entonces el funcionario informó que el gobierno federal hará un anuncio en estos días de la creación de un Sistema Nacional de Búsqueda de Personas y que se hará un rediseño del sistema que ya existe, e informó que hay recursos suficientes, “no solamente para que la comisión trabaje, sino para fortalecer el programa de búsqueda, de exhumación y de identificación.
Agregó que le dará prioridad al trabajo de medicina forense para resolver el problema de la identificación de cuerpos en estados como Guerrero, Morelos, Jalisco y Baja California Norte, “donde existe una verdadera tragedia humana”.
Informó que a más tardar el 8 de febrero estará integrado el Sistema Nacional de Búsqueda, “con todo el apoyo del presidente de la República”.

Que intervenga ante la Fiscalía y el gobernador, le solicitan

El director del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), Manuel Olivares pidió la intervención de Alejandro Encinas ante la Fiscalía General de Guerrero y ante el gobernador Héctor Astudillo Flores, porque le dijo que han encontrado mucha resistencia en la Fiscalía para la identificación de cadáveres que se encuentran en los servicios médicos forenses.
Informó que el año pasado sólo con el apoyo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) pudieron identificar seis restos de personas que habían estado tres años en el Semefo, “lo cual significa que el mismo estado los tenía desaparecidos”, y afirmó que esto significa una doble desaparición.
Denunció que tanto el gobernador como el fiscal general no han permitido la participación del EAAF para que siga trabajando en la identificación de otros 60 cuerpos, aproximadamente, localizados en diferentes fosas y levantados en las calles de Chilapa.
“Nosotros hemos solicitado hasta por escrito y no lo permiten”, denunció, y le pidió que intervenga ante el gobernador y ante la Fiscalía para que permitan que el EAAF y otros grupos de antropología puedan intervenir para una más rápida identificación.
Olivares reprochó que no es posible que hasta ahorita la Fiscalía esté trabajando para identificar o documentar los casos de 701 cuerpos, “cuando se han acumulado decenas encima de ellos”.
Enseguida en declaraciones a reporteros Encinas Rodríguez informó que en el país hay una cifra estimada de 26 mil cuerpos sin identificar en las instalaciones de los servicios médicos forenses. Dijo que algunos se encuentran allí desde hace 6 años, pero que hay otros de mucho mayor tiempo.
Informó que la información que han ido recogiendo indica que existen de entre 38 a 40 mil personas desaparecidas y unas mil 100 fosas clandestinas identificadas y sin exhumar en el país.
Reconoció que esto implica un reto enorme para la actual administración porque no hay un desarrollo institucional, “y en muchos lugares no hay la voluntad de la autoridad estatal para enfrentar este problema”.
Informó que en muy pocos estados se han encontrado avances importantes como en Coahuila y Nuevo León, “pero en la mayor parte del país la búsqueda y el esfuerzo lo hacen los colectivos y las familias”.
A pregunta de un reportero, el funcionario declaró que en Guerrero “hay muchas resistencias, pero que las autoridades, “tienen que asumir una realidad lacerante porque es responsabilidad del estado enfrentar este problema y su solución”.
Agregó que el llamado para que asuman esta responsabilidad es a todos los estados del país, “este es un asunto de carácter nacional pero se agudiza por lo menos en 12 entidades y los gobernadores y los fiscales de los estados deben hacer su tarea”.
El subsecretario de Gobernación declaró que “es una gran fosa clandestina nuestro país” y advirtió que en todos los casos en donde se acredite que hubo dolo, negligencia, omisión o complicidad de las autoridades para la identificación de los cuerpos deberá de haber sanciones.
Insistió en que el gobierno federal pondrá en marcha el Sistema Nacional de Búsqueda que implicará la coordinación institucional entre el gobierno federal, los estados y sus fiscalías para la exhumación, identificación de cuerpos y desarrollar las capacidades institucionales para que se puedan identificar los restos humanos que se vayan encontrando.
Mientras el funcionario atestiguaba el inicio de la apertura de la tumba en el panteón, otro grupo de la Brigada exploraba en una zona cercana buscando fosas clandestinas.
Enseguida el funcionario se trasladó a un cerro cercano en una zona conocida como Los Guayabos, al poniente de Tetelilla, en donde los miembros de la Brigada le señalaron un lugar donde había la posibilidad de encontrar un cuerpo.
El funcionario federal se colocó unos guantes, tomó un pico y se puso a cavar. Cuando apenas había abierto un hoyo de unos 8 centímetros apareció la punta de una reata y quienes lo rodeaban gritaron: “¡ahí está!”. Siguió abriendo hasta que se descubrió parte de un cuerpo humano.
El hallazgo provocó sentimientos encontrados entre los familiares de los desaparecidos: unos gritaron de júbilo, otros comenzaron a sollozar, algunas parejas se abrazaron y todos, al unísono comenzaron a gritar: “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, y, “busca, busca, busca, no dejes de buscar, porque no descansaremos hasta poderlos encontrar”.
La apertura de la fosa clandestina se suspendió cuando los familiares e integrantes de la Brigada estuvieron convencidos que se trataba de un cuerpo humano, entonces dejaron la tarea a los peritos de la Fiscalía General de la República (antes Procuraduría General de la República).
La fosa clandestina se encontraba a unos 10 metros de una brecha. Allí a esa hora pasaba un campesino montado en su caballo quien dijo que el cadáver es de un hombre que fue visto semienterrado y ya comenzando a descomponerse el 1 de mayo del año pasado. “Unos niños lo encontraron atado con una reata y carcomido por los animales de un pie”, contó.
Explicó que para no meterse en problemas con los delincuentes o con las autoridades lo dejaron allí.
Dijo que hasta hace poco era común que personas extrañas recorrieran en vehículos ese camino y que los pobladores no les decían nada para no meterse en problemas, “qué bueno que ahora las autoridades ya se estén interesando en venir por aquí, van a encontrar muchas cosas y nosotros nos vamos a sentir más seguros”, dijo montado en su caballo a la orilla del camino.

 

Un taxista que dejó cinco menores huérfanos, entre los identificados por los forenses argentinos

Ángel Lara Hernández era taxista en Chilapa, dejó a cinco huérfanos. El 30 de noviembre de 2015 le solicitaron el servicio, abordaron su unidad y él los trasladó con rumbo desconocido. Desde entonces sus familiares no sabían de él hasta que sus restos se los entregaron ayer a pesar de que fueron encontrados el 5 de enero del 2016 en una fosa clandestina un mes y seis días después de que desapareció.
Sus familiares: “ya estamos enojados hasta la madre”, explotó ayer Reyna Hernández, prima de la víctima, en la antesala de las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) en donde acompañaba a la viuda de Ángel, una indígena nahua que no habla español.
Dijo que recibir el cadáver más de 3 años después es una prueba de que el gobierno no trabaja bien, “y ahora todavía no nos quieren apoyar para sepultarlo, después de que estuvimos esperando más de tres años para que nos dieran su cuerpo”, dijo la joven mujer a nombre de los familiares de la víctima.
Ángel Lara Hernández es uno de los seis desaparecidos cuyos restos fueron identificados mediante el trabajo de marzo y septiembre del año pasado de personal del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), para la confronta de su perfil genético con el de sus familiares para su identificación, debido a que la Fiscalía General del Estado (FGE) no había hecho los estudios.
Su cuerpo fue encontrado el 5 de enero de 2016 en una fosa clandestina en el punto conocido como El Huizache, municipio de Chilapa, y no se había obtenido su perfil genético ni el de sus familiares, por lo que estuvo como desconocido hasta el 11 de junio que se dieron a conocer los resultados de la confronta de datos del finado con el de sus familiares, que hizo el EAAF.
“Sentimos feo que nos lo entreguen después de tanto tiempo. Antes pensábamos que estaba vivo y nos preocupábamos si comía, o a lo mejor no, pero ahorita que sabemos que está muerto nos remueve la tristeza”, contó Reyna a un lado de la viuda, quien permaneció todo el tiempo con la vista clavada en el piso.
Ayer finalmente los familiares de Ángel recibieron lo que aún quedaba de su cuerpo, un envoltorio no mayor a 10 kilogramos en una caja de archivero de plástico en donde estuvo almacenado desde enero del 2016.
Reyna Hernández insistió: “es responsabilidad del gobierno, imagínese cuánto tiempo tuvimos que esperar para encontrarlo y después para que nos lo dieran. De verdad ya estamos cansados, y ahora no nos quieren apoyar, imagínate, nos quedamos sin dinero y ahorita tenemos que gastar para enterrarlo”.
Contó que Ángel era padre de cinco hijos menores de edad y que tienen que ir a la escuela, añadió que quien se hizo cargo fue la ahora viuda quien en adelante se hará cargo por completo de los niños por la ausencia definitiva del padre.
El jueves en una reunión con el presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Luis Camacho Mancilla, la misma Reyna le reclamó: “por qué no nos quiere apoyar, ¿que el dinero que tiene es para ustedes?, ese dinero es para nosotros, se lo dieron para las víctimas”.
Ayer cuando esperaba recibir a su familiar muerto reprochó que no pidieron ser víctimas, se quejó que lo son porque el gobierno no da seguridad, “y a ver, a los niños (sus sobrinos) les quitaron a su padre, y ahorita no sabemos si van a seguir estudiando porque no tenemos dinero”.
Triste, agregó: “los niños nos preguntaban, ¿a dónde está mi papá?” y contó que ellas les respondían que estaba trabajando, “pero nosotros no sabíamos que lo íbamos a encontrar muerto, ¿ahora qué les vamos a decir?”.

 

Halla la Policía Federal una fosa con dos cuerpos humanos en el libramiento a Tixtla; podría haber más

Alrededor de las seis de la tarde de ayer, la Policía Federal halló una fosa clandestina con dos cuerpos, en la misma zona donde el 12 de enero dos personas secuestradas escaparon de sus captores.
La Policía Federal halló la fosa cerca del kilometro 12 del nuevo libramiento Chilpancingo-Tixtla, justo a un costado del salón de fiestas Tepolmican, en el municipio de Tixtla.
Al lugar arribaron policías municipales y ministeriales de Tixtla para acordonar la zona del hallazgo, mientras que peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron al lugar para realizar las diligencias correspondientes.
En un principio se especuló que eran tres los cuerpos exhumados, pero con base en información recabada con fuentes oficiales trascendió que fueron dos cuerpos los que retiraron de la fosa clandestina.
Las autoridades informaron que desconocen la causa de las muertes.
Luego del hallazgo, el Servicio Médico Forense (Semefo) trasladó los restos a sus instalaciones en Chilpancingo para la necropsia correspondiente y determinar la identidad de los cuerpos.
Trascendió que en la zona podría haber más fosas clandestinas con restos humanos, de acuerdo con información de las autoridades.