La barbilla de Florencio Salazar Adame roza los micrófonos y grabadoras. El guerrerense quizá más destacado en estos momentos en la política del país, no le saca a ninguna pregunta.
Estamos en el lobby del hotel Crowne Plaza, donde habrá “importantes adhesiones” de priístas a la campaña del candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa. Y mientras la nube de reporteros cubre al paisano que ahora ocupa el cargo de secretario general adjunto del CEN panista, se siente la sombra. Una pesada sombra que viene del PRI.
Los nuevos calderonistas esperan detrás de Florencio. Junto a los panistas de siempre, los que casi nacieron de azul. Allí están los recién llegados, cobijados por el ex alcalde de Acapulco, Juan Salgado Tenorio, el tristemente célebre por El Paulinazo. El único al que saludan familiarmente, como en aquellos viejos tiempos en que se estaba arriba de un templete o en los lugares principales del presídium.
El cambio es de partidos, pero no de formas. Comienza la estampida para subir al salón Catalina, donde Florencio Salazar les abrirá formalmente las puertas del PAN.
Pasa cerca el priísta Abel Eloy Velasco, de los principales neosimpatizantes de Calderón que serán presentados en unos momentos en un acto en un pequeño salón del Crowne. Abel Eloy Velasco, cuyo último cargo en el PRI fue el de coordinador operativo de la campaña para gobernador de Héctor Astudillo Flores. Lo alcanza otro astudillista. Luego otro. Y otro.
La sombra crece. Se mueve.
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Hay quienes dicen que hace algunos meses Astudillo tuvo casi un pie adentro del PAN.
Las versiones no confirmadas cuentan que incluso estuvo a punto de ser incluido en la lista de candidatos plurinominales a diputado federal. No se sabe a bien lo que pasó, pero el acercamiento del blanquiazul con el ex candidato a gobernador habría ocurrido al ser excluido de la lista del PRI. Cuando Roberto Madrazo Pintado no le cumplió.
Y allí el operador habría sido Florencio Salazar, que con Astudillo, pertenecieron al grupo compacto de jóvenes que empezaron a escalar posiciones políticas en el PRI cuando el extinto José Francisco Ruiz Massieu fue gobernador. Dicen que, sin embargo, el principal obstáculo para la llegada de Astudillo al PAN, y por la puerta grande, fue nada menos que el presidente del CEN, Manuel Espino. El mismo que, por cierto, supuestamente lleva una excelente relación con el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, el que precisamente derrotó a Astudillo en las urnas bajo las siglas del PRD.
Florencio empujó con todo a Astudillo en los altos círculos del PAN, se cuenta, para incluirlo como la única cuota que le concede el CEN panista a Guerrero. Al final fue colado en el número ocho de la lista de plurinominales un Efraín Arizmendi Uribe, a quien sólo se le conoce por ser panista de los de Buenavista de Cuéllar. Y Astudillo no llegó.
Tan es cierta la versión, que algunos de los que colaboraron con él en su fallida campaña para gobernador, dicen que para Astudillo “vienen tiempos de definición”.

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Aquí están los priístas que se suman a Felipe Calderón, en el saloncito del Crowne. Un poco desencanchados, como que no saben dónde andan.
Se nota porque cuando toma la palabra, Abel Eloy Velasco pasa del PRI al PAN y luego, sin querer, hasta al PRD. “Hay que tener pasión y valor por México”, dice primero al justificar que no le dará su voto a Madrazo, el candidato de su partido. Y al final de su intervención remata diciendo que Calderón y el PAN son “el mejor proyecto alternativo de nación”, como se presenta Andrés Manuel López Obrador.
Juan Salgado Tenorio, por su parte, a la hora de la presentación de los asistentes no da con el nombre de sus nuevos compañeros de partido.
–Y aquí, nuestro amigo, el coordinador estatal de la campaña de nuestro candidato Felipe Calderón… una persona muy entrona, una persona muy luchona, una persona muy trabajadora… aquí, nuestro amigo, ex delegado federal… gracias por habernos recibido en tu partido, nuestro amigo coordinador.
–¡Marcos Efrén Parra! –le soplan desde alguna silla.
–Sí, cómo no, cómo no voy a acordarme del nombre de nuestro amigo Marcos, si no lo había olvidado, para nada.
Pasan lista a las nuevas adquisiciones. Cuauhtémoc Tabares, a quien recordamos en el comité de financiamiento de la campaña de Astudillo. El ex diputado local Ernesto Sandoval, de las familias de Chilpancingo, de donde fue alcalde su amigo Astudillo. “Por allá atrás, Esteban Valdeolívar, aunque se anda escondiendo un poco”, dice Juan Salgado cuando menciona al que fue jefe de prensa de la campaña de Astudillo.
En el pase de lista se escucha el nombre de César Paris Peralta, renejuarista de cepa, que también rondó alguna vez por el entorno de Astudillo. El mismo César Paris Peralta, que habría cambiado de camiseta de un día para otro. El mismo que apenas este lunes en las páginas de El Sur, todavía como coordinador de Enlace entre la dirigencia estatal priísta con sus candidatos, se llenaba la boca del presunto resultado de una encuesta de Mitofsky, que le da el triunfo al PRI en seis de los nueve distritos del estado y en la fórmula para el Senado.
La sombra de Astudillo se mueve. Pasa por aquí cerquita del acto del PAN.