El alcalde Evodio Velázquez Aguirre afirmó que Acapulco “está mejor que antes”, pero enfrenta problemas como la violencia “que lamentablemente nos pega con mucha rudeza” y la falta de dinero en la administración pública, que limita el desempeño institucional.
En entrevista con El Sur en la oficina de Presidencia, a propósito de su segundo informe de gobierno que persenta hoy ante el Cabildo, el alcalde habló de las dificultades de la administración municipal por el déficit heredado, de la inseguridad que prevalece en el municipio, de su relación con el gobernador Héctor Astudillo Flores y de sus aspiraciones políticas.
Velázquez Aguirre describió sus dos años de gobierno como “arduos” y “de gran satisfacción”.
Su paso por la Presidencia Municipal, dijo, es una meta personal que le exige el máximo esfuerzo de sus capacidades y está en un buen momento con la madurez, el entusiasmo y la voluntad para trabajar “en todos los frentes que deba, y para que le vaya bien a Acapulco estoy poniendo todo mi empeño”.
“No me estoy yendo por la tangente, soy un hombre que no agacha la cabeza, no soy sumiso a los problemas. Estoy haciendo mi papel de primer edil”, sostuvo.
“Estoy convencido que Acapulco está mejor que antes y eso vale la pena decirlo, hemos avanzado, sabemos que hay temas complicados como la inseguridad, la parte financiera, pero hoy Acapulco avanza”.
El alcalde fue cauteloso en sus declaraciones cuando se le preguntó sobre sus aspiraciones políticas, especialmente sobre la reelección a la que todos los alcaldes elegidos en 2015 pueden aspirar por primera vez de manera consecutiva. “Mi aspiración es ser alcalde, me falta un año, estoy haciendo todo lo que deba hacer para entregar un mejor Acapulco”.
Abundó que está “muy agradecido con Dios y con la gente” por la oportunidad de gobernar el municipio “el tema de la reelección no me quita el sueño, es un tema que hoy está mas allá de lo que pueda yo pensar. Hay que trabajar y convencer a la población de que se está avanzando y lo demás no estamos en los tiempos”.
Al insistirle sobre si concluirá su trienio o buscará otro cargo, evadió, dijo que su objetivo es que su administración deje un precedente de transparencia y rendición de cuentas. “Mi objetivo es estar en las páginas de los alcaldes de Acapulco y hoy soy alcalde de Acapulco.
–¿Su nombre estará en alguna de las boletas electoralesde 2018?
–No lo sé, estaremos primero enfocados en trabajar todos los días en Acapulco.
Agregó que está dispuesto a que se haga una comparación de lo que se hizo bien y lo que se hizo mal durante su gobierno. “Si en algún momento tengo que ser medido nuevamente por los ciudadanos pues estoy dispuesto, sin ningún temor, porque he hecho las cosas con transparencia, soy el mismo Evodio desde que llegué, con un poco más de arrugas”.
Velázquez Aguirre subrayó que está interesado en el debate nacional, para “hacer que las cosas cambien, pues no se han podido cambiar leyes que se necesitan, no se han podido mover condiciones para que municipios y estados tengan mayores presupuestos, cómo hacer que la desigualdad en el país de la parte norte no sea tanta a la parte sur, cómo hacer que la distribución de la riqueza sea más pareja para la gente que más lo necesita y no haya tanta desigualdad en México, los ricos más ricos y los jodidos más jodidos. Esa es la visión que mueve al alcalde Evodio Velázquez y entonces a eso le voy a apostar y a eso le voy a abonar, yo seré partícipe de poner en el centro del debate nacional y seré parte como dirigente de los alcaldes en el país, para buscar que se privilegie el interés de la gente por encima del interés de unos cuantos”.
“¿Para dónde va Evodio? pues Evodio va a ir a donde vaya ese gran movimiento para que México cambie”, concluyó.
A pregunta expresa sobre si le afectará para buscar la reelección el problema de la inseguridad en el municipio –calificado recientemente por el periódico The Washington Post como “la capital del homicidio en México”, el alcalde respondió que no, porque hace todo su esfuerzo para que Acapulco se pueda recuperar de este problema.
“Terminaremos con gran fortaleza la parte que falta de gobierno. En esta última etapa vendrán cosas de seguridad, no me estoy quedando con los brazos cruzados, sé del gran reto que significa”.
Sanos acercamientos y sanas distancias
De su relación con el gobernador Héctor Astudillo en los dos años de gobierno, el alcalde indicó que “no hay nada de fondo que pueda decir que me aleja del gobernador” y aseguró que mantiene una “buena relación en lo político, pero también aspirando a lo personal”.
El alcalde no habló directamente de los casos en los que han sido públicas sis discrepancias con el gobernador y sostuvo que ha mantenido diálogo con “sanos acercamientos y sanas distancias”.
Insistió en que hay “respeto institucional” entre las autoridades federales y estatales, porque son autoridades de todos los mexicanos “y estamos obligados a tomar acuerdos que beneficien a los ciudadanos”.
Dijo que su trabajo como alcalde emanado de un partido distinto al que gobierna el estado y el país “requiere de más diálogo y acuerdos, de más cabildeo” para encontrar coincidencias, “sin atropellar ninguna convicción personal, ideológica que permita que construyamos cosas”, pero “todo sería más fácil si las cosas fluyeran con mayor entendimiento”, aceptó.
Al día
Velázquez Aguirre admitió que su gobierno va “al día” en asuntos financieros, pues recibió una administración con un déficit pero destacó que no ha recurrido a préstamos a largo plazo, como lo hicieron administraciones anteriores para solventar el gasto del gobierno municipal.
Indicó que la situación financiera del municipio es “complicada” pues tiene que enfrentar deudas con constructores y proveedores, laudos y contratos, como el suscrito con la empresa Óptima Energía en 2011 que tiene al gobierno “amarrado de las manos”.
“Voy al día, sí, es cierto pero estamos sacando todos los problemas del ayuntamiento conforme a las condiciones que se vayan teniendo financieramente hablando”.
Aseguró que en el caso del Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG) se han hecho pagos, pero estos se acumulan en la cuenta heredada, “lo que estamos pidiendo es que nos contabilicen lo que nosotros pagamos para el tramo en que estamos”.
Del conflicto financiero que enfrenta la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), Velázquez Aguirre señaló, sin dar nombres, que “hay un linchamiento de aquellos que originaron el tema de la CAPAMA, hay que decirlo con toda claridad, aquellos momentos que se saben bien y están plasmados en la historia. No daré nombres. Lo que tiene hoy el alcalde es un tema heredado de muchos momentos de la administración de Acapulco y estamos haciéndole frente”
Razonó que la paramunicipal “es un reto” y confió en que al término de su administración habrá avances “significativos” con una reestructuración financiera y administrativa.
Del escrutinio que realiza la Auditoría General del Estado (AGE) en la CAPAMA, el alcalde insistió en que “no encontraran nada turbio” en la paramunicipal, porque “no se está haciendo nada fuera de la legalidad y cada quien tiene que ser responsable de sus actos”.
Sobre el adeudo que la CAPAMA mantiene con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por el consumo de energía eléctrica, Velázquez Aguirre dijo que esa deuda es “impagable” y por eso están en negociación con la paraestatal, “lo justo lo podemos pagar, lo injusto no podemos, porque no hay condiciones”.
Lo más complicado
A dos años de haber asumido el cargo, el alcalde sopesó que el problema de la inseguridad y la violencia sigue siendo el reto del municipio, y es uno de los asuntos más complicados que ha enfrentado su gobierno, porque es un problema rezagado desde hace más de una década.
Velázquez Aguirre reflexionó que el problema de la inseguridad es el principal que tiene la ciudad, por las condiciones de desigualdad y pobreza que hay en el municipio.
“Acapulco tiene pobreza, desigualdad y grandes contrastes, pues conviven los ciudadanos de casas millonarias como Las Brisas y los ciudadanos que viven con techos de cartón en una colonia popular, el Acapulco del glamour, el Acapulco de la pobreza urbana que existe en la Zapata, Renacimiento y otras colonias. El reto es atender los Acapulcos que hay en la ciudad: turístico, conurbado y rural”.
Sostuvo que en el combate a la violencia y la inseguridad, hace su trabajo de prevención con obra pública, servicios públicos, explicó que hacer canchas deportivas, entregar fertilizante gratuito y fomentar la convivencia con programas como Domingos Deportivos es hacer obra social para la prevención de la violencia.
La parte de seguridad operativa, abundó, le corresponde al Ejército.
Evodio Velázquez señaló como logros de su administración que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu), realizada por el INEGI, Acapulco ya no está entre las 10 ciudades con mayor percepción de inseguridad en el país y que fue el propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien confirmó que hubo una disminución de las muertes dolosas y los índices delictivos. “Eso quiere decir que lo estamos haciendo bien”.
“Son logros que ahí están, ¿suficientes? creo que no son suficientes, yo creo que no hay que descansar hasta erradicar este flagelo que pega todos los días en este México que tanto quisiéramos que saliera de los problemas”.
“Yo creo que mi administración está haciendo lo que podemos hacer de acuerdo con las condiciones financieras y de acuerdo con un problema, que no es un problema solo del alcalde, es un problema que tiene que ver con la coordinación con los diferentes órdenes de gobierno, la estrategia de seguridad no la dicta el alcalde, la dicta el Ejército mexicano, nosotros coordinamos esfuerzos”.
El alcalde se pronunció a favor de la Ley de Seguridad Interior que está pendiente de aprobación. “El Ejército es un gran apoyo y deben hacerse las reformas pertinentes a la ley y permita a los militares tener mayores condiciones, no sólo en la estrategia sino en la operatividad”.
Urgió a que se modifique el código penal para que el delito de extorsión sea clasificado como grave y quienes lo cometen no puedan quedar en libertad. “Cada quien tiene que hacer su parte, reformar las leyes que se tengan que reformar, lo tengamos que hacer, cada uno desde su trinchera y coordinar esfuerzos”.
Al recordarle que él es la autoridad del municipio y que los ciudadanos le exigen a él que resuelva el problema de la inseguridad, Velázquez Aguirre aclaró que los ciudadanos no solo votaron por él sino también por diputados y corresponde a éstos “hacer leyes más duras, que permitan que a los que detienen en las calles los puedas procesar de manera inmediata y no salgan de manera impune a la semana”.
Alegó que no evade su responsabilidad en el combate a la inseguridad y que lo asume de cara a la población. Añadió que hay mejoras en la policía municipal, estimó que el 80 por ciento de los policías estarán certificados al concluir su administración, además cuentan prestaciones como seguro de vida, comedor, uniformes, equipo.