Devela López Rosas busto de José Martí en playa Papagayo

Descarada vigilancia de agentes federales en los actos de solidaridad con Cuba

Inaugura el alcalde el Segundo Encuentro Juvenil México-Cuba. Regreso de los cubanos a actos oficiales en México, después del enfriamiento de relaciones con su país

Aurelio Peláez

-Sí, señor, ahora está hablando el secretario de las Juventudes Comunistas.

-Sí, sí, están dos diputadas federales del PRD…

Minuto por minuto, agentes de Gobernación federal y de inteligencia militar, desconocidos en el medio periodístico local, reportaban los pasos de los cubanos en Acapulco. Ayer, el presidente municipal Alberto López Rosas develó un busto del prócer cubano José Martí, en el paseo de la playa Papagayo, y posteriormente inauguró los trabajos del Segundo Encuentro Juvenil México-Cuba, acto al cual asistió el primer secretario de la Embajada de Cuba en México, Eladio Iglesias Pérez.

En el primer acto oficial al que asisten los cubanos, luego de que el gobierno de Vicente Fox retirara a la embajadora de nuestro país en la Habana, Roberta Lajous, y ordenara la salida del país del embajador de ese país en México, Roberto Bolaños. En Acapulco, los isleños se explayaron en un discurso anti-imperialista, secundados por jóvenes mexicanos provenientes de 16 estados del país, en particular de Durango y Nayarit, que aportaron la mayoría de los 250 delegados a este encuentro juvenil.

Emocionado al participar en el encuentro juvenil, Eladio Iglesias, el primer secretario de la Embajada y por ahora uno de los principales representantes diplomáticos de ese país, se desvivió unos 40 minutos con un discurso anti-Bush y en una defensa de la revolución cubana y de su presidente, el comandante Fidel Castro.

Agentes de Gobernación, cámaras fotográficas, grabadoras, teléfonos celulares abiertos, nerviosos, camuflajeados entre los estudiantes, reportaban su estadía minuto por minuto, esperando quizá un discurso anti-mexicano o anti Fox para preparar la segunda deportación de cubanos.

-Yanquis sí, gringos no.

-Viva el Partido Comunista Cubano.

-Viva Fidel Castro – se escucharon las consignas a lo largo de la develación del busto a José Martí, en Playa Papagayo, y en la inauguración del encuentro juvenil, en el hotel Qualton. Las consignas las encabezaban principalmente los veteranos, como el ex diputado federal por el PT, Félix Castellanos; el ex dirigente de la ACNR, exiliado en Cuba en los setentas, Ismael Bracho Campos, o el profesor universitario de la UAG, José Antonio Quevedo. Otras corrieron a cuenta del joven líder de la Corriente Crítica de México, Inti Calderón.

En playa Papagayo, a pleno sol, se develó el busto de José Martí, una escultura que estuvo a punto de no estar a tiempo, pues los cubanos la donaron hace un año al gobierno de Guerrero, y cuando se le requirió para instalarse en la nueva plaza, estaba pérdida. Finalmente, ahora sí que la inteligencia cubana entró en acción, y se descubrió que el busto del autor de La Niña de Guatemala era ya parte de la colección privada de la ex directora de Cultura de Guerrero, Sonia Amelio. El papeleo para recuperarla le llevó al ayuntamiento cerca de un año, lo justo para asegurarle su inmortalidad en una plaza frente a las playas.

Ahí, en un acto con bombo y platillo: escolta estudiantil, banda de guerra, banda de música, himno nacional de por medio, Joan Cabo Morales, presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria cubana, hizo una remembranza del paso de José Martí en México, a 109 años de su asesinato.

Después, el contingente cubano, con el alcalde, fueron a una comida privada. Ahí, los estudiantes pro-cubanos, pro castristas o antiyanquis –había de todo- fueron sometidos a una prueba de lealtad y esperaron por más de una hora, según la agenda oficial, el comienzo del acto de inauguración del encuentro juvenil.

En el lobby del Qualton las camisas con imágenes del Ché, de frases de apoyo a Cuba, y una que otra a favor de la legalización de la mota. Los agentes de Gobernación foráneos –no los habituales con los que coinciden y conviven los periodistas- pretendían pasar inadvertidos, aunque algunos apenas disimulaban su espanto por mezclarse con tanto izquierdista.

Los estudiantes tuvieron que pasar otra prueba: el discurso del primer secretario de la Embajada de la Habana, Eladio Iglesias, quien por más de cuarenta minutos se desvivió en ataques a Bush y al imperialismo Yanqui, en la defensa de los logros de la Revolución, de Fidel Castro, del Patria o Muerte, y en insistir que en Cuba “no ha habido ninguna tortura, ningún desaparecido, ningún ejecutado, ningún grupo paramilitar, ningún ataque con gases lacrimógenos ni con caballería” a sus ciudadanos.

En el presídium, al centro el alcalde López Rosas, había muestras de desesperación ante la posibilidad de que Iglesias quisiera igualar el record Guiness de Fidel Castro en un discurso, de nueve horas, o al menos dejarlo en una de sus ejercicios retóricos habituales, de unas cuatro horas, como el del pasado 15 de mayo. A sus lados estaban los síndicos Marcial Rodríguez Saldaña –abucheado por el sector de jóvenes acapulqueños- y Fernando Donoso Pérez, aplaudido, así como la secretaria de Desarrollo Social, Rossana Mora. Por los cubanos, estuvo Joel Queipo Ruiz, primer secretario de las Juventudes Comunistas de Cuba. Abajo estaban las diputadas federales Yadira Serrano, de Guerrero, y Jazmín Zepeda, presidenta de la Comisión de la Juventud.

Queipo habló antes que Iglesias, y en su discurso, breve, de unos cinco minutos, también asumió una posición antiimperialista, donde evadió tocar el caso del voto del gobierno de México en Ginebra, durante la asamblea de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el cual fue a favor de enviar un relator para evaluar la condición de sus derechos humanos, lo que se entendió como una condena al gobierno cubano.

Queipo, hábil, sostuvo que Cuba era agredido por los medios “occidentales”, que “estamos en guerra contra el imperio” y denunció que el gobierno de la isla ha denunciado “la doble moral” del imperio, sin una referencia explícita a Estados Unidos, el cual, dijo, “manipula a los países del tercer mundo”, como en Ginebra, para promover la condena a Cuba.

Hasta ahí los agentes de Gobernación solo manejaban alusiones, ambiguedades, parábolas, hasta que al cerrar los discursos, López Rosas les dio nota al pedir aplausos para Roberto Bolaños, el embajador de La Habana retirado por el gobierno mexicano, y para la también diplomática mexicana retirada de Cuba, Roberta Lajous.

Pidió a los asistentes –cerca de la mitad defeccionó a la mitad del discurso de Iglesias- ponerse de pie y aplaudir a los diplomáticos, quienes “vieron truncadas sus presencias por una decisión que los mexicanos aún no acabamos de entender, y que sea nuestra exigencia para que se restablezca la normalidad en las relaciones entre los dos países”.

Los agentes de Gobernación volvieron a marcar sus celulares, aunque en el caso del alcalde es un sujeto no expulsable del país, para mal del gobierno foxista.

El encuentro de los jóvenes continuará este jueves y viernes.

Devela López Rosas busto de José Martí en playa Papagayo

 

 Descarada vigilancia de agentes federales en los actos de solidaridad con Cuba

 Inaugura el alcalde el Segundo Encuentro Juvenil México-Cuba. Regreso de los cubanos a actos oficiales en México, después del enfriamiento de relaciones con su país

 Aurelio Peláez

-Sí, señor, ahora está hablando el secretario de las Juventudes Comunistas.

-Sí, sí, están dos diputadas federales del PRD…

Minuto por minuto, agentes de Gobernación federal y de inteligencia militar, desconocidos en el medio periodístico local, reportaban los pasos de los cubanos en Acapulco. Ayer, el presidente municipal Alberto López Rosas develó un busto del prócer cubano José Martí, en el paseo de la playa Papagayo, y posteriormente inauguró los trabajos del Segundo Encuentro Juvenil México-Cuba, acto al cual asistió el primer secretario de la Embajada de Cuba en México, Eladio Iglesias Pérez.

En el primer acto oficial al que asisten los cubanos, luego de que el gobierno de Vicente Fox retirara a la embajadora de nuestro país en la Habana, Roberta Lajous, y ordenara la salida del país del embajador de ese país en México, Roberto Bolaños. En Acapulco, los isleños se explayaron en un discurso anti-imperialista, secundados por jóvenes mexicanos provenientes de 16 estados del país, en particular de Durango y Nayarit, que aportaron la mayoría de los 250 delegados a este encuentro juvenil.

Emocionado al participar en el encuentro juvenil, Eladio Iglesias, el primer secretario de la Embajada y por ahora uno de los principales representantes diplomáticos de ese país, se desvivió unos 40 minutos con un discurso anti-Bush y en una defensa de la revolución cubana y de su presidente, el comandante Fidel Castro.

Agentes de Gobernación, cámaras fotográficas, grabadoras, teléfonos celulares abiertos, nerviosos, camuflajeados entre los estudiantes, reportaban su estadía minuto por minuto, esperando quizá un discurso anti-mexicano o anti Fox para preparar la segunda deportación de cubanos.

-Yanquis sí, gringos no.

-Viva el Partido Comunista Cubano.

-Viva Fidel Castro – se escucharon las consignas a lo largo de la develación del busto a José Martí, en Playa Papagayo, y en la inauguración del encuentro juvenil, en el hotel Qualton. Las consignas las encabezaban principalmente los veteranos, como el ex diputado federal por el PT, Félix Castellanos; el ex dirigente de la ACNR, exiliado en Cuba en los setentas, Ismael Bracho Campos, o el profesor universitario de la UAG, José Antonio Quevedo. Otras corrieron a cuenta del joven líder de la Corriente Crítica de México, Inti Calderón.

En playa Papagayo, a pleno sol, se develó el busto de José Martí, una escultura que estuvo a punto de no estar a tiempo, pues los cubanos la donaron hace un año al gobierno de Guerrero, y cuando se le requirió para instalarse en la nueva plaza, estaba pérdida. Finalmente, ahora sí que la inteligencia cubana entró en acción, y se descubrió que el busto del autor de La Niña de Guatemala era ya parte de la colección privada de la ex directora de Cultura de Guerrero, Sonia Amelio. El papeleo para recuperarla le llevó al ayuntamiento cerca de un año, lo justo para asegurarle su inmortalidad en una plaza frente a las playas.

Ahí, en un acto con bombo y platillo: escolta estudiantil, banda de guerra, banda de música, himno nacional de por medio, Joan Cabo Morales, presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria cubana, hizo una remembranza del paso de José Martí en México, a 109 años de su asesinato.

Después, el contingente cubano, con el alcalde, fueron a una comida privada. Ahí, los estudiantes pro-cubanos, pro castristas o antiyanquis –había de todo- fueron sometidos a una prueba de lealtad y esperaron por más de una hora, según la agenda oficial, el comienzo del acto de inauguración del encuentro juvenil.

En el lobby del Qualton las camisas con imágenes del Ché, de frases de apoyo a Cuba, y una que otra a favor de la legalización de la mota. Los agentes de Gobernación foráneos –no los habituales con los que coinciden y conviven los periodistas- pretendían pasar inadvertidos, aunque algunos apenas disimulaban su espanto por mezclarse con tanto izquierdista.

Los estudiantes tuvieron que pasar otra prueba: el discurso del primer secretario de la Embajada de la Habana, Eladio Iglesias, quien por más de cuarenta minutos se desvivió en ataques a Bush y al imperialismo Yanqui, en la defensa de los logros de la Revolución, de Fidel Castro, del Patria o Muerte, y en insistir que en Cuba “no ha habido ninguna tortura, ningún desaparecido, ningún ejecutado, ningún grupo paramilitar, ningún ataque con gases lacrimógenos ni con caballería” a sus ciudadanos.

En el presídium, al centro el alcalde López Rosas, había muestras de desesperación ante la posibilidad de que Iglesias quisiera igualar el record Guiness de Fidel Castro en un discurso, de nueve horas, o al menos dejarlo en una de sus ejercicios retóricos habituales, de unas cuatro horas, como el del pasado 15 de mayo. A sus lados estaban los síndicos Marcial Rodríguez Saldaña –abucheado por el sector de jóvenes acapulqueños- y Fernando Donoso Pérez, aplaudido, así como la secretaria de Desarrollo Social, Rossana Mora. Por los cubanos, estuvo Joel Queipo Ruiz, primer secretario de las Juventudes Comunistas de Cuba. Abajo estaban las diputadas federales Yadira Serrano, de Guerrero, y Jazmín Zepeda, presidenta de la Comisión de la Juventud.

Queipo habló antes que Iglesias, y en su discurso, breve, de unos cinco minutos, también asumió una posición antiimperialista, donde evadió tocar el caso del voto del gobierno de México en Ginebra, durante la asamblea de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, el cual fue a favor de enviar un relator para evaluar la condición de sus derechos humanos, lo que se entendió como una condena al gobierno cubano.

Queipo, hábil, sostuvo que Cuba era agredido por los medios “occidentales”, que “estamos en guerra contra el imperio” y denunció que el gobierno de la isla ha denunciado “la doble moral” del imperio, sin una referencia explícita a Estados Unidos, el cual, dijo, “manipula a los países del tercer mundo”, como en Ginebra, para promover la condena a Cuba.

Hasta ahí los agentes de Gobernación solo manejaban alusiones, ambiguedades, parábolas, hasta que al cerrar los discursos, López Rosas les dio nota al pedir aplausos para Roberto Bolaños, el embajador de La Habana retirado por el gobierno mexicano, y para la también diplomática mexicana retirada de Cuba, Roberta Lajous.

Pidió a los asistentes –cerca de la mitad defeccionó a la mitad del discurso de Iglesias- ponerse de pie y aplaudir a los diplomáticos, quienes “vieron truncadas sus presencias por una decisión que los mexicanos aún no acabamos de entender, y que sea nuestra exigencia para que se restablezca la normalidad en las relaciones entre los dos países”.

Los agentes de Gobernación volvieron a marcar sus celulares, aunque en el caso del alcalde es un sujeto no expulsable del país, para mal del gobierno foxista.

El encuentro de los jóvenes continuará este jueves y viernes.

Asistirá a la develación del busto de Martí, un diplomático cubano: Rossana

Magdalena Cisneros La secretaria de Desarrollo Social, Rossana Mora Patiño, informó que en la inauguración del busto de José Martí, con el cual comienza el Encuentro Nacional Juvenil de Solidaridad con Cuba -que se llevará a cabo del 19 al 22 de mayo en el puerto de Acapulco-, estará el primer secretario de la Embajada de Cuba en México, Eladio Iglesias Pérez.

Mora Patiño indicó que esperan unos 300 jóvenes, 12 de ellos de Cuba, y con el Encuentro se busca estrechar los lazos de amistad y fraternidad entre la juventud de Cuba y México.

Después de la develación del monumento que estará cerca del Asta Bandera, y de una guardia de honor de la delegación cubana en el monumento a Benito Juárez en el Zócalo, comenzarán las conferencias para los jóvenes como: José Martí y la Juventud de Nuestra América; la Batalla de Ideas en Cuba y los nuevos programas de la Revolución; Movimiento Estudiantil en América Latina y El Caribe; así como mesas de trabajo sobre diversos temas.

En Acapulco, ya se encuentran jóvenes cubanos integrantes de la Unión de Jóvenes Comunistas, como la secretaria de Relaciones Internacionales, Pianet Pía Estrabao; de Finanzas, Soraya Padrón Valdéz; de Asuntos Generales, Tania Hidalgo Silva; de Asuntos Políticos, Fernando Meléndez. Por México, participarán, entre otros, el líder del Movimiento Solidaridad en el estado de Hidalgo, Javier Estrella, y el coordinador general de Movimiento Solidaridad con Cuba, José Santos Urbina.