El director de la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad del estado, Miguel Ángel Piña Garibay, aseguró que las ocho Urvan del servicio público capitalino que fueron quemadas en diciembre tienen un número económico y placas de circulación oficial.
Consultado vía telefónica respecto a la quema de las camionetas del servicio público, comentó que no ha tenido acercamiento con los líderes transportistas para hablar de estos hechos violentos.
En un recorrido por la ciudad el viernes pasado, se constató que dejaron de circular Urvan sin placas, y un chofer consultado informó que lo único que tienen en común las Urvan que fueron quemadas es que no tenían placas de circulación del servicio público del estado.
En cada una de las rutas se les preguntó a los choferes si sabían a que organización pertenecían las camionetas que fueron incendiadas, pero aseguraron que no sabían.
Ayer a pregunta expresa sobre si las ocho camionetas contaban con su documentación legal, aseguró que todas tenían las placas y números económicos necesarios para circular en la ciudad y brindar el servicio de transporte. “Son números económicos perfectamente emplacados, concesionados, los que tuvieron ese percance”, agregó.
También se le preguntó si contaba con la información de a qué organización corresponden los camionetas quemadas, pero respondió que su dependencia no guarda esa información sobre los números o placas entregadas.
El sábado 19 de diciembre fueron quemadas tres camionetas de las rutas Jacarandas, Plan de Ayala e Independencia, mientras que el miércoles 23 de diciembre fueron quemadas cinco camionetas de las rutas 21 de Marzo, Tomatal, PRI y Cooperativa.
El cambio de camiones por Urvan en Acapulco fue una propuesta
Respecto de las declaraciones de los líderes de choferes de camiones urbanos sobre la poca factibilidad del cambio de modalidad a camionetas tipo Urvan, el funcionario estatal dijo que no se trata de un mala planeación del Acabús, sino de la poca maniobrabilidad que tienen los autobuses urbanos en el centro.
Agregó que el cambio significa una nueva inversión para los transportistas, por ello el malestar, y recordó que el cambio de unidades sólo fue una propuesta para evitar el congestionamiento en el centro.
“No es un asunto fácil, se tiene que hacer un proyecto a solicitud de los trasportistas para que se analice la posibilidad, aunque la vialidad ayudaría mucho”, agregó.
Reitero que los urbaneros estorban mucho en los espacios estrechos, donde necesitan dar vueltas y terminan bloqueando la circulación.
Dijo que cuando funcione el Acabús en el centro hacia el zócalo quedaría muy reducido el paso, pero que incluso no es para todos los transportistas sino sólo para algunos, como el bloque dos que circula sobre garita y caleta y en el bloque 5 que son de jardín.
“Tendrían que presentar un proyecto ante le gobernador para que ayude con un programa de deschatarrizacion o que les den enganches para que las agencias les den las Urvan”, comentó, e insistió en que no se les puede obligar al cambio de modalidad, por lo que insistió que se trata de sólo de una recomendación para mejorar la circulación.