Con turistas y vecinos inconformes, sillas con apartados especiales y abucheos al gobernador, Rogelio Ortega Martínez, se inauguró la Novena edición del Festival de La Nao en el Fuerte de San Diego.
El alcalde, Evodio Velázquez Aguirre, expuso que son más los que quieren paz, armonía y progreso en Acapulco y que era el mensaje que querían enviar con La Nao.
Los asientos en de la explanada del fuerte de San Diego estaban apartados en las primeras filas para los regidores y diputados, después en los respaldos de los mismos había etiquetas colocadas la tercera fila para “funcionarios municipales”, la cuarta, quinta y sexta para “familia”, le seguía una de “invitados especiales” que se combinaba con dos más que tenían la leyenda “DIF”.
A los reporteros que se sentaron en las sillas con la etiqueta “familia” por estar cerca de las bocinas del lugar, organizadores del festival les pidieron que se quitaran, y les indicaron que para la prensa estaban las últimas filas.
Para el público en general, que ingresó al lugar con boleto, los dirigían por la rampa a las gradas colocadas en la parte superior del fuerte y no les permitían la valla de jóvenes que estaba colocada en la entrada sentarse en las sillas de la parte inferior.
“¿Dónde están los asientos para la familia del secretario de Sedesol?” preguntó un hombre a una de las jóvenes de la valla, señalándole a una pareja joven que lo acompañaban y a los cuales dirigieron después a los asientos ubicados al frente del escenario. En las que estaban funcionarios municipales, estatales, autoridades navales y la familia de éstos.
Afuera, en la explanada del estacionamiento, se colocó una pantalla para trasmitir el concierto y unas 50 sillas plegables.
En el acceso principal al fuerte se colocó una valla de jóvenes y de empleados de Protección Civil que no permitió el ingresó una vez iniciado el concierto, turistas que llegaron a la presentación del primer concierto del Festival de La Nao para escuchar al cantautor Armando Manzanero se quejaron de que llegaron desde las 6:30 de la tarde y por no llevar boleto no los dejaron entrar.
Así lo denuncia la turista Cruschel Caballero García quien permanecía aun empezado el concierto esperando que los dejaran ingresar y es que en un momento le informaron a los empleados de Protección Civil que podían ingresar 35 personas, a las que pidieron que se formaran, mientras por los lados del acceso, por el área verde, seguían entrando invitados especiales.
Personas sin boleto, a las que del interior salían a recibir ingresaban al concierto sin problema. Una de las personas que llegó ya iniciado el concierto fue a la regidora de Movimiento Ciudadano, María Antonieta Guzmán Visairo.
“No hay la cultura, no hemos aprendido a organizar un evento de esta naturaleza, convocan y ahí adentro nada más están los políticos, el presidente municipal, sus amigos, estamos muy mal, este gobierno no ha sabido asumir la cultura de la organización, va comenzando y comienza mal” reprochó Hugo Martínez.
“Para verlo en una pantalla lo veo en mi casa”, se quejó una de las vecinas que estaba en la valla intentando ingresar y reprochando que para qué se gastaron dinero en publicidad para decir que eran actividades gratuitas cuando no los dejan entrar sin boleto.
Al subir al escenario para su discurso, el gobernador fue abucheado por los asistentes y se escuchó un grito de “bájate”, por lo que al llegar al micrófono dijo a los asistentes que ya pronto llegaba Manzanero.
Rogelio Ortega resaltó que los que estaban ahí quieren un mejor y renovado Acapulco, “no dejemos que se nos vaya de las manos este hermoso puerto” y la ciudad que ha sido la ventana de México para el mundo.
“Quien siembra vientos cosecha tempestades, quien siembra educación y cultura cosecha armonía y paz, y la armonía y paz permite el desarrollo del pueblo”.
El gobernador informó que se regaló una réplica a escala del Galeón San Pedro hecho por Marcelo Adano, debido a que la entrega del mismo se hizo en privado, en una de las salas del Fuerte de San Diego. Y celebró la asistencia del ex alcalde Félix Salgado Macedonio quien instituyó el Festival de La Nao.
En su intervención, el alcalde Evodio Velázquez expuso que La Nao era una fiesta para unificar a las familias acapulqueñas y mandar un mensaje de paz, armonía y hermandad, “somos más los que queremos paz, armonía y progreso, millones en el mundo los que tenemos una historia que contar en Acapulco”.
Resaltó que el festival refleja la unión entre dos continentes, así como la del pueblo acapulqueño decidido a que la ciudad siga brillando con intensidad, siendo un destino turístico maravilloso, en el cual confían miles de mexicanos y ciudadanos de diferentes países.
“Acapulco hoy empieza una nueva etapa, está en la construcción con una nueva visión, seguirá siendo el lugar competitivo y mágico con los demás destinos del mundo”, enfatizó. Envió un gran abrazo a los que estaban escuchando la transmisión de la inauguración a los que dijo que Acapulco “los espera con los brazos abiertos. También agradeció a los asistentes, a las autoridades, al gobernador “por su confianza” y los que hicieron posible que “la Nao sea una realidad nuevamente” y los países que confiaron en el festival.
A quien el público cortó su discurso con un “a ver a qué hora” fue al director del Fuerte de San Diego, Víctor Hugo Jasso, quien sólo alcanzó a agradecer a las autoridades su asistencia y lo cortó para ser breve.