Las autoridades municipales de la comunidad na savi de Tototepec, fueron llamadas a trabajar en unidad para beneficio del pueblo y estas pidieron apoyo en su encomienda al santo patrono del pueblo, San Miguel Arcángel.
La ceremonia no se realizó en la comisaría porque ésta aún permanece cerrada debido al conflicto por diferencias partidistas desde hace un año, y el Cabildo aún no tiene fecha para abrirla.
En Yuku Saa (lugar de pájaros) las autoridades llegaron al panteón, donde fueron recibidos con confeti, collares de flores, cohetes y banda de viento para acompañarlos al centro del poblado.  Esta vez llegaron juntos el comisario Abundio Campos Hernández y su suplente Maurilio Maldonado, el delegado de la colonia Centro, Nicolás Maldonado y su suplente, Juan Felipe Calleja, y el de la colonia de Agua Zarca, Miguel Serrano León y su suplente Pascasio Hernández, y mencionaron que lo hicieron en pos de la unidad.
A tres cuadras de la plaza fueron encontrados por un grupo que llevaba velas, collares hechos con la flor de nochebuena, confeti, y además llevaban en hombros la imagen de San Miguel Arcángel, mientras rezaban y pedían por ellos en tu’un savi.
Luego, cada una de las autoridades se hincaron frente a San Miguel y pidieron fuerza en su encomienda. El comisario Abundio  Campos imploró unidad, necesaria en el poblado para mejorar la participación de todos sin importar su ideología. Después les entregaron su vela que llevaron en manos hasta la iglesia.
En la iglesia se llevó a cabo una misa, y el padre Mario Campos dijo que esperaba que actuaran con el interés de ayudar al pueblo y no con fines personales, “que no gobiernen las vísceras sino el buen corazón y ver por todos, no por un grupo, aunque se sabe que ser autoridad no es fácil”, expresó.
Les comentó que el mal no se combate con violencia y esperaba que se restableciera la armonía y se apoyaran las buenas iniciativas, porque sólo era un año de trabajo.
Después de la misa cada autoridad salió hacia su delegación, en el caso del comisario la comida se hizo en la plaza, donde leyó el oficio en el que se le reconoce como autoridad y procedió a cortar un listón en la puerta de la comisaría de manera simbólica, pues ésta continúa cerrada.
Fue acompañado por integrantes de la Policía Comunitaria del poblado, la cual dejó de funcionar de manera temporal mientras se elegían autoridades.
Al lugar llegó el diputado federal Victoriano Wences Real para acompañar al comisario. Luego de las pugnas entre dos grupos vinculados al PRI y al Partido del Trabajo, fue la planilla cercana a éste último quien ganó las elecciones, y los del grupo cercano al PRI no se presentaron en ningún momento al evento, pues no quedaron conformes y señalaron irregularidades en la elección.

La toma de protesta en Tlapa

La ceremonia en la ciudad de Tlapa inició a las 11 de la mañana, pero la toma de protesta de las nuevas autoridades fue cerca de las 12:00 del día, pues el presidente municipal rindió su informe de trabajo de 100 días de gobierno.
Tras el informe, donde informó de obras entregadas y agradeció al gobierno del estado, dio paso a la toma protesta, donde expresó que en lo general había sido un proceso sin conflictos, donde se renovaron 61 delegaciones, 34 comisarías y 42 anexos.
El acceso de las personas fue restringido, por lo que las diferentes comitivas esperaron tras las vallas de metal a que salieran las autoridades, motivo por el cual no se enteraron de por qué el evento se alargó, por lo que empezaron a chiflar y a gritar, pues estaban molestos y pedían que se acabara, justo cuando hablaba Francisco Morales, padre del extinto presidente electo Javier Morales, quien habló a los presentes del sueño de unidad de su hijo, gritaron: “son servidores públicos, no jefes, así que abran la puerta y digan qué pueden hacer y qué no”.
Por ese motivo apresuraron la entrega  de documentos a algunos delegados y comisarios, y la primera en pasar fue la delegada del barrio de Caltitlán, Cecilia Camarillo, a quienes vecinos señalaron de ganar una elección fraudulenta y de cooptar votos con apoyo del Ayuntamiento priista. Ese barrio encabezó el grupo de choque que desalojó a los integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) del Ayuntamiento el 2 de junio pasado.