Fueron asesinadas 199 mujeres en Guerrero desde enero de este año; 96 son en Acapulco

Desde enero de 2016, 199 mujeres han sido asesinadas en distintos hechos de violencia en el estado, es decir, un promedio mensual de 16.58 víctimas, indica un recuento de la información publicada en El Sur.
En Acapulco fueron asesinadas 96, el mayor número en comparación con otras regiones, le siguen en mayor número de mujeres asesinadas Chilpancingo con 17, Iguala con 14 y Zihuatanejo con siete; Coyuca de Benítez, Chilapa, San Luis Acatlán, con cuatro casos en cada municipio; Huitzuco, Ayutla, Cocula, Atoyac, Tlapa, Tecpan y Eduardo Neri (Zumpango), con tres muertes en cada caso.
Continúan Copalillo, Coyuca de Catalán, Cuajinicuilapa, Tixtla, Igualapa, Quechultenango, Pilcaya, Buenavista de Cuellar y Ajuchitlán del Progreso, con dos; y Arcelia, Tlapehuala, Taxco, Marquelia, San Miguel Totolapan, Pungarabato, Copanatoyac, Leonardo Bravo, Florencio Villareal (Cruz Grande), Ometepec, Azoyú, Apaxtla de Castrejón, La Unión y Zirándaro, con uno en cada demarcación.
El año pasado, al menos 162 mujeres fueron asesinadas en Guerrero, por lo que feministas y organizaciones de mujeres han demandado al gobierno del estado la declaratoria de alerta de género, pero el gobernador, Héctor Astudillo Flores se ha negado, argumentando que deben analizarse todos los casos y que no hay elementos para que en la entidad se emita tal declaratoria.

Amas de casa, comerciantes, estudiantes, empleadas y policías, entre las víctimas de la violencia

Las edades de las víctimas van de los 14 a los 88 años, y entre ellas hubo amas de casa, estudiantes, empleadas y funcionarias de gobierno, trabajadoras de la iniciativa privada, una policía municipal, mujeres que se dedicaban a la preparación y venta de alimentos, comerciantes, una guardia de seguridad, empresarias, una maestra de primaria, trabajadoras de centros de diversión, una coordinadora de taxis, una trabajadora doméstica, una estilista, y una checadora de autobuses del servicio público de transporte.

Los crímenes a lo largo del año

El 24 de enero de 2016, los cuerpos de dos mujeres fueron encontrados en una fosa clandestina en la carretera de Amojileca y Xocomanatlán, del municipio de Chilpancingo. Seis días después, dos mujeres y un hombre fueron ejecutados a balazos en la colonia 24 de Febrero, en Iguala, hecho en el que otro joven fue herido.
El siete de febrero, en el municipio de La Unión, en la carretera que conduce a la salida de la cabecera municipal hacia Coahuayutla, una mujer identificada como Adalberta Ocampo Rivera de unos 35 años, fue asesinada de nueve balazos.
El 22 de ese mes, en el paraje conocido como La Barranca del Salitre, en la comunidad de Nuevo Balsas, Cocula, se encontró el cuerpo lapidado de una mujer que había desaparecido días antes.
El 25 de febrero, una estudiante de 22 años de la Unidad Académica Preparatoria número 26 de Chilapa, fue encontrada desmembrada, degollada y semienterrada en un predio en el fraccionamiento Los Reyes, en la periferia de la cabecera municipal.
La noche de ese día, una pareja fue ejecutada a balazos por dos hombres armados, afuera de su casa en la cabecera municipal de Cuajinicuilapa.
El 2 de marzo, hubo cinco asesinatos, entre ellos dos de mujeres, en Acapulco. El día 22, una mujer fue asesinada a machetazos en la colonia Emiliano Zapata, y el 12 de abril fue encontrado el cuerpo de una mujer desmembrada dentro de bolsas negras en la colonia Progreso, también del puerto de Acapulco.
El 28 de marzo en Tlapa, Arturo o Aurelio Castañón Ramírez de 38 años asesinó de cuatro disparos a su pareja, Cinthia Guadalupe Quiroz de 25 años, originaria de la comunidad de Plan de Guadalupe, Atlamajalcingo del Monte, donde se desempeñaba como policía municipal. El feminicida se suicidó.
En la cabecera municipal de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente, la noche 8 de abril, hombres armados se metieron a una casa del barrio San Martín, donde asesinaron a una mujer de 30 años y su hijo de 10, a balazos en la cabeza.
El 13 de abril, el cuerpo de Yessica Salgado Ramos fue encontrado en una calle de terracería de la colonia Villas del Sol, en la periferia de Chilpancingo, con un balazo en la cabeza, apuñalada, semidesnuda y con huellas de tortura. Según reportes policiacos, días antes, hombres armados sacaron a la mujer de su casa en El Ocotito.
En otro caso similar, el 1 de mayo, la oficial de la Policía Municipal de Tecpan, María Antonio Romero de 20 años fue asesinada a balazos por su pareja, adentro de una casa en ese municipio. De acuerdo con el reporte oficial se trató de un femenicidio; el asesino es un policía federal del sector Caminos activo.
El 22 de mayo, un enfrentamiento a balazos entre policías estatales y presuntos delincuentes dejó una policía estatal y un civil muertos, así como tres heridos en la carretera federal Chilpancingo-Chilapa.
El 26 de mayo, una mujer fue hallada muerta a pedradas en la colonia El Cayaco, en la zona conurbada de Acapulco. La víctima estaba en la zanja de una terracería. Los peritos informaron que la mujer, de unos 30 años, murió a consecuencia de golpes propinados con bloques de concreto y troncos de madera.
El 30 de mayo, la restaurantera y también vendedora de bienes raíces, María de Lourdes Maldonado de la Cruz fue ejecutada en la calle Gonzalo N. Ramírez, de la colonia Tribuna Nacional, en Chilpancingo, a unos 100 metros de la casa del gobernador Héctor Astudillo Flores.
El 7 de junio, los cuerpos de dos hombres y una mujer fueron encontrados en fosas clandestinas en la colonia Nueva Orleans, de Chilapa.
El 28 de junio, fue asesinada a balazos una mujer en Acapulco. Unos días antes, el 24 de junio, en distintos hechos, cuatro hombres y dos mujeres fueron ejecutados en la cabecera municipal de Iguala y en la comunidad de Zacacoyuca en ese municipio. Cinco de las seis víctimas fueron halladas con el tiro de gracia y los ojos vendados, además de que dejaron junto a los cuerpos una narcomanta.
El 14 de julio, una joven de unos 20 años fue asesinada a balazos, su cuerpo fue hallado en el nuevo libramiento a Tixtla.
El 19 de agosto, dos hombres y una mujer fueron asesinados a balazos en Tierras Prietas, a unos 500 metros del hospital general Raymundo Abarca Alarcón, en Chilpancingo.
Seis días después, el 25 de agosto fueron asesinadas una mujer y una niña, junto con un hombre, durante el asalto a una tienda de la colonia 21 de Marzo, de Chilpancingo.
El 25 de septiembre, fueron ejecutados a balazos una estudiante de la Unidad Académica de Ciencias de la Educación, un estudiante de la Preparatoria 33 de la UAG, una niña de dos años y un hombre, durante el asalto a una tienda de abarrotes en la colonia CNOP, en Chilpancingo.
El 4 de octubre, un hombre encapuchado ejecutó a una mujer afuera de su casa en la colonia Guadalupe, en la cabecera municipal de Buenavista de Cuéllar.
El 6 de octubre, ocurrieron tres asesinatos a balazos en distintos hechos de violencia en Acapulco, entre ellos el de una vendedora de jugos en el fraccionamiento Costa Azul. El día 12 de ese mes, el cuerpo de la doctora del IMSS, Adela Rivas Obé, quien estaba desaparecida desde el 22 de septiembre, fue hallado en un barranco de la playa La Majahua, en Zihuatanejo.
El 17 de octubre, tres cuerpos, el de una mujer y los de dos hombres, fueron exhumados de una fosa clandestina en la colonia Ampliación Miguel de la Madrid, en la parte alta de Las Cruces, en Acapulco.
El 3 de noviembre, una mujer fue ejecutada frente a sus hijos en su casa en la comunidad de Arroyo del Zapote, municipio de Ayutla.
Seis días después, la dueña de una cocina económica en Tecpan fue asesinada a balazos en la periferia de la cabecera municipal.
En Acapulco, el 19 y 20 de noviembre hubo 10 asesinatos, entre ellos los de una adolescente y de una mujer adulta.
El líder de la Coordinadora Estatal de Transportistas Independientes de Guerrero (CETIG), Juan Mendoza Tapia, y su esposa, Francisca Santos Delgado, desaparecieron el 24 de noviembre cuando se trasladaban a Chilpancingo, a una reunión en Palacio de Gobierno. El domingo 4 de diciembre, fueron encontrados sus cadáveres, envueltos con zarapes y lonas, cerca de Las Antenas, en Zumpango, a más de hora y media de camino de la carretera federal Chilpancingo-Iguala.
El cuerpo de una joven estilista de 20 años, que desapareció en octubre en Chilapa, se encontró entre los 32 cadáveres hallados en las 20 fosas clandestinas en el cerro Tenanchitla, en Zitlala, el 5 de diciembre.

Ofrendan organizaciones a los desaparecidos, activistas y luchadores en el Zócalo de la capital

 

La alternativa a la inseguridad agravada en los periodos de transición de los gobiernos, es la organización de la sociedad para obligar al Estado a cumplir con sus funciones señaló el director del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), Javier Monroy, en el altar de Día de Muertos para recordar a los desaparecidos, activistas y luchadores sociales, la mayoría de ellos asesinados, que instalaron organizaciones en el Zócalo de esta ciudad.
Denunció que los secuestros difundidos en los últimos días no representan ni el 10 por ciento en la capital, pues por medio del Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero reciben información de otros casos.
Reconoció que estos datos no se pueden confirmar pero personas liberadas sin la intervención de las autoridades, dijeron que “hay muchos más en las casas de seguridad”, donde estuvieron retenidos.
También hay casos de secuestrados que fueron asesinados y no se denunciaron por temor, y de los rescatados recientemente, fueron encontrados en Morelos, dijo.
Javier Monroy expuso que el Tadeco ha denunciado hace mucho tiempo que en Guerrero existe una crisis humanitaria, pero en estos momentos la crisis mayor es de seguridad, “porque se incrementa y las autoridades no dan pie con bola”.
Resultado del monitoreo que hacen, señaló que la violencia se incrementa en los cambios de gobierno, como sucedió en la transición de René Juárez y Zeferino Torreblanca, y cuando éste último entregó a Ángel Aguirre Rivero.
Ocurre de nuevo con Héctor Astudillo Flores, “entendemos que no es gratis, porque hay un reacomodo de las empresas del narco a partir de compromisos que hacen con candidatos. Este reacomodo lleva a ajustes de cuentas y confrontaciones muy fuertes, donde lamentablemente cae mucha gente que no está vinculada”.
Señaló que hace 15 y 20 años sólo se hablaba de dos o tres cárteles, ahora en cada región hay muchos.
Añadió que no se puede aceptar que se enfrente el problema con más policías y militares, como propuso el nuevo gobernador, porque el problema está en la relación del crimen con el gobierno, “el narcotráfico sostiene la riqueza del país, y (las autoridades) no van a enfrentarlos porque se ponen la soga al cuello”.
Dijo que la presencia de policías y militares sólo pretende la contención social, porque en cualquier momento la población puede reaccionar y va a responder ante las injusticias y la impunidad. Pero opinó que sería un error de los ciudadanos hacer la tarea del Estado, si se arman para enfrentar a la delincuencia.
Aclaró que a quien le corresponde buscar en las fosas a los muertos y detener a los delincuentes es al Estado.
Agregó que la Policía Comunitaria es la solución en algunos lugares, pero un proyecto con principios no con intereses de grupo.
Reconoció también que son tiempos difíciles para las organizaciones, “cada uno piensa en si mismo”, y se estigmatiza a quien lucha por los presos, los asesinados y los desaparecidos.
Llamó a la población a organizarse y adoptar a un secuestrado, desaparecido o asesinado para reclamarlos, porque las autoridades tienen doble moral “dicen que casi no duermen por esta situación, pero todos los recursos y personas con las que cuenta el Estado se destinan a otra cosa, menos a proteger a la ciudadanía”.
Ayer hubo actividades culturales en el altar que colocaron el Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero, Nahuales de Ixtlitezcatl, el Comité Independiente de Solidaridad con los caídos del 60, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, el Frente Democrático Unitario en Lucha y el Tadeco.
La ofrenda se colocó frente a la catedral, donde pusieron fotografías de los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa asesinados en 2011, la defensora de derechos humanos Digna Ochoa, luchadores sociales asesinados en 2013 como Rocío Mesino, también la foto de Isidro Ortiz Bernal, Chilo, y el universitario Renato Ravelo Lecuona. d

Honran organizaciones con ofrendas en la explanada de Iguala a activistas y estudiantes asesinados

 

Normalistas de Ayotzinapa, activistas sociales y víctimas de desaparición forzada de Iguala fueron recordados en esta ciudad durante la exposición de tumbas y ofrendas que el Bloque Democrático de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala organizó en la explanada de las Tres Garantías, de forma paralela al acto oficial en el Zócalo.
Con la participación de escuelas de la zona Norte, tanto del nivel Básico como del Medio Superior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), así como de organizaciones sociales como la Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ), ofrendaron a los activistas, maestros y estudiantes asesinados durante represiones del gobierno.
En la actividad organizada en la explanada de las Tres Garantías por maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) de la zona Norte y activistas del Bloque Democrático de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala, paralela a la actividad oficial, fueron colocadas 11 tumbas y ofrendas.
El ataque, ejecución de tres y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa la noche y la madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014 en esta ciudad se plasmó en la ofrenda colocada por la zona escolar 123 de Tetipac, en la que se muestra la persecución y ataque a los tres autobuses en los que iban los normalistas, y que fueron atacados a balazos por policías de Iguala y Cocula, y civiles armados.
La Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ), que representa Soledad Hernández Meza, ofrendó a su padre y fundador, Arturo Hernández Cardona, desaparecido y asesinado el 30 de mayo de 2013, durante el gobierno del ex alcalde perredista José Luis Abarca Velázquez, a quien uno de los sobrevivientes, Nicolás Mendoza señala directamente como el autor material del asesinato.
El Bloque Democrático de Organizaciones y ciudadanos de Iguala, ofrendó en la carpa de la explanada a los tres normalistas asesinados en esta ciudad, Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fontes, así como al profesor Claudio Castillo Peña, asesinados el 24 de febrero de este año durante la represión de policías federales en Acapulco.
Familiares de víctimas de desaparición forzada del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala, también colocaron una ofrenda en la explanada, en memoria de los 104 cuerpos hallados en fosas clandestinas, que fueron escenificadas.
En ésta, fueron colocadas las fotografías de algunas de las víctimas de desaparición forzada en los últimos tres años, principalmente de esta ciudad y se solicitó en una cartulina el apoyo a la ciudadanía para dar información sobre la posible ubicación de fosas clandestinas en esta ciudad, “no buscamos culpables, sólo encontrarlos”, se lee en otra cartulina.
Después de las 6 de la tarde, activistas del Bloque Democrático entregaron reconocimientos a los participantes, y al término se llevó a cabo una actividad político-cultural con alumnos de la Preparatoria número 10 de la UAG, en el contexto de la conmemoración del aniversario de su creación.
Por otro lado, en la actividad oficial en el Zócalo participaron escuelas de la ciudad; de las cerca de 20 tumbas y ofrendas, ninguna aludió a Ayotzinapa, ni al ataque y desaparición de los 43 normalistas en esta ciudad.
En el Zócalo sólo fueron colocadas tumbas u ofrendas a personas fallecidas recientemente como el cantautor originario de Juliantla, Joan Sebastián, a quien se dedicaron tres tumbas, a personajes como Chespirito u ofrendas temáticas como la guerra, la violencia o el cáncer de mama.