En los panteones de San Cristóbal, Las Cruces y El Palmar ayer las tumbas lucieron el amarillo de las flores de cempasúchil ante la celebración a los fieles difuntos.
No todas las familias fueron a recordar a sus muertos en el panteón de Las Cruces y ayer, antes del medio día, dos familias llevaron a sus seres queridos a su última morada. El sonido de las cuerdas de las guitarras y las trompetas no lograron apaciguar los recuerdos.
Por todos lados sábanas amarillas lucían en las tumbas y el resplandor del color era confundido por momentos con el mismo sol. Las bóvedas del panteón de Las Cruces, que datan algunas de 1945, también lucieron de rojo, triunfante la cresta de gallo o flor de terciopelo en los maceteros. Nubes y margaritas también acudieron al llamado del Día de los Fieles Difuntos.
La mayoría de las tumbas lucían impecables, aunque algunas conservan el olor de las últimas flores que lucen marchitas. Entre los pasillos del panteón seis cúmulos de tallos, flores secas y plástico emergieron a pesar de que por la mañana el carro de la basura pasó y al medio día volvía a otro recorrido.
Ayer, a diferencia de los 364 días del año, los difuntos paseaban seguros por el panteón, pues cuatro patrullas de policías estatales y tres de municipales resguardaban las instalaciones.
Hasta las 12 del día los agentes no reportaron ningún incidente.
El sábado se informó que dos familias fueron asaltadas dentro del cementerio.
Afuera del panteón, policías viales apresuraban a los visitantes que llenaron dos carriles del bulevar Vicente Guerrero con sus automóviles. También 12 trabajadores de Protección Civil municipal auxiliaban a las familias.
Sentados bajo la sombra, los músicos Margarito Serrano, Julián Hernández y Epifanio Procopio esperan ansiosos al séptimo cliente del día, que por 40 pesos puede recordar la canción más gustada del difunto. Se hacen llamar los Diamantes de la Sierra.
A ellos, dos guitarras y un acordeón los acompañan desde hace diez años, y dicen que las canciones más apreciadas para las familias de los difuntos son Amor Eterno, escrita por Juan Gabriel; Te vas, ángel mío que interpreta Ramón Ayala, y Me voy, del grupo Los Cadetes de Linares.
Los tres comentan que hace un año fueron más solicitados. Ansiosos esperan que este día, antes de que los difuntos vuelvan a su sueño eterno, les vaya mejor.
A metros del lugar, la señora Guillermina Simón se dijo segura y gustosa de que en el panteón se tenga seguridad y abundante agua para las flores.
A media hora de Acapulco, en el panteón de El Palmar, ubicado antes de llegar a la desviación a Paso Texca, la familia Aguirre Higuera, conformada por 10 hermanos, visitaron, junto a sus hijos, al abuelo, la abuela y un hermano fallecidos.
Bajo la sobra de un almendro recuerdan a sus difuntos; los tres descansan en una gaveta bajo tierra. Ahí los nietos y sobrinos se esmeraron y colocaron miles de pétalos amarrillos de flores de cempasúchil. Una cruz de hojas de maíz adornó la lápida.
La familia acude al panteón desde hace 11 años y junto a la tumba almuerzan, ríen y lloran los recuerdos de sus padres y del hermano. Los más pequeños gustosos posan alrededor de la tumba para la fotografía de recuerdo.
A unos 25 metros del lugar, en un espacio común, unas 250 tumbas lucen adornadas de flores multicolores. Allí descansan las muertos de las familias humildes, dice el administrador del panteón, Humberto Espinoza.
Las gavetas “donde descansan los ricos” y son de hasta cuatro niveles, tiene un costo de 5 mil 343 pesos. En el panteón hay 44 gavetas en espera de ser ocupadas. El área común fue designado para la gente de bajos recursos.
Pero el cuidador del panteón dice que muchas familias a pesar de tener buena economía optan por el área común por decisión de sus difuntos, y es que ahí el muerto goza del privilegio de ser el único enterrado y bajo tierra y no estar encimado en la superficie en las gavetas de concreto.
Al lado, el espacio de los muertos que hasta ayer por la mañana nadie visitó, aquellos que por la violencia murieron y fueron a la fosa común. Son 82 cuerpos de acuerdo a cifras del Servicio Médico Forense (Semefo).
En el panteón ayer por la mañana hubo vigilancia por parte de una patrulla de la Policía Estatal y también se observó a personal de Protección Civil municipal.