Queman estudiantes de Ayotzinapa un camión en el 27 Batallón de Iguala y destruyen la fachada

Con un camión en reversa de la empresa Sigma, que después quemaron con el uso de petardos, normalistas de Ayotzinapa abrieron el enorme portón del Campo Militar 35-C de Iguala, sede del 27 Batallón de Infantería Foto: Alejandro Guerrero

Alejandro Guerrero

Iguala

Padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y estudiantes, protestaron en su tercer día de jornada de lucha en el Campo Militar 35-C, sede del 27 Batallón de Infantería, donde lanzaron petardos, hicieron pintas y quemaron un camión con el que abrieron el portón, para exigir que se ejecuten las 20 órdenes de aprehensión en contra de mandos militares y soldados vinculados con los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014.
Durante el mitin que duró alrededor de 20 minutos antes de iniciar la protesta afuera del cuartel militar ubicado en el Periférico Oriente de Iguala, el abogado de los padres y las madres de los 43 muchachos desaparecidos, Vidulfo Rosales Sierra, denunció que a casi ocho años de los hechos “nos queda claro que el 27 Batallón de Infantería tuvo una responsabilidad directa en la desaparición de nuestros compañeros”.
Señaló que no sólo es una responsabilidad por omisión, no sólo que ocultaron información, “hoy nos queda claro que de manera directa participaron, hay prueba objetiva de que un coronel ordenó y perpetró el asesinato directo de seis compañeros estudiantes”.
“Eso aquí y en el mundo se llama asesinato, y eso se tiene que castigar con todo el peso de la ley. Que les quede claro a los militares, que los padres y madres de familia no vamos a cesar en nuestra lucha hasta ver en la cárcel a los 20 militares (implicados) y no sólo a los 20 militares, sino también a todos aquellos que tengan responsabilidad, vamos a ir hasta el más alto nivel”, advirtió.
Denunció la infiltración que el 27 Batallón de Infantería y la 35 Zona Militar hicieron en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos y advirtió que por eso fue la protesta en este cuartel militar “por la dignidad, por el coraje y por la legitimidad que nos da el ser víctimas de una desaparición forzada y una de las peores y más graves violaciones sin nombre en todo el mundo que se ha cometido en contra de los 43 compañeros. No cejaremos hasta ver en la cárcel a estos militares asesinos”.
Antes, la señora Joaquina, mamá de Martín Getsemany Sánchez García, uno de los 43 jóvenes desaparecidos, reiteró el reclamo de que no se han ejecutado las órdenes de aprehensión que se les dijo en el informe del 18 de agosto, entre ellas las giradas en contra de miembros del Ejército e insistió en que no es suficiente con la detención del ex procurador, Jesús Murillo Karam, “piensan que con eso ya nos vamos a quedar en las casas a que él diga la verdad, pero no, vamos a seguir en esta lucha hasta que demos con la verdad y sepamos qué pasó con nuestros hijos”.

La protesta

Al finalizar participación del abogado de los padres, Vidulfo Rosales, e iniciar la intervención de un representante estudiantil de la Escuela Normal de Ayotzinapa, alrededor de la 1:50 de la tarde, una comisión de alrededor de 50 jóvenes, todos cubiertos del rostro, iniciaron pintas en las bardas, en el portón y el piso del acceso al batallón con consignas como: “43 razones para seguir”, “fue el Estado”, “maldito Ejército asesino”, y “Ayotzi vive”.
Conforme pasaba el tiempo la protesta iba escalando. Con tubos y fierros que encontraron en la misma zona o que arrancaron de las mismas barricadas puestas en el acceso del batallón empezaron a golpear el portón y la puerta, antes uno de los padres y otro joven lanzaron piedras con resorteras a las dos cámaras de seguridad en la entrada a las instalaciones, pero que no pudieron romper al estar protegidas con maya. También le tiraron a un dron del Ejército que sobrevolaba la zona a más altura.
Otro grupo arrojó gasolina en la puerta y portón, y encima colocaron cinco colchones viejos que después quemaron.
Asimismo bajaron a golpes estacas hechas con tubos gruesos que habían sido soldadas a unas rejas junto al portón del batallón y quitaron vallas de rieles metálicos con alambres de púas. Enseguida, lograron introducir un camión de productos refrigerados de la empresa Sigma que ya llevaban, el cual lograron pasar por encima de una zanja que abre el cuartel para evitar el paso de vehículos, pero que con mucha presión un joven lo pasó sobre dos rieles de metal de este canal que al parecer es de desagüe pluvial.
El joven que manejaba el camión le dio la vuelta y en dos intentos de reversa logró abrir el pesado portón de unos cuatro metros de ancho por cinco de alto. Estando en la mera entrada del cuartel le reventaron el parabrisas con piedras, y le lanzaron varios petardos en la cabina y debajo de él hasta que se incendió.
Las decenas de estudiantes, entre los que se dijo iban de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), lanzaron piedras y petardos al interior del cuartel. También derribaron dos postes de alumbrado público afuera del batallón y parte de un muro de bienvenida al batallón.
Varios proyectiles de estos explosivos fueron lanzados al camión y a la entrada, al grito de algunos de los jóvenes que no dejaran de lanzar hasta que se prendiera bien el vehículo y evitar la salida de efectivos de la Guardia Nacional y del Ejército con equipo antimotines que desde afuera se observó que se empezaban a aproximar al portón, pero que no respondieron a las agresiones regresando piedras como ocurría en el gobierno federal pasado.
Luego de que el camión prendió en su totalidad, tras unos 20 minutos de protesta radical, los jóvenes iniciaron la huida a las 2:11 de la tarde para abordar cerca de 14 autobuses en los que llegaron y se retiraron de Iguala.
Desde dentro del batallón y por el Periférico Oriente, llegaron bomberos de Protección Civil estatal y municipal que iniciaron trabajos para apagar el incendio del camión con el apoyo de pipas con agua.
Soldados colocaron un acordonamiento con cinta amarilla y llegaron peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) para iniciar las diligencias y posteriormente el camión fue retirado con una grúa y soldados del Ejército iniciaron la limpieza de la zona.
Para este jueves, de acuerdo con la calendarización de las actividades en esta jornada de lucha “Por los caminos de la verdad”, se espera que en las instalaciones de la escuela Raúl Isidro Burgos en Tixtla, a las 11 de la mañana se realice el foro: La Opacidad de las Fuerzas Armadas.