Superan penitentes los intentos de extorsión y salen a las calles de Taxco a sus procesiones


Miles de turistas y pobladores acudieron a Taxco a observar a los penitentes cargar gruesos rollos de vara de zarza ayer en el centro de la ciudad, en las actividades del Viernes Santo Foto: Emiliano Tizapa Lucena

Emiliano Tizapa Lucena

Chilpancingo

En Taxco, este año la fe católica de los integrantes de las hermandades por primera vez se vio vulnerada por la violencia y los intentos de extorsión; sin embargo, los penitentes superaron el miedo y salieron a las calles en las actividades de Semana Santa, y no dejarojn que la organización delictiva La Familia Michoacana controlara una de las celebraciones religiosas más importantes del país.
Uno de los penitentes, que lleva 25 años participando en las actividades religiosas, contó que ese grupo de la delincuencia organizada advirtió, desde hace dos meses, que si este año querían participar debían comprarles a ellos las nuevas cruces y los rollos de vara de zarzarmora que cargan en la espalda, a un alto costo, y como él, muchos preferían morir que dar dinero a los delincuentes.
El pasado jueves, horas antes de que participara en la procesión de Los Cristos, que es una de las más relevantes actividades de Semana Santa, uno de los penitentes, sentado en la sala de su casa, recibió a un grupo de reporteros; por precaución sólo se fotografiaron sus manos y se grabó su voz.
Contó que hace 25 años, debido a un problema familiar, cayó en las drogas y el alcohol, y su salida fue unirse a una hermandad de penitentes, porque además, lo arropó la Iglesia y su devoción a Dios le dio estabilidad a él y su familia.
Este año fue la última edición en que participó como flagelante. Detalló que en los primeros años, los integrantes de la hermandad cargan un Cristo, el segundo año pueden ser ánimas, y al cuarto año se les permite ser encruzados; del octavo en adelante, cada penitente puede decidir si cargar un rollo de zarzamora o flagelarse. La gente, cada año le pedía favores por los que pediría perdón cuando estaba en su penitencia, este año, su último, llevó 25 peticiones.
Durante la conversación, el penitente sostuvo en las manos la famosa “disciplina”, un pequeño látigo que utilizan para golpear su espalda, y que tiene en su extremo clavos entrelazados que penetran la piel y la desgarran.
Explicó que este 2023 fue distinto para las hermandades, pues a mediados de febrero comenzaron las primeras advertencias a sus líderes, por parte de un grupo del crimen organizado, algo que el gobierno municipal y algunas autoridades estatales negaron. El penitente explicó que los intentos de extorsión que pretendía hacer el grupo delictivo, era obligarlos a que cada penitente les comprara cruces nuevas, que costarían mil 500 pesos cada una; además, cada rollo de zarzamora les costaría 3 mil pesos, cuando su precio común en años anteriores no pasaba de mil 300 pesos.
La violencia tocó a la fe porque hay un contexto generalizado en Taxco, y según el penitente, en el último año han ocurrido una serie de secuestros, en su mayoría a menores de edad, y también, son jóvenes quienes están involucrados con la delincuencia.
Mencionó que la solución para que dejaran de molestar a los integrantes de las hermandades se dio luego de que un grupo de 45 personas se organizaron y viajaron al municipio de Chilapa, para entrevistarse con el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
“Nos escuchó y gracias a Dios él intervino un poco y se quitaron las cuotas a cada penitente, porque nos estaban pidiendo pagar por la cruz que cargamos”, dijo.
“Cuando ellos (los delincuentes) llegaron a mí, yo hablé con ellos, arriesgando mi vida o que me hicieran algo, pero yo le dije a mis compañeros que no pensaba pagar un peso y mantener a esa gente. Prefiero morirme a yo darles un peso”.
Dijo que el grupo criminal asentado en la región se identifica como La Familia Michoacana, que con sus advertencias lograron que el último retiro de cuatro que hacen antes de Semana Santa, se cancelara por temor a ser secuestrados, el cual debía celebrarse en un viejo ex convento. Añadió que este jueves, de 500 integrantes de su hermandad, al menos 200 prefirieron no participar.
Aseguró que él y otros más plantearon entre su hermandad, que si aguantaron dos años de suspensión de actividades por la pandemia, “por qué no podemos aguantar un año más, mientras se calma este problema con ellos (los delincuentes). Yo no estoy dispuesto a pagar ni un peso, porque yo lo hago de corazón a mi creencia”.

La procesión de Los Cristos

La tarde del jueves, la ciudad colonial de Taxco está repleta de miles de turistas que caminan sus calles empedradas, recorren sus tiendas de plata, compran artesanías a vendedores ambulantes o comen en sus restaurantes, y se preparan para ver una de las procesiones más representativas del país, pues este año desfilaron 66 cristos de las colonias, barrios y comunidades aledañas; adornados con flores y acompañados de música, pobladores, penitentes, ánimas y flagelantes.
A las 9 de la noche, el ambiente en las calles centrales se asemejan a un carnaval, hay expectación en los visitantes. En las cercanías de las iglesias y a las afueras de decenas de casas, los habitantes aprovechan para emprender negocios de venta de comida y bebidas, porque es la temporada vacacional más importante para la ciudad, en los que se vende de todo, incluso carne y bebidas con alcohol.
En varios lugares de la ciudad inician procesiones que convergen más tarde en la iglesia de la Veracruz, donde a las 11 de la noche parte la procesión de Los Cristos.
En la ciudad ocurre un choque cultural, que es visible, entre quienes buscan entretenimiento o los llama el morbo de la autotortura nacida de la fe de los penitentes, contra quienes sí los mueve un sentimiento de reflexión y espiritualidad profunda sobre sus pecados, quienes lloran y reflejan sus miedos o un sentimiento empático por el dolor sufrido de los penitentes. Ambas situaciones se reflejan en los rostros de la gente, que además, choca físicamente en las estrechas calles de Taxco.
A las 12 de la noche, las laterales de las calles están abarrotadas de turistas y pobladores; los balcones de cada casa, hotel y restaurante también está ocupado, porque todos buscan un hueco para observar pasar a Los Cristos, y escuchar como arrastran de las cadenas atadas a los tobillos de las ánimas, o si se pone más atención, escuchar el golpeteo de la “disciplina” en la espalda de los flagelantes, hasta que comienza a brotar la sangre que provoca la incomodidad, para evadir la mirada de ese tormento.
La procesión de Los Cristos concluye a las 4 de la madrugada, hasta entonces, a algunos visitantes los vence el cansancio poco a poco y no cumplen con la vigilia; porque además, el viernes pueden seguir observando más actividades, pero otros retornan sin descanso en camiones hacia sus comunidades, con sus cristos.
A las 10 de la mañana, del viernes, el zócalo de Taxco luce aún más lleno, hay pocos huecos, pues los visitantes siguen llegando en busca de observar ahora el Viacrucis. Los penitentes, las ánimas y los flagelantes salen a su segundo recorrido y esta vez el castigo aumenta, porque el sol que pega fuerte, calienta las calles empedradas, y su marcha descalzos se hace eterna y muy lenta su avance, hasta necesitar cada diez pasos que sus ayudantes les ayuden para soportar el cansancio, varios se estremecen y otros cuantos desisten.
Estas celebraciones de Taxco siguen siendo muy duras y complejas de entender para algunos visitantes, quienes aún no saben explicarse las razones por las que estos creyentes se flagelan, al igual que creer que las actividades estuvieron a días de cancelarse por la violencia que azota la región.

 

Reporteros se quejan de abusos de policías estatales en Tecpan

 

Reporteros del Canal 6 del municipio de Tecpan de Galeana, denunciaron abuso de poder por parte de presuntos agentes de la Policía Estatal.
Señalaron que realizaban su trabajo sobre la investigación del aumento de pasaje y cobro de caseta.
Los reporteros Carlos y Gustavo Medellín Acosta, del Canal 6 local, señalaron que circulaban por el centro de la ciudad de Tecpan con su vehículo donde se encontraba la Marina en un filtro de revisión.
Destacaron que los agentes de la Marina les dejaron el paso libre para que siguiera circulando. Posteriormente les siguió una unidad presuntamente de la policía estatal, lo cual les preocupó porque no llevaban ninguna número de patrulla. La unidad los rebasó y regresa en sentido contrario y les cerraron el paso de manera violenta.
Los bajaron de su vehículo y al cuestionarle del porqué de esa situación, los presuntos agentes les señalaron que su auto estaba reportado como sospechoso.
Los afectados dijeron que no están en contra de este tipo de operativos, pero pidieron a las autoridades estatales regular el actuar de los policías estatales.
Cuando comenzaron a grabar les dijeron que estaba prohibido.
Adelantaron que no podrán queja en derechos humanos, pero confian que las autoridades correspondientes actúen.
Agregaron que hay quejas de abuso de poder en sus operativos en la ciudad. (Francisco Magaña / Atoyac).

 

Reportan vecinos a alumnos de la Prepa 33 bebiendo whisky afuera de la escuela

Estudiantes de la Preparatoria 33, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), ubicada en el barrio de San Mateo, fueron sorprendidos por vecinos ingiriendo bebidas alcohólicas afuera de las instalaciones de la escuela.
Este hecho fue reportado a los elementos de seguridad y al lugar llegaron policías del estado. De acuerdo con el subdirector administrativo, Horacio Hernández de Jesús, en total hubo seis estudiantes que eran acompañados por otros dos jóvenes, que no eran de la escuela, quienes bebían en la calle Cerrada de Septiembre.
El subdirector administrativo, así como otro maestro, acudieron a ver qué estaba pasando en la calle, luego de ser alertados de que los estudiantes estaban rodeados por policías.
Una vez que platicaron con los maestros y ante la presencia de reporteros, los policías accedieron a que los estudiantes ingresaran a la escuela. En declaraciones, Hernández de Jesús informó que los seis estudiantes, hombres y mujeres, son de primer año y que ya se había informado del caso a sus papás.
En el lugar donde estaban bebiendo alcohol los estudiantes, quedaron tiradas botellas de whisky y vasos, al parecer con agua de horchata, mezclada con el alcohol. Cuando los estudiantes se retiraron del lugar, recriminaron la presencia de los reporteros con mentadas de madre.
El maestro indicó que el caso sería expuesto en la sesión del Consejo Universitario este día, pero que también el departamento psicopedagógico de la escuela tomaría acciones. Durante la cobertura, los policías del estado impidieron el libre trabajo periodístico. (Jacob Morales Antonio / Chilpancingo).

 

Protestan reporteros frente al gobernador por el caso de la locutora de RTG y otras agresiones

Reporteros de esta capital protestaron en el acto de homenaje a la bandera que encabezó el gobernador Héctor Astudillo Flores, en la explanada Vicente Guerrero del Palacio de Gobierno, para repudiar el ataque a balazos que sufrió la locutora de Radio y Televisión de Guerrero (RTG), Marcela de Jesús Natalia, el sábado en Ometepec, y exigir justicia en ese caso lo mismo que el cese al hostigamiento en contra de reporteros.
A las 8:45 de la mañana, un grupo de poco más de 25 reporteros de diferentes medios de comunicación desplegaron sus lonas en las que se leía: “Astudillo, si no quieres críticas cumple con tu trabajo”, así como “Ni un periodista más” y “No nos callaremos”. El gobernador interrumpió su intervención cuando apenas había iniciado su discurso, que acostumbra realizar cada inicio de mes.
Al grito de ¡justicia, justicia!, los reporteros se plantaron frente al gobernador, quien les contestó que está de acuerdo con esa exigencia y que no le incomodan “sus expresiones”, ya que él también lamenta lo que sucedió y haría lo que le corresponda.
Ante la respuesta del gobernador, funcionarios y empleados públicos presentes en el acto le aplaudieron con el objetivo de minimizar la protesta, y cuando un colega le dijo en voz alta que siempre da los mismos discursos y nunca cumple con otorgar justicia para nadie.
Durante la protesta, uno de los funcionarios de Comunicación Social del gobierno del estado intentó que los reporteros bajaran sus pancartas, acto que fue denunciado de manera inmediata por éstos.
El gobernador ordenó al funcionario que se retirara y dijo a los reporteros: “los escucho y los atiendo”.
El gobernador aprovechó para insistir que se está desarrollando la instalación del mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, pero uno de los colegas le dijo que son
“reuniones cerradas, por cierto gobernador, donde no invitan a todos y las hacen a modo”.
Uno a uno, varios colegas hacían señalamientos sobre la nula seguridad para la población, las insuficiencias del mecanismo diseñado para la protección de periodistas y las continuas agresiones en contra del gremio. Uno gritó “ni uno más”, otro colega expresó “siempre dicen las mismas palabras” y otro exigió “investigación a todos los casos” y entonces el gobernador dio por concluida su participación y se retiró de la explanada del Palacio de Gobierno donde se realizó el homenaje mensual a la bandera.
“Les agradezco mucho que estén aquí, termino mi intervención agradeciéndoles mucho su presencia a todos ustedes, y por supuesto el gobernador es sensible a sus planteamientos”, finalizó Astudillo.
U n minuto después, cuando la presidenta del DIF estatal y esposa del gobernador se dirigía al edificio Centro de Palacio de Gobierno al pasar cerca de los reporteros que se manifestaban les dijo: “Acuérdense cuándo empezó esto, y acuérdense que tienen papás”. Y de inmediato un colega le preguntó: “¿Es una amenaza?”, y Mercedes Calvo respondió: “Ay, perdón”.
Al concluir la manifestación, el vocero de la Asociación de Periodistas de Guerrero (APEG), Zacarías Cervantes explicó que fueron a exigir al gobierno del estado que se esclarezcan todos los hechos de violencia cometidos en contra de reporteros.
“En lugar de investigarse siguen ocurriendo más casos, como el de la compañera locutora de Ometepec, que fue atacada el sábado por desconocidos y que se debate entre la vida y la muerte, en un hospital de Acapulco”, agregó el reportero de El Sur.
También recordó que la semana pasada, dos reporteras del periódico El Sur fueron agredidas: la corresponsal en Zihuatanejo, Brenda Escobar amenazada el jueves por familiares del detenido por el asesinato de la doctora del IMSS, Adela Rivas Obé, y en Chilpancingo, la reportera que cubre notas de la ciudad, María Avilez que un día después fue hostigada por funcionarias de la Secretaría de la Mujer cuando le preguntaba a ésta sobre el creciente número de mujeres asesinadas en el estado.
“Todo eso ya no queremos que siga pasando en Guerrero, no es un asunto de incomodar al gobernador, no venimos a incomodarlo. Venimos a que nos escuche y resuelva, no se trata de mecanismos, se trata de voluntad, queremos voluntad, queremos que este gobierno investigue todos los casos. Dos muertos en este gobierno y no ha habido ningún detenido, ni siquiera indicios” de que se están investigando los homicidios, agregó Zacarías Cervantes, también reportero de El Sur.
Por su parte, el gobernador Héctor Astudillo Flores declaró al término del acto que estará atento del caso de la locutora de Ometepec y comentó: “Qué más quisiera yo que no sucedieran estas cosas, que no se presentaran, lamentablemente se han presentado y hay que enfrentarlas”.
Sobre la protesta, insistió en que no lo incomoda porque “no soy yo quien los está perjudicando, soy yo el que tiene que enfrentar este problema y lo entiendo perfectamente y entiendo la exigencia de justicia. No es un asunto que me agravia, es un asunto que nos debe hacer reflexionar, que debemos atender este asunto y otros más”.
Como última actividad, los manifestantes se presentaron en las oficinas de la secretaria de la Mujer, Rosa Inés de la O García que se ubica en el edificio Costa Chica del mismo Palacio de Gobierno, pero como no estaba la funcionaria, protestaron durante 10 minutos. La intención de ir a la dependencia era para preguntar a la secretaria de la Mujer cuáles fueron las medidas que tomó con la funcionaria que obstaculizó el trabajo de la reportera de El Sur, María Avilez el viernes pasado.

Marchan reporteros capitalinos; piden a Zeferino que gobierne con transparencia



Ezequiel Flores Contreras Chilpancingo

Reporteros de esta capital así como dirigentes del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Guerrero (STAUAG), y el luchador social Pablo Sandoval Cruz marcharon y realizaron ayer un mitin frente a la sede del Poder Ejecutivo donde exigieron al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo un ejercicio transparente de la función pública y criticaron la incompetencia de su gobierno para garantizar la seguridad de los ciudadanos y los trabajadores de los medios de comunicación ante la situación de violencia provocada por la disputa entre los cárteles de Sinaloa y del Golfo.
La movilización de reporteros fue convocada por la Delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Expresión que decretó la ONU, y el secretario general de esta agrupación, Pedro Arzeta García se refirió a los ataques verbales que lanzó el Ejecutivo en la ceremonia de su primer informe de labores en la sede del Poder Legislativo.
Dijo que la crítica hacia los reporteros y por el trabajo que realizan de manera cotidiana es bienvenida, pero la diatriba de Torreblanca Galindo “por estar viciada de origen es inaceptable”.
Mencionó que Torreblanca habló sobre un círculo de corrupción que se generó en la pasada administración y de manera incongruente mantiene al responsable de crear esa relación perversa entre directores, reporteros y columnistas con las autoridades estatales; es decir, el todavía director de Comunicación Social, Cesar Bajos Valverde, señaló.
Por su parte, el luchador social Pablo Sandoval aseguró que el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo “no tiene la mínima característica de un gobierno de izquierda democrática, porque se ha alejado de la sociedad”.
Antes, cerca de medio centenar de reporteros de esta capital, así como integrantes de la dirigencia del STAUAG como Martín Ortiz Valle, partieron en marcha de la plaza de la Libertad de Expresión hacia la sede del Poder Ejecutivo, al pasar frente a la sede del Poder Legislativo los manifestantes con consignas demandaron a los diputados locales que pidan informes a Torreblanca sobre el gasto en materia de comunicación social.
Luego, en la entrada principal del edificio del gobierno del estado, el dirigente de la delegación Arzeta criticó la falta de transparencia de los convenios de publicidad y la falta de una política clara de medios que en lugar de cerrar espacios que son usados por la sociedad, se enfoque en garantizar el acceso a la información y transparentar la función pública como parte de una visión de gobierno democrático.
Demandó a Torreblanca seguridad para el trabajo de los reporteros y respeto al ejercicio periodístico ante este clima de “inestabilidad, zozobra y violencia” que impera en la entidad.
Señaló que es grave que las autoridades estatales no se ocupen de la narcoviolencia que se vive en la entidad, “nos preocupa que podamos llegar a la misma situación que los compañeros reporteros de los estados de Sinaloa y Tamaulipas, que se autocensuran ante la falta de seguridad y por temor a ser víctimas de la delincuencia organizada”, indicó.
Recordó que los crímenes de los directores de semanarios, Abel Bueno León y de Rafael Villafuerte aún no se han esclarecido y las actuales autoridades han mostrado interés en retomar estos casos que atentan contra la libertad de expresión y pretenden inhibir el ejercicio periodístico.
Asimismo, se hizo mención del caso de la desaparición forzada del también director del semanario Mundo Político, Leodegario Aguilera Lucas, quien el próximo 22 de mayo cumplirá dos años de haber desaparecido por sujetos desconocidos.
Sobre este tema, la hermana de Aguilera Lucas, Ernestina Aguilera demandó a Torreblanca que instruya al procurador General de Justicia, Eduardo Murueta Urrutia que investigue este caso y responsabilizó de la desaparición forzada de su hermano al ex gobernador, René Juárez Cisneros.

Gente de Escobar Avila agrede a reporteros en el Hyatt, este sábado

 Los trabajadores sindicalizados del Hyatt, que mantenían una huelga en dicho hotel, este sábado agredieron verbalmente a los reporteros que habían acudido a entrevistar al dirigente de la Sección 12, Rodolfo Escobar Avila, quien en ningún momento intervino para evitarlo.

Los hechos ocurrieron cuando los reporteros entraron al hotel Hyatt para buscar la reacción de Escobar Avila sobre las declaraciones que, unos momentos antes, hicieron los empresarios sobre el conflicto.

Los sindicalizados se enojaron y agredieron verbalmente a los representantes de la prensa, a quienes rodearon cuando se le preguntó al dirigente si los que estaban en huelga eran trabajadores del hotel, ya que un empleado en la conferencia señaló que muchos de ellos no lo eran.

Está pregunta molestó a los inconformes y empezaron a rodear y a gritar “para qué están allí si no dicen la verdad”.

Por su parte, el dirigente sindical no hizo nada para controlar a su gente, y cuando algunos reporteros reclamaron al también regidor la actitud, simplemente alzó los hombros y se alejó del lugar.

La inconformidad –decían los manifestantes– era porque las notas no estaban escritas como ellos querían, aun cuando se les dijo que se da a conocer la versión de ambas partes y no se brinda apoyo a ninguno. (La Redacción).

Amenaza alcalde de Tetipac a reporteros que le preguntaban sobre el plantón

* El corresponsal de El Sur y el de RTG

Claudio Viveros, corresponsal, Taxco * El presidente de Tetipac, Serafín Ayala Ramos, amenazó a este corresponsal y a otro reportero de Radio y Televisión de Guerrero cuando trataron de entrevistarlo en un bar céntrico de esta ciudad en torno al plantón que desde hace dos semanas mantienen pobladores y regidores de ese municipio en demanda de la destitución del edil.

“Qué traes conmigo, no te metas conmigo porque te va a pesar, me encabrona que me amarilleen, después nos vamos a ver, yo sigo trabajando y no ando en pendejadas?”, dijo amenazante el presidente municipal que fue postulado por el PRI.

El viernes 5, entre las 15:30 y las 16 horas, los reporteros se enteraron de que el alcalde del municipio vecino se encontraba en la planta alta del bar Berthas, ubicado a escasos metros de la parroquia de Santa Prisca. Ahí acudieron, primero uno y luego otro, por separado, para lograr una entrevista.

A Bernardino García de RTG, Ayala Ramos se negó a concederle la petición. Serían las 15:30 horas cuando se aproximó al lugar. La primera respuesta que tuvo fue “Tú eres un pinche amarillista”, y más adelante sin levantarse de su asiento lo señaló con el dedo y le dijo: “Cuando me vaya (como alcalde), después nos vamos a encontrar”.

Minutos más tarde, este corresponsal se presentó al lugar con el mismo objetivo. Saludó a todos sus cinco acompañantes de mano con un buenas tardes y sin más le solicitó amablemente una entrevista.

–Yo sigo trabajando, no ando en pendejadas – fueron las primeras palabras del presidente municipal.

–Por eso precisamente, la opinión pública desea conocer sus puntos de vista respecto a lo que acontece –secundó el reportero.

–¿Qué pasa, qué pasa, no sé que pasa? –soltó una y otra vez sarcástico.

–Allá hay un plantón, señor.

–¿Y qué?, nosotros estamos trabajando.

–¿Con un plantón?

–Sí.

–¿Que opinión tiene de la petición de los habitantes y regidores sumados a ellos que piden su destitución?

–…Con el tiempo…

Mientras el reportero hacía las preguntas, el ex presidente Felipe Castillo Flores manoteaba hacia los lados para indicarle al alcalde que no hablara. Los demás acompañantes permanecían a la expectativa, en silencio.

–¿Todo está bien, no pasa nada? –insistió El Sur.

El silencio dominaba el lugar, donde las demás mesas estaban vacías y mientras un policía uniformado de negro se mantenía apostado en el balcón que da a la calle de El Arco.

De pronto Ayala se levantó, dio una vuela en dirección a otro balcón que da al zócalo, y muy cerca del reportero a quien dijo retador, casi a punto de los golpes: “¿Qué traes conmigo?”.

–Sólo le pido que me conceda una entrevista, usted es un funcionario público.

Hasta ahí sus acompañantes se levantaron de la mesa y se acercaron para calmarlo. “Sólo quiere una entrevista”, dijo uno de los taxqueños que estaban ahí. Enseguida Serafín Ayala se retiró del lugar escaleras abajo y se mantuvo inquieto, amenazante, a la espera del reportero que bajara y con los policías a un lado, ya subidos en la camioneta.

Entonces, en el balcón del bar, el ex presidente de Tetipac, Felipe Flores, se acercó iracundo hacia el reportero de El Sur: “Dame eso si no quieres tener problemas”, soltó amenazante al señalar la grabadora que no fue entregada al tiempo que otros acompañantes le decían que también se calmara y lo invitaron a salir de allí.

Ya afuera, al momento en que el reportero del El Sur se disponía a retirarse, al pasar a un lado del alcalde Ayala Ramos, éste le dijo: “Sólo te digo una cosa: no te metas conmigo si no quieres tener problemas”. La respuesta a la amenaza correspondió con una actitud tranquila: “Deme una entrevista, yo nada más vine para eso, es todo”.

Ayala Ramos palmeó al reportero, lo presionaba repetidamente con la palma de una mano en el hombro derecho como para hacer sentir su coraje. El entrevistador le insistió que hablara y él apresuró: “Me encabrona que me amarilleen, no me amarilleen, nada más no me amarilleen; yo estoy tranquilo y me están chingando. Si me voy, después todo se va a aclarar y verán quien soy”.

–Es su pueblo quien está en plantón, nosotros sólo cumplimos con informar. Por eso es que se le pide una entrevista, para conocer su opinión.

Enseguida, un poco contenido, pero sin dejar de presionar al reportero con los palmoteos, aceptaría que daría una entrevista a la que se comprometió con su asesor jurídico, Agustín Alvarado, hijo del dirigente cetemista en la región Antelmo Alvarado García, uno de sus impulsores desde esa posición y con quien se reúne continuamente. Al final, su acompañante trató repetidas veces de alejarlo, llevárselo, mientras el ex alcalde Felipe Flores ya estaba instalado en otro vehículo, siempre atento a los movimientos de Ayala Ramos.

Afuera del bar se observó la camioneta de la policía motorizada número 231, con seis uniformados a la espera y resguardo del alcalde al momento que estaba ahí y después que se retiraba de ese sitio. Otro vehículo de la policía estuvo estacionado a unos metros de distancia y un taxi más en que viajaba el ex presidente municipal, Felipe Castillo Flores.