Dirigentes nacionales de la Ganadera invalidan a la nueva directiva en Azueta

* Se reúnen en Zihuatanejo con Rogaciano Alba

 * Dicen que el presidente de la Asociación Local sigue siendo el que concluyó su gestión, Ramiro Sánchez Maciel, quien debe llamar a nuevas elecciones

 Brenda Escobar, corresponsal, Zihuatanejo * Dirigentes del Comité de la Confederación Nacional Ganadera (CNG), fueron convidados por el presidente de los ganaderos en Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez, para analizar la elección de la mesa directiva de este sector en José Azueta, que preside Armando Espinoza Pastrana, la cual, dijeron, no es válida.

Ayer jueves, en el restaurante El Pueblito, en Zihuatanejo, el presidente de la Unión Regional Ganadera de Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez, se reunió con el secretario técnico de la Confederación Nacional Ganadera, Heriberto Cárdenas Galván y el director jurídico de dicha organización, Carlos Ruiz, y analizaron la forma en que se llevó a cabo la elección de la mesa directiva de la ganadera de este municipio el 14 de febrero.

Ese día, compitieron el ahora presidente, Armando Espinoza Pastrana, y el ex coordinador del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero, Pedro Quiroz Basurto, en medio de gritos, discusiones y amenazas, pues Quiroz Basurto fue impugnado por el hermano del presidente municipal, Amador Campos Aburto, Rodrigo Campos, por considerar que no reunía los requisitos para contender.

En la acalorada discusión, Rogaciano Alba declaró suspendida la asamblea y se retiró del auditorio con los integrantes de la planilla de Pedro Quiroz y sus simpatizantes, quienes afuera dijeron que no iba a reconocer a esa mesa directiva a la que el alcalde Amador Campos ya le tomaba protesta.

Ayer, acompañado de Pedro Quiroz y un grupo de simpatizantes, en el restaurante El Pueblito, Alba Álvarez volvió a arremeter contra el dirigente de los ganaderos de Azueta diciendo que su elección no fue válida porque hubo muchas irregularidades, entre las que citó, un padrón rasurado de socios ganaderos “que sabían que iban a votar por Pedro Quiroz”.

El director jurídico de la CNG, Carlos Ruiz, criticó que la anterior mesa directiva que encabezó Ramiro Sánchez Maciel haya quitado del padrón a socios ganaderos y no se les haya avisado, y señaló que debió de haberle enviado una notificación a los aludidos y que en todo caso, la asamblea debió de ser quien determinara si ameritaban o no ser dados de baja.

Sobre la elección, dijo que no es válida y que ninguna dependencia avalará a la nueva mesa directiva, por lo que sostuvo, el dirigente de los ganaderos en Azueta sigue siendo Ramiro Sánchez Maciel hasta en tanto no se lleve a cabo otra elección.

Indicó que la planilla que no fue favorecida, en este caso, Pedro Quiroz, deberá enviar un oficio a Sánchez Maciel para que convoque a una nueva reunión en donde se realice de nueva cuenta la votación para renovar la dirigencia local y que en caso de no atender el llamado, se le turne al Consejo de Vigilancia y que si tampoco responden, entonces tocará a la Unión Regional Ganadera, es decir, a Rogaciano Alba, convocar a nuevas elecciones.

En su momento, Alba Álvarez aprovechó la presencia de los reporteros para puntualizar que “a mí me han achacado que yo tengo candidato, yo no tengo ningún candidato señores, porque aquí es una organización, no son partidos políticos, los ganaderos no vemos colores ni partidos, sino lo mejor para nuestro sector y quien diga que tengo candidato eso no es cierto”, acotó.

Relevan a Rogaciano Alba en la Asociación Ganadera de Petatlán

* Nahúm Enríquez, nuevo presidente

 

 Brenda Escobar, corresponsal, Petatlán * Con 464 votos a su favor, de un padrón de 3 mil socios ganaderos, Nahúm Enríquez Maciel presidirá por dos años la Asociación Ganadera local de Petatlán, recibiendo la estafeta de Rogaciano Alba Álvarez, quien ocupó el cargo por cuatro años.

La elección se llevó a cabo este sábado 28 en las instalaciones del corral de esta organización, a donde concurrieron 806 ganaderos, de los cuales, 695 pudieron votar para elegir entre el aspirante de la planilla uno, Nahúm Enríquez Maciel y la número dos, José Salas Rivera, ex síndico de la administración priísta de Jorge Ramírez Espino.

Sin más contratiempos que la espera del pase de lista para poder votar, los ganaderos de Petatlán realizaron el cambio de la nueva mesa directiva que encabezará Enríquez Maciel y como secretario, Otilio Álvarez Hernández.

Respecto a este proceso interno, el ex dirigente de la Asociación Ganadera Local de Petatlán, pero aún presidente de la Unión Ganadera Regional de Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez, hizo alarde de que “esta (elección) no se parece en nada a la de Zihuatanejo (que se llevó a cabo el 14 de febrero, y en la que no quedó el candidato que él apoyaba); así deberían de ser las votaciones, con orden, pero aquellos tuvieron miedo, no sé a qué tuvieron miedo, si decían que iban a ganar”.

Para avalar la elección del nuevo líder de los ganaderos petatlecos no estuvo algún representante de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, sin embargo, Alba Álvarez dijo que sí es válida.

El nuevo representante ganadero en este municipio es un joven de 29 años de edad; licenciado en Contaduría Pública y se ha distinguido por ser parte de la organización social Unión Petatleca, asociación que ha pugnado en esta cabecera municipal por un mejor servicio en el agua potable y que hace dos años tomó las instalaciones del ayuntamiento para exigir que el agua no saliera chocolatosa.

Los ganaderos no son policías para vigilar la seguridad: Rogaciano Alba

* Insiste en la petición de que el Ejército intervenga

Francisco Magaña, corresponsal, San Jerónimo * Ante los problemas de inseguridad que hay en la sierrea, el presidente de la Asociación Ganadera Regional de Guerrero, Rogaciano Alba Álvarez, propuso vigilancia militar y no armarse como acordó el Consejo Regional de la Sierra de Guerrero (Cresig).

Alba Álvarez dijo que rechaza la propuesta de la organización, y señaló que la inseguridad no es privativa de la entidad.

Indicó que él como dirigente ganadero, ya propuso al gobierno del estado que sean efectivos militares quienes vigilen la zona ganadera, y rechazó que existan focos rojos donde se requiera de manera urgente la vigilancia.

Enfatizó que los ganaderos son productores, no policías, y sostuvo que son las corporaciones policíacas quienes tienen la obligación de velar por los intereses del estado de Guerrero.

Alba dijo lo anterior en la asamblea general ordinaria para el cambio de mesa directiva de la Asociación Ganadera Local de Benito Juárez, en San Jerónimo.

Señaló que si los ganaderos andan armados serán presas fáciles, porque la inseguridad es en todo el país.

La propuesta es que si el Ejército interviene las cosas se mejorarían, señaló, y dijo que en otros estados el Ejército apoya en seguridad, como Tamaulipas, Nuevo León, pero señaló que corresponde a las autoridades decidir si procede o no la propuesta.

Por otra parte, rechazó que existan organizaciones ganaderas paralelas como se planteó en Zihuatanejo, después de que perdió la elección local el candidato que él apoyó, y desconoció a la mesa directiva que fue electa en asamblea .

Dijo que él ha comentado a los ganaderos que a ley los ampara para organizarse en una o dos agrupaciones, pero los que renuncien a la asociación ganadera pierden todos sus derechos, y agregó que los que buscan dividir son los que menos han trabajado por el sector.

Reconoció que el sector ganadero está politizado ya que algunos quieren utilizar la asociación como un trampolín político, para las presidencias municipales.

Señaló que todos están en su derecho, porque es sano que los ganaderos tengan gente en el gobierno del estado para que el gremio sea más atendido.

Sostuvo que todo el ganado que ingresa al estado está certificado para que se vaya a los rastros sin preocupación ya que no se ha localizado ninguna res que esté dañada.

Dijo que se están haciendo pruebas de todo el animal que ingresa a Guerrero, por médicos acreditados, tal como ocurre en Zihuatanejo que es la frontera con Michoacán y Jalisco.

Un tirador de la sierra de Petatlán mató a Digna Ochoa, dice un testigo

 

* Un acompañante del sicario había sido acribillado 15 días después del ataque a la abogada * El ejecutor era compadre de Hank González y de Figueroa Alcocer * Vinculan con los hechos al ex alcalde Rogaciano Alba

Maribel Gutiérrez (Primera parte) * Un tirador de la sierra de Petatlán, Nicolás Martínez Sánchez, mató a la abogada Digna Ochoa, en la ciudad de México, el 19 de octubre de 2001, acompañado de otro pistolero de la misma región, Gustavo Zárate Martínez, según la versión de un testigo que pidió el anonimato. Los dos fueron ejecutados, el acompañante, el 1 de noviembre y el tirador el 4 de marzo de este año. Según testigos con los que él habló, recibieron órdenes del ganadero Rogaciano Alba Alvarez, hombre poderoso vinculado al Ejército, a las corporaciones policiacas, al narcotráfico y al poder político del PRI. En la región se sospecha que él mismo podría ser responsable de las ejecuciones del tirador y de su acompañante. Desde que estalló la indignación por el asesinato de la abogada y la atención pública volteó hacia Guerrero como el posible origen del crimen, Nicolás Martínez Sánchez, de 50 años, presuntamente subdirector de la Policía Preventiva de Petatlán, manifestó a sus amigos más cercanos su temor por las repercusiones.

Ese temor se transformó en la seguridad de que sería ejecutado después de que fue asesinado su acompañante, conocido como Tavo, 12 días después del crimen de la abogada, emboscado en El Venado, en la carretera de la sierra que va a la ruta que visitó Digna Ochoa el 1 de octubre. Desde entonces, Martínez Sánchez sabía que sería sacrificado en cualquier momento. “Tengo miedo, me van a matar, porque yo estuve en lo de Digna Ochoa, en México, y es un problema muy grande”, confesó a amigos cercanos, según el testimonio de uno de ellos. Les dijo que ya habían matado a otra persona, que lo acompañó a la ciudad de México, también originario de esa región en la sierra de Petatlán, Guerrero, y sobrino suyo. Después de la primera ejecución el tirador sabía que tenía la muerte segura, y por eso platicó con amigos de la sierra, y les dijo que él, directamente, había matado a Digna Ochoa. Reveló que en principio recibió la orden de matar a la abogada cuando estuvo en la sierra de Petatlán, el 1 y 2 de octubre.

En esas fechas, Digna Ochoa visitó por primera vez esta región de Guerrero, donde surgió y se desarrolló en 1998 el movimiento por la defensa de los bosques que tuvo su expresión en la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán. El primer día estuvo en las comunidades de El Zapotillal, La Pasión y Barranca de Monte Grande, y el 2 de octubre en Banco Nuevo. Acudió acompañada de un miembro de un organismo internacional no gubernamental, FIAN, que se dedica a la defensa del derecho a la alimentación, Harald Ihmig, de nacionalidad alemana, y de dirigentes de la Organización de Campesinos Ecologistas, que le pidieron ayuda para la defensa de cuatro de sus compañeros que están presos en Acapulco y de siete que son perseguidos por el Ejército y tienen que andar huyendo y escondiéndose en cuevas y en los bosques para proteger su vida y su libertad. El tirador dijo que todo estaba listo para matar a Digna Ochoa en la sierra de Petatlán, pero no sabía porqué se había cambiado la decisión. Le ordenaron entonces suspender el asesinato. Debía esperar otro llamado.

Había un nuevo plan, que era vigilar a Digna, seguirla en su regreso de la sierra a la cabecera municipal de Petatlán, el mismo 2 de octubre, y de ahí a la ciudad de México y tenerla en observación en la capital del país y donde se moviera. Según el testigo así lo hicieron, aunque no dijo si en esta vigilancia participaron los dos sicarios de la sierra de Petatlán. El tirador y su acompañante recibieron la nueva orden y se trasladaron a la ciudad de México, donde mataron a Digna Ochoa el 19 de octubre.

Con diferencia de cuatro meses, la forma como ejecutaron a Nicolás Martínez Sánchez y a Tavo (Gustavo u Octavio) Zárate Martínez son similares: en emboscadas en la carretera cuando se dirigían a la ciudad de Petatlán manejando sus camionetas, con ráfagas de AK-47 –presuntamente se usaron las mismas armas– y en operaciones planeadas con sicarios que esperaron ocultos a la orilla de la carretera de terracería el paso de los vehículos, y dispararon contra todas las personas que iban a bordo. En las dos emboscadas murieron seis personas y cinco fueron heridas con armas de alto poder, entre éstas tres niños, uno de ellos una bebita de seis meses.

Temor entre sicarios

 

Esta versión de que a Digna Ochoa la estuvieron vigilando desde su visita a la sierra de Petatlán con el propósito de matarla coincide con la de otro testigo, que en diciembre pasado dijo que se sabía que a la abogada la habían seguido desde su viaje a esta región hasta el momento en que fue ejecutada en el despacho de abogados de la ciudad de México. Ese testigo aseguró que en la labor de vigilar a Digna Ochoa de regreso de la sierra de Petatlán a la ciudad de México, estuvo un comandante de Atoyac, aunque no dijo si comandante del Ejército o de alguna corporación policiaca. También se sabe que tras el asesinato de Digna Ochoa, pistoleros con vínculos extraoficiales con el Ejército se sintieron inseguros y temerosos cuando la atención pública se centró en Guerrero. A algunos de esos pistoleros, de Petatlán y de otros lugares de Guerrero, sus jefes militares o sus contactos en México les retiraron sus armas y permisos para portarlas, como medida de precaución, ante la posibilidad de que las investigaciones alcanzaran a civiles armados que actúan vinculados a militares en Guerrero y en la ciudad de México.

El tirador

Nicolás Martínez Sánchez, alias El Cuarterón, de 50 años, fue asesinado el 4 de marzo como a las 7 de la mañana, a las afueras del poblado de El Venado, en el acceso a una de las rutas de la sierra de Petatlán que va de la cabecera municipal a la región de La Botella, donde se localizan El Zapotillal, La Pasión y Barranca de Monte Grande, donde Diga Ochoa estuvo en reuniones con campesinos ecologistas el 1 de octubre. Según las notas periodísticas, Nicolás Martínez Sánchez era subdirector de Seguridad Pública del ayuntamiento de Petatlán, pero oficialmente ese cargo no existe; otros dijeron que era inspector de la misma corporación policiaca municipal, y otros más que no era policía. Lo mataron en la carretera a la cabecera municipal, a donde se dirigía manejando su camioneta Dodge tipo pickup de modelo viejo, acompañado por su hijo, de 22 años, Hipólito Martínez Orozco, su cuñado, Francisco Orozco Blanco, de 40 años, y su sobrino, Francisco Javier Martínez, de 18 años. Los cuatro murieron en la emboscada, por múltiples heridas de bala de AK-47, cuerno de chivo. La camioneta, roja con blanco, estacionada en el patio de la casa de Martínez Sánchez, en la comunidad de El Venado, tiene cerca de 80 balazos.

Las notas de los diarios locales dan cuenta de que según el parte de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, dos individuos dispararon a la camioneta desde la orilla de la carretera, mientras uno los esperaba en una cuatrimoto, en la que huyeron hacia lo alto de la sierra. La esposa de Nicolás Martínez Sánchez, Ada Orozco, dice que no sabe porqué mataron a su esposo, ni quiere saber nada. Tampoco le interesa que se haga justicia, porque dice que de todos modos ya están muertos su esposo, su hijo y su hermano, que dejaron desamparadas a sus familias. Asegura que su esposo no pertenecía a ninguna corporación policiaca ni trabajaba en el ayuntamiento de Petatlán. Para ella, simplemente era campesino, que se dedicaba a sembrar y tenía ganado.

Recuerda que cuando lo mataron se dirigía a la cabecera municipal de Petatlán, con las tres personas, porque iban a construir el corral de toros para la feria que cada año se hace en esta ciudad de la Costa Grande guerrerense. La viuda afirma que nadie vio quién disparó contra la camioneta, y nadie oyó los disparos; un campesino la encontró en la carretera con los cuatro ocupantes muertos, y fue a avisar a la familia. Dice que Nicolás Martínez no tenía conflictos, que era un hombre bueno, que no se metía en partidos políticos, pero que trataba de ayudar a la gente necesitada de su pueblo, El Venado. La imagen familiar contrasta con la que daba públicamente. A los dos días de la ejecución, el entonces procurador de Justicia de Guerrero, Rigoberto Pano, declaró a los reporteros en Acapulco que “se trata de una venganza entre familias”, porque el año pasado Nicolás dio muerte a cuatro miembros de una familia.

En la región, Martínez Sánchez era conocido como un personaje siempre ligado al poder, que era compadre de políticos poderosos en México como Carlos Hank González y Rubén Figueroa Alcocer, y que siempre trabajó en corporaciones policiacas y saltaba de una a otra, de la Judicial del Estado a la Judicial Federal o a la Preventiva Municipal. También se le vincula con la política local, dentro del grupo dominante en el PRI, que encabeza Rogaciano Alba, y se le relaciona estrechamente con el actual síndico del ayuntamiento de Petatlán, José Salas Rivera, quien le asignó el cargo en la Policía Preventiva municipal. Salas Rivera, como parte de sus funciones de síndico procurador del ayuntamiento de Petatlán, colaboró con los grupos de agentes del Ministerio Público y policías judiciales que en tres ocasiones ha enviado a la región la Procuraduría General de Justicia del DF para tomar declaraciones e investigar el asesinato de Digna Ochoa. Según las fuentes que dieron la versión sobre el tirador que asesinó a Digna Ochoa, Nicolás Martínez Sánchez, El Cuarterón, era un hombre “muy preparado” para “ese tipo de trabajos”. Dicen que durante años cumplía encargos de Rogaciano Alba.

No les extraña que lo hayan contratado para una acción “tan grande”, como ellos la califican, y que se haya tenido que trasladar a la ciudad de México, a más de 500 de kilómetros de distancia del lugar donde él vivía. Les parece obvio que no hayan dejado huellas en un asesinato planeado y cometido por profesionales. No quieren opinar sobre el arma ni sobre el mensaje que apareció cerca del cuerpo de la abogada con amenazas a los miembros del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, donde trabajó Digna Ochoa, porque no saben, pero dicen que “todo estaba bien preparado”, suponen que participó más gente, e insisten: “El era muy bueno para esos trabajos”. Sobre el motivo que tuvo el tirador para el asesinato, las fuentes coinciden en que fue “por paga”, “por dinero”. Dicen que él hacía ese tipo de trabajos para la gente de allá que tiene mucho poder, y a la pregunta de ¿quién es esa gente poderosa?, los testigos no dudan: Rogaciano Alba. Entonces, surge la pregunta sobre los móviles de Rogaciano Alba, y las fuentes, que piden el anonimato, piensan que el asesinato pudo ser “para quitarla de enfrente”, o pudo ser ordenado por Alba pero a petición de gente del Ejército, con quien tiene relaciones.

Rogaciano Alba es actualmente presidente de la Asociación Gandera del estado, fue presidente municipal de Petatlán en el periodo 1993-96, durante la gubernatura en Guerrero de Rubén Figueroa Alcocer, quien le dio protección y es hasta el momento el personaje de mayor poder político en Guerrero. Aunque en la región son del dominio público los vínculos de Alba con el narcotráfico, se mueve activamente en la política, y en el año 2001 buscaba nuevamente ser candidato del PRI a presidente municipal de Petatlán para las elecciones de octubre de 2002, pero aparentemente dejó de moverse hacia ese propósito. Sobre el homicidio de Digna Ochoa ya ha declarado dos veces ante agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del DF: el 21 de diciembre de 2001 y el 18 de enero de 2002. El 21 de enero dijo en entrevista a reporteros locales: “Quieren que sea yo el chivo expiatorio en el asesinato de Digna Ochoa”, y opinó que las acusaciones contra él se deben a “intereses políticos del PRD”.