Irrumpen soldados en una casa en Riva Palacio en busca del esposo secuestrado de la síndica de Pungarabato

Soldados cayeron por aire y sitiaron por tierra una vivienda de Riva Palacio, Michoacán, en busca del empresario Gustavo Borja García, esposo de la síndica de Pungarabato, Rosalba Rendón Andrade, quien fue secuestrado la mañana de este jueves en el centro de Altamirano por hombres armados que lo sacaron de su negocio.
El secuestro fue a 30 metros de la avenida Lázaro Cárdenas y a una cuadra y media del hotel Aries, donde tienen su base los policías de la Gendarmería Nacional que participan en el Operativo Tierra Caliente.
La vivienda que fue sitiada está junto a Altamirano justo al otro lado del río Cutzamala, del lado de Michoacán, al lugar llegaron el Ejército y la Policía Estatal de Guerrero, aseguraron dos vehículos y retuvieron a una pareja dentro de la casa desde la 11 de la mañana, en la noche continuaban sin dejarlos salir.
Alrededor de las 11 de la mañana un helicóptero sobrevoló muy bajo sobre el centro de Altamirano y se colocó sobre una vivienda.
La casa cerca del zócalo de Altamirano que colinda con el río Cutzamala, y la casa está en la orilla del río pero del lado de Michoacán. Es una casa de tabique en obra negra donde vive una familia. Hay una cancha deportiva de futbol rápido a un lado y un espacio que en las noches lo usan para cancha de volibol. Hay varias viviendas en los costados.
El helicóptero se mantuvo 5 minutos ahí, llegaron los soldados y una patrulla de policías estatales. Ahí había una camioneta Ford pickup verde, un coche gris Astra y un Tsuru blanco, al parecer los coches tienen reporte de robo según informaron a la familia.
La familia González Sánchez que viven en ese lugar informó que el Ejército no los dejó salir de la vivienda desde las 11 de la mañana.
En redes sociales la familia dijo a medios de comunicación que desconocía el motivo por el cual llegó el Ejército, sólo que checaron sus carros. La camioneta verde parecida a la que usaron en el secuestro aseguraron que es de su propiedad y que además casi no la sacan porque no avanza por una falla mecánica, mientras que los otros dos carros no son de ellos.
Las demás familias alrededor tienen acceso y salida libre del lugar y a los retenidos sólo les permitían usar sus teléfonos.
Al acudir al lugar un soldado informó que esperarían al agente del Ministerio Público federal, que por eso no permitían el acceso al sitio y se negaron a dar más información. En la noche seguían en el mismo punto y no llegaba el Ministerio Público.
El resto del día se vieron recorridos en el centro de Altamirano y una patrulla cerca del centro ferretero Borja