* Califica de “maquiavélico” a López Rosas
* Firmar un pacto de civilidad es lo que pide la Confederación de Trabajadores Campesinos, dice t La actitud “soberbia del alcalde” provoca anarquía
El secretario general de la Federación de Trabajadores, Obreros y Campesinos de la Confederación de Trabajadores Campesinos (CTC), Eduardo Román Guzmán exhortó a las demás organizaciones sindicales a firmar un pacto de civilidad para evitar futuras violencias en las disputas por la titularidad de los contratos colectivos, como lo sucedido el jueves pasado en el 100% Natural Café del Mar, en el que hubo una trifulca entre cetecistas y cetemistas.
Además pidió el desafuero del regidor Rodolfo Escobar Ávila, quien es secretario general de la Sección 12 de la CTM, para que se le aplique un juicio político y asuma su responsabilidad por el zafarrancho en el 100% Natural y por el estallamiento a huelga del hotel Hyatt en el que se afectó la imagen turística del puerto.
“Exhorto a todas las centrales obreras a hacer un pacto de civilidad y que nos sustentemos en lo que marca la Ley Federal del Trabajo, debemos abandonar la idea de detentar los contratos colectivos de trabajo cuando ya no tenemos a los trabajadores”, señaló Román Guzmán.
Agregó que no han contado con todo el apoyo del alcalde, Alberto López Rosas de quien dijo: “tiene una forma muy particular de hacer las cosas lo que es respetable, porque él es el que manda en Acapulco, pero no es el dueño, el presidente municipal también necesita de las organizaciones”.
“Existe una ingobernabilidad en Acapulco por la falta de preparación y unidad, la confrontación del ayuntamiento nos está trayendo como consecuencia confrontaciones entre organizaciones”.
Despúes de reconocer su responsabilidad en el asunto del 100 % Natural, invitó a los involucrados a asumir su responsabilidad y a su vez culpó a las autoridades municipales de “trafico de influencias” que se da en la comuna porteña, pues indicó que Escobar Ávila tiene dos hermanos que son comandantes de policía preventiva, “quienes resguardan sus actividades de manera indebida”, y que ello evitó que llegará la fuerza pública para impedir las agresiones y garantizar la seguridad de los trabajadores que en ese lugar se encontraban.
El líder sindical aseguró que en cuatro ocasiones Escobar Ávila “con diversos métodos” logró desfasar la fecha del recuento, como lo hizo el jueves 11, y precisó que la primera fecha de recuento estaba contemplada desde el 26 de noviembre de 2003, la segunda el 15 diciembre del mismo año, la tercera el 22 enero de 2004 y la cuarta el 11 de marzo de 2004.
Asimismo, aseguró su interés por participar en los programas de gobierno, pero dijo que será “en la medida que las autoridades nos den la oportunidad de participar en sus programas de gobierno, si quieren obviamente, porque hemos visto el rechazo en este caso del alcalde, hay comunicación, pero no resuelve nada y eso nos preocupa, pues desafortunadamente vemos el asunto como resultado de la anarquía que existe en el ayuntamiento de Acapulco. El hecho de que no nos pueda dar resultados y que todas sean en base a intereses políticos, eso también trae como consecuencia muchos problemas porque el alcalde obliga a la sociedad organizada a expresarse de esta manera”.
López Rosas politiza el caso del transporte en Coyuca
Para Román Guzmán el conflicto del transporte foráneo de Coyuca se ha complicado por el giro político que el alcalde de Acapulco, Alberto López Rosas, le ha dado al asunto, lo que conlleva a la ingobernabilidad y anarquía del municipio por la actitud “soberbia del alcalde, quien sí nos ha recibido pero maquiavélicamente no nos da respuestas”.
En referencia a la regularización del transporte foráneo dijo: “es una ocurrencia y se le digo con todo respeto al señor presidente municipal de Acapulco, que tal vez despertó el señor López Rosas y se le ocurrió hacer un programa de reordenamiento del transporte, no estamos en contra del reordenamiento del transporte los compañeros de la CTC, es algo ideal para Acapulco pero queremos que a problemas humanos debe haber respuestas humanas, sensibilidad humana”.
Indicó que el alcalde no puede ser insensible como para seguir perjudicando con “criterios personales y políticos porque así lo hemos percibido, hacia gente pobre de Coyuca de Benítez; el alcalde no puede seguir revolviendo la magnesia con la linaza, él sí ve fantasmas por todos lados y ve la actuación de los actores sociales, los ve con tintes partidistas. Desaprobamos esa actuación”.
Comntó que el caso se ha ido complicando por intereses partidistas debido a la cercanía del proceso electoral para elegir a gobernador del estado y “están viendo moros con tranchetes, están confundiendo todo y están abandonando sus luchas y compromisos sociales” (Mónica Martínez García).