Hoteles, restaurantes y CFE, las empresas que más abusan, dice el procurador del Consumidor

Verificadores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) colocaron sellos de suspensión en una tortillería, una agencia de viajes y en artículos de plata de una joyería en Zihuatanejo, durante una visita de inspección que encabezó el titular de esta dependencia, Ernesto Nemer Álvarez.
Ayer martes, Nemer Álvarez estuvo en Zihuatanejo y en Ixtapa acompañado del delegado estatal de esa dependencia, Saúl Montúfar Mendoza, quienes recorrieron junto con los verificadores algunas de las áreas del mercado central municipal, ubicado en la avenida Benito Juárez, en el centro de la ciudad, para verificar los precios de los productos de la canasta básica.
Abordado por los reporteros, el procurador del Consumidor reconoció que en esa dependencia personal para hacer este tipo de actividades de manera continua, y reveló, sin dar cifras ni señalamientos específicos, que en Guerrero las empresas que más abusan del consumidor y por las hay más quejas son hoteles, restaurantes, telefonía celular, la telefonía de paga y contra la Comisión Federal de Electricidad.
Dijo que después de este recorrido se lleva “una visión más clara de qué es lo que tenemos que reforzar aquí en el estado”.
En la calle Mangos, a un costado de la citada central de abasto, Nemer y Montufar colocaron un sello con la leyenda “suspendido” en una tortillería propiedad de la empresa Industrias Doña Beatriz, por vender el kilo de tortillas a 18 pesos; en una columna del establecimiento se encontraba un papel en el que los socios de Unión de Industriales Libres de la Masa y la Tortilla del estado de Guerrero informan al público que el precio del kilo se incrementaba “derivado del constante aumento en el costo del maíz, energía eléctrica, gas y otros insumos”.
Nemer Álvarez platicó brevemente con una consumidora, a quien le preguntó su opinión sobre el costo de 18 pesos el kilo de la tortilla, así como también si a ella le había aumentado el costo de la luz y el precio del gas, a lo que la mujer respondió que no.
Luego el funcionario federal habló con los encargados del negocio, a quienes les aseguró que no había ninguna justificación para aumentar el precio y por lo tanto se iba a quedar suspendido hasta que el propietario acudiera a las oficinas de la Profeco en Acapulco, con la documentación que justifique el aumento.
Más adelante, visitó el mercado central preguntando precios y lo mismo hizo en una tortillería ubicada en la avenida Morelos, donde encontró el precio del kilo de la tortilla en 16 pesos; enseguida, junto con su grupo de verificadores entró a una casa de empeño para constatar que sus básculas estuvieran equilibradas y preguntó cuáles son los requisitos que piden a las personas para empeñar sus objetos; el trabajador se los enumeró pero dijo que no les piden facturas de los artículos que llevan a empeñar.
Después, el procurador se trasladó a Ixtapa, al centro comercial Los Patios, donde también colocaron sellos a una agencia de viajes por no tener a la vista las condiciones de sus paquetes y se encontraron algunos artículos de plata sin grabado el país de origen, por lo que fueron inmovilizados.