Familiares de víctimas de desaparición forzada del comité Los Otros Desaparecidos, en una búsqueda llevada a cabo ayer, encontraron tres probables entierros clandestinos más y un posible campamento de secuestro de la delincuencia organizada en el ejido Tijeritas, al norte de la ciudad de Iguala.
Para hoy, según información de los familiares, los peritos y antropólogos de la Procuraduría General de la República (PGR) continuarán con las excavaciones y exhumaciones de cuerpos hallados en fosas en esa misma zona el 8 de noviembre.
El miércoles y viernes los peritos y antropólogos de la PGR exhumaron dos cuerpos, ambos con huellas de tortura, las manos y pies atados y los ojos vendados, y aún falta por exhumar el cuerpo encontrado en una fosa que fue abierta por los familiares y cuatro fosas más señaladas como positivas.
En un año, desde noviembre de 2014, familiares de desaparecidos han hallado más de 70 fosas clandestinas en cerros de Iguala, de las que la PGR ha exhumado 106 cuerpos, de los cuales sólo 11 han sido identificados y ocho entregados a sus familiares.
Cerca de las 11:00 de la mañana de ayer, una comisión de 16 familiares del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala, acompañados por una docena de efectivos de la Policía Federal con tres patrullas y una ambulancia, salieron de la parroquia de San Gerardo con dirección al ejido Tijeritas, cerca de la comunidad de El Naranjo.
La zona explorada es un terreno de varias hectáreas, la mayor parte está cultivado de maíz y está circulada con alambre de púas.
Cerca del mediodía, los familiares marcaron dos probables entierros clandestinos, donde clavaron varillas con punta, que ha sido la principal herramienta de los familiares de desaparecidos para encontrar las fosas, y dado el olor característico fueron marcados como posibles entierros.
El paraje en el que se trabajó ayer en la búsqueda de fosas y que fue señalado por un guía anónimo, está aproximadamente a 2 kilómetros de la carretera federal México-Acapulco, en una brecha de terracería, cerca de donde militares tienen un retén.
Junto a una capilla y cerca de un rancho que fue cateado por agentes de la PGR por el caso Ayotzinapa hace más de seis meses, dejaron los vehículos y de ahí continuaron a pie la búsqueda en grupos.
Por la altura de la hierba en la zona, les fue difícil ubicar más posibles entierros en ese sitio, de donde la PGR ya exhumó dos cuerpos la semana anterior.
Después de la una de la tarde, el guía llevó a los familiares y reporteros a un sitio que fue señalado como un posible campamento de secuestro de la delincuencia organizada.
Para llegar hasta ese lugar, se tiene que caminar cerca de 40 minutos hacia el cerro a partir de donde se dejan los vehículos.
Durante el recorrido, los familiares de desaparecidos hallaron otra posible fosa clandestina, la cual marcaron como positiva por el olor de la varilla, y señalaron su ubicación con apoyo de un GPS.
Cerca de las 2:40 de la tarde se llegó al lugar que el guía había señalado como campamento de secuestro del crimen organizado y donde supuestamente había una lona, sin embargo, ésta no estaba, y sólo fueron hallados algunos restos de basura, por lo que después de revisar el lugar, cerca de las 3 de la tarde, regresaron a los vehículos.
Familiares de desaparecidos informaron que los tres uniformes militares y los indicios hallados en un paraje del ejido Tijeritas, no han sido levantados por la PGR, por lo que siguen abandonados en el lugar.
Se espera que para hoy los peritos y antropólogos de la PGR continúen con los trabajos de excavación y posible exhumación de cuerpos en la zona.
Se prevé que en esta semana sean exhumados más cuerpos de fosas clandestinas marcadas como positivas.