El director de Subsidio a Universidades de la Dirección General de Educación Superior Universitaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Horacio Guillermo Díaz Mora dijo que el cumplimiento de las prestaciones laborales ahoga los presupuestos de universidades como la de Guerrero.
Antes de la clausura del Congreso Nacional de Universidades, De cara a la transparencia y rendimiento de cuentas, que cerró el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, el funcionario federal dijo que las fuentes de financiamiento de las universidades son “endebles” y sus compromisos laborales las están “ahogando”.
Díaz Mora indicó que serán las universidades las encargadas de informar si los gobiernos estatales entregan sus aportaciones, con la finalidad de “invitarlos” a que lo hagan en tiempo y forma, pues tal información debe ser entregada a órganos fiscalizadores que se los exigen.
En su ponencia, Normatividad aplicable al subsidio federal, dijo que el mayor problema en los informes de instituciones públicas, radica en la comprobación por entrega de subsidios que otorgan los gobiernos estatales.
“Los gobiernos de los estados, e incluso la Oficialía Mayor a través de la Dirección General de Presupuesto y Recursos Financieros nos llamó fuertemente la atención porque no tenían los comprobantes en la recepción del recurso que ellos transferían (…) y se emitió una nueva disposición por parte de la Oficialía Mayor, y ahora los gobiernos de los estados, de manera anticipada la recepción del recurso, tienen que entregar su recibo o factura correspondiente”, señaló en su participación, en un salón del hotel Princess, en la zona Diamante de Acapulco.
Recordó que en 1970 las universidades contaban con subsidios sobrados, “y todavía están sobradas en recursos”, opinó sobre los presupuestos actuales, sin embargo reclamó que, “lo que hacen las universidades con esos remanentes de no ocupar toda la plantilla académica y administrativa, es pagar las prestaciones que no reconoce la Secretaría, pagar los regímenes de pensiones y jubilaciones, porque el dinero no les alcanza, el dinero no sobra en las universidades ya en este momento, al contrario, falta. Esa fuente de financiamiento endeble está ahogando a las universidades”.
Señaló que la falta de recursos es el cúmulo de los paternalismos que datan de 1970, cuando los gobiernos cumplían a los sindicatos todo lo que exigían, y aún lo hacen. Asimismo, dijo que si no es posible erradicar los vicios, al menos se deben ir acotando.
Dijo que “por indicaciones” y con el fin “de que los convenios de apoyo financiero se cumplan a cabalidad”, se estableció un programa que comenzará a operar en 2018 para dar seguimiento a los recursos federales y que éstos se entreguen de manera oportuna.
“La parte que nos causa dificultades es que el gobierno del estado entregue ese recurso federal a las instituciones, sin embargo no sabemos si la parte estatal la entregan en tiempo y forma no tenemos manera de fiscalizarlo”, señaló Horacio Guillermo Díaz.
“Establecimos un programa… donde las chismosas van a ser las universidades, ‘dime cuándo te llegó tu subsidio federal y el número de CLC… pero ahora también quiero que me digas cuándo te llegó el estatal’. Nosotros no somos fiscalizadores, simple y sencillamente vamos a invitar a que se cumpla; y que si los órganos fiscalizadores nos piden información, contemos con ella”, puntualizó.
Reflexionó acerca de la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas para que no solamente invite a cumplir a las instituciones con la ley, sino a que destacó que una contraparte está en personas que cada vez se exigen más, se quejan y están hartas.
Consideró que en el corto plazo, todas esas leyes que exigen mayor transparencia van a surtir el efecto que la población desea, y “el ingreso se va a aplicar en lo que realmente debe aplicarse”, lo que generará ahorros y una fortaleza financieramente hablando en el país.
Son las jubilaciones un “problema fuerte” igual que las clausuras, indica Saldaña Almazán
En su mensaje de clausura, el rector Javier Saldaña dijo que las jubilaciones son un “problema fuerte” para la UAG, al igual que las clausuras son gastos que representan perdidas a las instituciones a las escuelas y a los padres de familia.
Saldaña Almazán expresó que las jubilaciones en la universidad están limitadas y se hacen efectivas sólo en personas que tienen problemas de salud, porque no hay dinero para jubilar ni para pensionar.
“Afortunadamente, este año nos aprobaron 700 millones en el presupuesto, que eso nos va a ayudar mucho”, dijo, aunque no especificó en qué.
El rector advirtió que con los sindicatos seguirá haciendo conciencia y racionalizando los recursos.
“Es el tema que está agobiando y que algunas universidades las van a cerrar, es el tema de las jubilaciones. Las prestaciones a los sindicatos, algunas universidades no van a aguantar este tema y tiene que haber un cambio, un acuerdo entre las universidades y los sindicatos, porque definitivamente tenemos que cambiar. No puede el subsidio universitario estar solamente orientado a pagar prestaciones salariales”, indicó.
Pugnó porque se apliquen los descuentos por faltas a los trabajadores, y puso como ejemplo 200 faltas de maestros de la Unidad Académica de Contaduría que no se hicieron efectivas.
También dijo que han prohibido las clausuras, y que si algún director decide hacerla sabrá cómo pagarla, puesto que la universidad no ejercer recursos para actividades “suntuosas”.
Mencionó que durante distintas reuniones en materia de transparencia a las que acudió acompañado por el gobernador, Héctor Astudillo Flores, ha sido testigo de la presentación de proyectos de ley relacionados con la educación y la rendición de cuentas.
La experiencia de la Universidad Baja Autónoma de Baja California
La experiencia de la Universidad Autónoma de Baja California en materia de transparencia y rendición de cuentas, fue expuesta por la encargada de ese departamento, Olga Minerva Castro Luque, quien hizo una exposición desde sus inicios hasta los resultados en la actualidad, como primera institución de educación pública con resultados en ese rubro.
Señaló que la transparencia es un ejercicio de “voluntad”, y sugirió establecer una Unidad de Transparencia, romper las resistencias y fomentar una cultura de buenas prácticas.
Castro Luque también habló del necesario compromiso del representante de las universidades para fortalecer las áreas de transparencia, a partir de la publicación de los informes a los cuales está obligado.
“La transparencia no trastoca la autonomía de las instituciones. Podemos seguir siendo ejemplo de fortaleza”, sostuvo.
A pregunta de uno de los asistentes de cuáles serian las consecuencias en materia de seguridad y la participación de los departamentos de información, la funcionaria respondió que tales institutos deben ser áreas de apoyo, aunque aclaró que no será responsabilidad de la Unidad de Transparencia el alcance de la información, además de que el área de donde se originará la información decidirá qué información proporcionar.
Habló de la necesaria conformación de un órgano colegiado en transparencia en las instituciones de educación para tomar decisiones, entre otras, designar a quién le corresponde proporcionar información solicitada por el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai).
“El área encargada de proveer la información, establecerá el nivel de información que proporcionará, y que el Comité de Transparencia decida por qué se negará la información o será proporcionada”, dijo.