Recibió la Proctur 42 quejas de turistas en las vacaciones, 10 menos que en 2016

 

El procurador del Turista, Juan García Delgadillo, informó que al concluir las vacaciones de verano hubo 42 quejas, 10 menos que el año pasado que en el mismo período sumaron 52 denuncias.
En declaraciones telefónicas, el funcionario estatal señaló que dado que los periodos vacacionales a lo largo del año son diferentes, en diciembre es cuando se registran más quejas.
“Ahora fueron 10 menos que en 2016 y como son más espaciadas durante el verano, las familias tuvieron tiempo de planear la semana que estuvieron en Acapulco. La mayoría de las quejas estuvieron relacionadas con prestadores de servicios turísticos. El año pasado hubo 52 quejas y este año 42; en este 2017 atendimos 274 turistas y logramos tener un reembolso de 35 mil 790 pesos, mientras que el año pasado fueron atendidos 145 turistas y logramos recuperar un monto de 18 mil 560 pesos”, detalló García Delgadillo.
Los conceptos por los cuales se originaron las quejas, especificó, fueron extravío de documentos y de placas, además que “hubo una persona lesionada que se cayó en la vía pública y cuatro personas que se quedaron sin dinero acudieron a la Procuraduría para hablar con sus familiares y les enviaran algún recurso para poder regresar”.
Las quejas comunes, continuó, son el mal servicio y el mal trato, por lo que recurrieron a la Procuraduría para que hubiera devoluciones.
Indicó que hay coordinación con los tres ámbitos de gobierno y aunque los policías turísticos son quienes reciben las quejas directamente, envían a los inconformes al CAPTA, que es donde están las oficinas de la Procuraduría y donde finalmente son atendidas sus demandas.
Afirmó que hay antecedentes de fraudes por la renta de casas en internet, no obstante que durante las recién concluidas vacaciones de verano no se registraron quejas.

Saben de la violencia en Acapulco, pero les preocupó más el oleaje, dice la familia Guzmán, de la CDMX

 

La familia Guzmán Munguía, de la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México, no planeaba venir estas vacaciones de verano a Acapulco, sin embargo la cancelación de otra familia, por enterarse de un asesinato en la avenida Costera, les favoreció.
La señora Hilda Munguía, viene de una colonia también conflictiva de la capital del país, El Piru.
Dijo que salir por tres días le sirvió de terapia: “soy de las personas que salen de la casa de usted para olvidarme de todo lo de allá y venir a disfrutar del momento”.
Su preocupación de estos días fue sólo el oleaje, compartió entre risas, y aseguró que el sol de Acapulco es el mejor porque no le quema la piel, a diferencia de otra de las playas que conoce de México, la de Veracruz, “es muy seco allá, no lo tolero, me gustan las playas de aquí”.
De las cuatro playas que visitó: Puerto Marqués, La Roqueta, Caleta y Bocana, la última fue la que menos le agradó por las piedras que sólo están en ese punto y el oleaje que “es pesado, no aguanté porque me tumba”.
La playa que le gustó fue la de Puerto Marqués por la claridad del agua y la arena dorada “y también el ambiente”.
La señora Hilda dijo conocer la situación de inseguridad en Acapulco y fue por una “nota roja” del lunes de la semana pasada que otra familia, también de 10 integrantes, decidió cancelar su visita. “Salió un reportaje de lo que estaba pasando en Acapulco y por eso no quisieron venir. De hecho también estaban diciendo que había marea roja”.
Consciente de la situación y aprovechando la oportunidad de la vacante en espacios, coin su familia, de 10 integrantes, planearon venir confiando que en Acapulco nada les pasaría, y así fue. Su último día, dijo, fue tranquilo.
La señora de la tercera edad, Antonia Mendoza, abuela de los Guzmán, resumió lo que su nieto, el organizador del viaje, no supo expresar cuando se le preguntó porqué hacía un viaje familiar por tercera ocasión en tres años: “por disfrutar el momento, ahora que estamos vivos”.
La abuela es la única que recuerda con pesadumbre el Acapulco que ya no es y se volvió más triste: “ya no está La Diana Cazadora, tampoco está una Sirenita acostada una gorda, toda gordita y ya la quitaron”.
La modernidad del Zócalo de Acapulco no le gustó y recordó que hace cinco años que vino todavía existían el kiosco, las bancas y los restaurantes, y que se podía bailar lo mismo danzón que otro baile moderno; “ahí me divertía hasta las 12 de la noche, ahí bailaba yo pero ahora ni hay. Está muy cambiado, lo están destruyendo porque era más bonito con el kiosco, incluso tenía una foto ahí, me subí y me tomé la foto”.
De los tres días que pasó por el Zócalo no tuvo la intención de bajarse a recorrerlo: “ni quiero ir, lo veo al pasar pero está muy feo y luego que con eso que ahí los andan asustando, menos. Mejor ando con el grupo es más seguro”.
El señor David Hernández Guzmán, de 40 años, prefiere seguir visitando Acapulco que otros lugares que ha conocido como Tecolutla, Veracruz; “allá es muy diferente, Acapulco va seguir siendo Acapulco, su clima y sus playas son lo mejor”.
Hace 10 años, cuando conoció Acapulco, fue casi en la misma situación: con sus compañeros de trabajo se cooperaron para rentar un autobús y venir en familia, “nos la pasamos padre”.
En grupo y como forma de autoprotección todos rentan en la misma zona, y ayer más de tres toldos y sombrillas eran del mismo autobús que horas antes pagaron dos noches en una casa en la zona Tradicional.
Para ir a Puerto Marqués, el grupo desde antes de bajar del autobús programa qué va a pedir y cuánto puede gastar, porque saben que en esa zona restaurantera los precios pueden ser engañosos: “muchas veces dan un precio y pues hay que regatearles un poquito”, reveló como si fuera un secreto para que no abusen de ellos.
Por persona en promedio, calculó, se gastan mil pesos diarios por comida y bebida. Y sí, para ellos la comida es cara si se compara con balnearios cerca de la Ciudad de México, “si es mucho pero vale la pena venir hasta acá”.

No hay cancelaciones en Acapulco por el accidente del Paso Exprés: Rodríguez Escalona

A un día de que comiencen las vacaciones de verano, algunas familias disfrutaron ayer de playas despejadas en el Acapulco Tradicional, pues a pesar de la divulgación de que estaría cerrado el Paso Exprés en Cuernavaca, el domingo fue reabierto.
“Nosotros pasamos sin ningún contratiempo el domingo”, dijo el señor Sergio Lugo Mendoza, quien llegó con su familia a bordo de una Urvan.
Al respecto, el secretario de Turismo estatal, Ernesto Rodríguez Escalona, aseguró que no se habían registrado cancelaciones y que, por el contrario, las vacaciones superarían el registro del año pasado con fines de semana de hasta 90 por ciento.
El funcionario estatal estimó que habrá una derrama económica que superará los 4 mil millones de pesos para las ciudades turísticas más importantes de la entidad, pero que incluirá a otros puntos con potencial y que empiezan a ser reconocidos y visitados.
“Es la temporada más larga del año en la que, a diferencia de otros años, la gente se programa para pasar unos días y lo que importa es cuántos turistas van a llegar a Guerrero. Esperamos recibir al menos la misma cantidad de turistas que el año pasado que fueron un millón 25 mil visitantes”, reiteró.
Aseguró que el socavón en la vía que atraviesa parte de Cuernavaca no detuvo a los turistas y que, por el contrario, aumentaron las reservaciones y venta de vuelos con destino al puerto.
Adelantó que este miércoles a las 10 de la mañana, se hará el banderazo oficial para el operativo de seguridad con la participación del Ejército, la Semar, las policías federal y estatal con la Gendarmería para resguardar la franja turística.
Dijo que durante las vacaciones habrá una serie de actividades dedicadas a los niños y adolescentes en Ixtapa-Zihuatanejo y en Acapulco, así como conciertos y actividades musicales.
“En Ixtapa tendremos una actividad musical que el año pasado se realizó en la playa y esperamos reunir a 12 mil personas”, comentó Rodríguez Escalona.
Agregó que “no ha habido una sola cancelación por el tema del Paso Exprés, al contrario, ayer vimos que a pesar de eso estuvieron abiertos dos carriles y la gente transita normalmente por Cuernavaca y, a pesar de que aumentó el precio de las autopistas, en el caso de Guerrero se mantuvo el precio y por menos de 400 pesos un vehículo llega hasta Acapulco, se mantuvo el descuento de 25 por ciento. Lamentamos la muerte de esas dos personas, eso no nos gustó y manifestamos el pésame a la familia”, indicó.
Respecto a la vigilancia que mantienen policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en el poblado de Barra Vieja, el funcionario estatal indicó que es un tema que no le compete, no obstante insistió que la seguridad para los turistas está garantizada.
“Vamos a poner en marcha, el gobernador Héctor Astudillo y varias instancias, el operativo de Coordinación Guerrero, con la participación del Ejército, la Armada, las policías, la Gendarmería y las fuerzas armadas, esto ha sido importantísimo para que haya mucho más turismo en Guerrero”, concluyó.