Gastan más de 10 mil pesos por un paciente en el hospital de Chilpancingo, señala familiar

Familiares de pacientes del hospital general Raymundo Abarca Alarcón invierten más de 10 mil pesos en la compra de medicamentos y materiales debido a la falta de recursos que el director, Víctor Hugo Garzón Barrientos, no ha resuelto.
En un recorrido por el hospital los familiares que esperan en el acceso principal relataron que algunos no se les pide que compren materiales médicos pero a otros sí, la diferencia se debe de la gravedad de salud de cada paciente.
Don Natalio es originario de Chilpancingo y acudió este domingo a visitar a su familiar, una mujer que padece de diabetes, es hipertensa y está en un área especial del hospital desde hace 16 días, desde entonces “nos dan las recetas pero hay que comprar medicinas, suero, guantes, jeringas, todo ese material, mandamos a comprar de todo por paquetes, hemos invertido unos 10 mil, 12 mil pesos en material (médico)”, contó.
Recordó que cuando el hospital “estaba nuevo” había medicamentos y materiales quirúrgicos, todas las pastillas que requería su familiar eran surtidas de manera inmediata y no había necesidad de que los pacientes gastaran miles de pesos en farmacias fuera del nosocomio.
Consideró que la atención médica “debe de ser pareja, vienen muchos de la sierra, de la (región de la) Montaña, debe ser parejo todo, creo que hay material (porque lo hemos comprado) pero no sé si no lo quieran utilizar o cómo sean las cosas aquí”.
Otros familiares que prefirieron reservar sus nombres contaron que en el hospital no les han pedido que lleven material, aunque sí deben comprar medicinas para los tratamientos de sus pacientes. Pese a la situación expresaron que la atención que reciben en el nosocomio “es buena”.
En las instalaciones del hospital se colocó un aviso que decía, “Ante la creciente necesidad de la población de Guerrero en materia de diferentes servicios de salud y de recurso adecuado, se comunica al público en general que se priorizará toda la programación de cirugía electiva, esto hasta nuevo aviso, esperando resolver en breve para una mayor y mejor atención”.
El jueves, médicos, enfermeras, trabajadores administrativos y especialistas del hospital general Raymundo Abarca Alarcón denunciaron que faltan jeringas, agujas, medicamentos, doctores, material para curación y atienden sólo casos urgentes ante la saturación de camas y la falta de insumos, “se prioriza a quien tiene más posibilidades de vivir que al que ya está complicándose cada día más”.
Por su parte la Secretaría de Salud (Ssa) estatal dijo que el hospital tiene abasto suficiente de medicamentos y material de curación, mediante un “apoyo” de poco más de 4 millones 500 mil pesos en 2016 y de más de 10 millones 300 mil en 2017 lo que representa un incremento del 129.3 por ciento de sus recursos.

 

Aún no hay material médico, medicinas ni equipo, se quejan doctores del hospital general capitalino

Trabajadores del hospital general Raymundo Abarca Alarcón de la capital insistieron este domingo que “todo sigue igual” y que las autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) aún no han enviado material, medicamento ni equipo, a pesar de que el martes pasado denunciaron la carencia de dichos materiales y por lo cual habían cancelado cirugías “no tan graves” programadas a pacientes.
El miércoles de la semana pasada el gobernador, Héctor Astudillo Flores declaró que ya se había atendido el asunto de la falta de material y equipo en dicho hospital y que se había tratado sólo de algunas jeringas que llegaron sin agujas, pero que ya había dado instrucciones al secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, para que se atendiera la queja de los trabajadores.
Ese mismo día el director del hospital, Víctor Hugo Garzón Barrientos minimizó la denuncia de los trabajadores que hicieron en conferencia de prensa y que por problemas administrativos y de “expedites” el material no se entregó a tiempo, pero reconoció que hacen falta nueve pediatras y siete anestesiólogos.
Éste domingo, a cinco días de la conferencia de prensa en la que jefas y jefes de todas las áreas del hospital denunciaron el “colapso” por la falta de material, equipo, medicamentos y especialistas, acusaron que “todo sigue igual” y que no había sido atendida su petición.
Uno de los trabajadores dijo que lo único que recibieron fueron represalias en caso de seguir denunciando ante los medios de comunicación dichas necesidades. “Por eso yo no quiero seguir involucrándome más en esto porque sí hay temor a las represalias, no lo puedo negar”.
Y las amenazas surtieron efecto pues a diferencia del martes pasado cuando unos 20 responsables de las distintas áreas salieron a denunciar las carencias del nosocomio, ayer sólo aceptaron hablar con el reportero a condición de que fuera de manera anónima.
“No quisiera yo ahondar más a esto, no quiero involucrarme más”, dijo una de las jefas que participaron en la conferencia de prensa el martes, mientras que el resto de sus compañeros aceptaron dar más datos de las insuficiencias sólo a condición de no citarlos como fuente.
Otro responsable de área admitió que las amenazas llegaron directamente a la dirección del hospital y que por medio de los directivos les pidieron que “les convenía mejor quedarse callados”.
En cuanto a su denuncia, los jefes de área aseguraron que no había sido solucionado el problema.
“Yo creo que si fuera por cuestiones administrativas como dicen, que por trámites ¿Como que ya se tardaron muchito no? A lo mejor un trámite burocrático o un arreglo documental puede ser que tarde, pero no tanto así, llevamos meses, casi un año sin que nos llegue regularmente el material”, dijo uno de los inconformes en respuesta a la declaración del director Garzón Barrientos.
Agregó que la postura de los jefes de área y trabajadores sigue siendo la misma y que “en los días subsecuentes van a dar a conocer algunas cosas. Espero que esta vez sí sirvan para llamar la atención, como nos mandó decir el secretario Carlos de la Peña, quien nos acusó que ese fue el motivo de nuestra conferencia de prensa, pero no entendemos por qué nos mandó decir eso, si lo único que pedimos son insumos para trabajar, como están obligados a darlo”, explicó una de las trabajadoras que asistió el martes en la conferencia.
Durante la visita de ayer, por ejemplo, un trabajador dijo que siguen haciendo falta medicamentos tan básicos como Ranitidina, que sirve para tratar las infecciones. También falta Tramadol, un analgésico necesario y que no debe faltar en todas las áreas del hospital.
Además falta equipo para bombas de infusión que utilizan para tres terapias, una para adultos y dos para neonatales (bebés), para pacientes críticos que requieren equipos especializados para infundir soluciones y medicamentos. No tienen desde hace tres meses equipos para bombas de infusión de ningún tipo, ni fotosensibles o para transfusión, ni para infusión normal y ropa quirúrgica desde hace seis meses.
En cuanto al equipo se informó que no hay desde hace varias semanas autoclaves para la esterilización del material quirúrgico, y que todos los días está en mantenimiento porque el agua es muy pesada, “no está suavizada ni libre de minerales y bloquea todas las entradas de agua por lo que es difícil trabajar así”.
En otra área, uno de los médicos aseguró que la situación sigue siendo crítica por la falta de especialistas. Aseguró que un sólo pediatra atiende urgencias pediátricas, el área de tococirugía (para realizar procedimientos gineco-obstétricos), terapias y además atiende la pediatría piso.
Aseguró que pediatría no ha dejado de atenderse aún en estas condiciones e insistió que por las carencias de equipo y material sólo se ha dejado de atender la cirugía programada y en casos “no tan graves”.
En respuesta a lo que declaró el director del hospital quien reconoció que hacen falta nueve pediatras y siete anestesiólogos, el médico declaró que “el problema no se resuelve reconociendo las necesidades, sino solventando las necesidades. Hay necesidad de pediatras, eso ya lo sabemos, el problema es que no los contratan, quieren que trabajen de a gratis”.
Y añadió que si las autoridades de la Ssa no quieren resolver la carencia de jeringas y agujas menos podrán resolver la falta de especialistas.
Mientras tanto, en el área de urgencias los trabajadores denunciaron que diariamente tienen de 30 a 40 pacientes “sentados en sillas” y que exigen camas pero no las hay.
En esta área la necesidad es de por lo menos 40 camas, pero hay apenas 12, más otras dos en el área de choques.
“Estamos rebasados en espacio como en especialistas, faltan médicos en urgencias, en pediatría, en medicina interna y anestesiología”, contó el médico.
El hospital Raymundo Abarca Alarcón fue inaugurado el 16 de marzo del 2012 por el entonces presidente panista, Felipe Calderón, y el entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero. En su discurso Calderón dijo “es un hospital bellísimo, muy grande, más grande de lo que yo me estaba imaginando, no lo conocía”.
Se informó entonces que la obra tuvo una inversión de 550 millones de pesos, de los cuales 362 fueron del gobierno federal y 161 del gobierno estatal.
También se dijo que, a la postre, en este hospital se ofrecerían especialidades médicas como cardiología, oncología, incluso cirugía plástica y reconstructiva, especialidades que todavía no se abren.

 

Renuncian seis médicos del Hospital General capitalino tras amenazas de muerte de pacientes, informa el director

 

El director del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, de Chilpancingo, Víctor Hugo Garzón Barrientos, informó que médicos del nosocomio ha renunciado ante amenazas de muerte de los mismos pacientes.
Consultado en su oficina en el Hospital General capitalino, el director manifestó que el área de pediatría tiene un déficit de trabajadores del 30 por ciento, ante las constantes amenazas de muerte.
“En esa área sí es preocupante, porque seis pediatras han renunciado por las amenazas de la población, bueno, amenazas generales, les han llegado escritos donde les dicen a los doctores, ‘mire doctor, lárguese de aquí si no quiere que levantemos a su familiar’, por lo que se les han ido varios médicos y especialistas”, denunció Hugo Garzón.
Explicó que cuando él llego, hace un año, se fueron tres pediatras, a los pocos meses amenazaron a una médica, que se fue con su esposo, y el viernes pasado “me renunció un pediatra; imagínese, no son circunstancias porque el director los acosa o porque no hay insumos para atender, no, no, se fueron porque las amenazas son en contra de su integridad por lo que los obligaron a irse, eso fue lo que me rebajó la plantilla de pediatras un poco más de 30 por cierto”.
Comentó que, a veces, un solo pediatra debe atender a toda la población que acude al hospital, aunque aseguró que en ningún momento se ha descuidado la atención, porque se han implementado estrategias para solucionar los problemas ante la falta de personal.
En lo que va del año han renunciado dos médicos y se han ido cinco de permiso. Explicó que, “los dos médicos que se fueron me dijeron, ‘prefiero dejar mi plaza y todo y mejor me voy por la inseguridad”.
Además, el director dijo que hay cinco médicos que se fueron con permiso prolongado, sin goce de sueldo, “no sé si vayan a renunciar. Las presiones de amenazas continúan, lo que complica la atención para la población”.
Se le preguntó si él ha pedido que los heridos de bala sean atendidos en hospitales militares, a lo que respondió que es una de las propuesta que ha hecho al gobierno del estado, considerar la posibilidad que los heridos de bala sean atendidos en hospitales militares, porque, de acuerdo con los criterios del Comité Internacional de la Cruz Roja, las víctimas de Otras Situaciones de Violencia (OSV) se consideran de conflicto de guerra de baja intensidad, por lo que deberían ser atendidos en hospitales militares.
Hugo Garzón indicó que la Constitución obliga a todos los hospitales a atender a los heridos en caso de emergencia, así que jamás podrían negar la ayuda, a pesar que es una petición de la población médica que sean atendidos en hospitales militares.