Trabajadores del hospital general Raymundo Abarca Alarcón de la capital insistieron este domingo que “todo sigue igual” y que las autoridades de la Secretaría de Salud (Ssa) aún no han enviado material, medicamento ni equipo, a pesar de que el martes pasado denunciaron la carencia de dichos materiales y por lo cual habían cancelado cirugías “no tan graves” programadas a pacientes.
El miércoles de la semana pasada el gobernador, Héctor Astudillo Flores declaró que ya se había atendido el asunto de la falta de material y equipo en dicho hospital y que se había tratado sólo de algunas jeringas que llegaron sin agujas, pero que ya había dado instrucciones al secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, para que se atendiera la queja de los trabajadores.
Ese mismo día el director del hospital, Víctor Hugo Garzón Barrientos minimizó la denuncia de los trabajadores que hicieron en conferencia de prensa y que por problemas administrativos y de “expedites” el material no se entregó a tiempo, pero reconoció que hacen falta nueve pediatras y siete anestesiólogos.
Éste domingo, a cinco días de la conferencia de prensa en la que jefas y jefes de todas las áreas del hospital denunciaron el “colapso” por la falta de material, equipo, medicamentos y especialistas, acusaron que “todo sigue igual” y que no había sido atendida su petición.
Uno de los trabajadores dijo que lo único que recibieron fueron represalias en caso de seguir denunciando ante los medios de comunicación dichas necesidades. “Por eso yo no quiero seguir involucrándome más en esto porque sí hay temor a las represalias, no lo puedo negar”.
Y las amenazas surtieron efecto pues a diferencia del martes pasado cuando unos 20 responsables de las distintas áreas salieron a denunciar las carencias del nosocomio, ayer sólo aceptaron hablar con el reportero a condición de que fuera de manera anónima.
“No quisiera yo ahondar más a esto, no quiero involucrarme más”, dijo una de las jefas que participaron en la conferencia de prensa el martes, mientras que el resto de sus compañeros aceptaron dar más datos de las insuficiencias sólo a condición de no citarlos como fuente.
Otro responsable de área admitió que las amenazas llegaron directamente a la dirección del hospital y que por medio de los directivos les pidieron que “les convenía mejor quedarse callados”.
En cuanto a su denuncia, los jefes de área aseguraron que no había sido solucionado el problema.
“Yo creo que si fuera por cuestiones administrativas como dicen, que por trámites ¿Como que ya se tardaron muchito no? A lo mejor un trámite burocrático o un arreglo documental puede ser que tarde, pero no tanto así, llevamos meses, casi un año sin que nos llegue regularmente el material”, dijo uno de los inconformes en respuesta a la declaración del director Garzón Barrientos.
Agregó que la postura de los jefes de área y trabajadores sigue siendo la misma y que “en los días subsecuentes van a dar a conocer algunas cosas. Espero que esta vez sí sirvan para llamar la atención, como nos mandó decir el secretario Carlos de la Peña, quien nos acusó que ese fue el motivo de nuestra conferencia de prensa, pero no entendemos por qué nos mandó decir eso, si lo único que pedimos son insumos para trabajar, como están obligados a darlo”, explicó una de las trabajadoras que asistió el martes en la conferencia.
Durante la visita de ayer, por ejemplo, un trabajador dijo que siguen haciendo falta medicamentos tan básicos como Ranitidina, que sirve para tratar las infecciones. También falta Tramadol, un analgésico necesario y que no debe faltar en todas las áreas del hospital.
Además falta equipo para bombas de infusión que utilizan para tres terapias, una para adultos y dos para neonatales (bebés), para pacientes críticos que requieren equipos especializados para infundir soluciones y medicamentos. No tienen desde hace tres meses equipos para bombas de infusión de ningún tipo, ni fotosensibles o para transfusión, ni para infusión normal y ropa quirúrgica desde hace seis meses.
En cuanto al equipo se informó que no hay desde hace varias semanas autoclaves para la esterilización del material quirúrgico, y que todos los días está en mantenimiento porque el agua es muy pesada, “no está suavizada ni libre de minerales y bloquea todas las entradas de agua por lo que es difícil trabajar así”.
En otra área, uno de los médicos aseguró que la situación sigue siendo crítica por la falta de especialistas. Aseguró que un sólo pediatra atiende urgencias pediátricas, el área de tococirugía (para realizar procedimientos gineco-obstétricos), terapias y además atiende la pediatría piso.
Aseguró que pediatría no ha dejado de atenderse aún en estas condiciones e insistió que por las carencias de equipo y material sólo se ha dejado de atender la cirugía programada y en casos “no tan graves”.
En respuesta a lo que declaró el director del hospital quien reconoció que hacen falta nueve pediatras y siete anestesiólogos, el médico declaró que “el problema no se resuelve reconociendo las necesidades, sino solventando las necesidades. Hay necesidad de pediatras, eso ya lo sabemos, el problema es que no los contratan, quieren que trabajen de a gratis”.
Y añadió que si las autoridades de la Ssa no quieren resolver la carencia de jeringas y agujas menos podrán resolver la falta de especialistas.
Mientras tanto, en el área de urgencias los trabajadores denunciaron que diariamente tienen de 30 a 40 pacientes “sentados en sillas” y que exigen camas pero no las hay.
En esta área la necesidad es de por lo menos 40 camas, pero hay apenas 12, más otras dos en el área de choques.
“Estamos rebasados en espacio como en especialistas, faltan médicos en urgencias, en pediatría, en medicina interna y anestesiología”, contó el médico.
El hospital Raymundo Abarca Alarcón fue inaugurado el 16 de marzo del 2012 por el entonces presidente panista, Felipe Calderón, y el entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero. En su discurso Calderón dijo “es un hospital bellísimo, muy grande, más grande de lo que yo me estaba imaginando, no lo conocía”.
Se informó entonces que la obra tuvo una inversión de 550 millones de pesos, de los cuales 362 fueron del gobierno federal y 161 del gobierno estatal.
También se dijo que, a la postre, en este hospital se ofrecerían especialidades médicas como cardiología, oncología, incluso cirugía plástica y reconstructiva, especialidades que todavía no se abren.