Inauguran en Acapulco Memorial de Víctimas en la iglesia de una de las colonias más peligrosas

El objetivo del monumento es recordar a los asesinados y desaparecidos con una expresión de amor y esperanza, con la intención de reconstruir el tejido social, dijo el...

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22 septiembre,2018 6:59 am
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El objetivo del monumento es recordar a los asesinados y desaparecidos con una expresión de amor y esperanza, con la intención de reconstruir el tejido social, dijo el arzobispo Leopoldo González González
Karla Galarce Sosa
Ante poco más de 250 personas, el arzobispo Leopoldo González González bendijo e inauguró el Memorial de Víctimas de las Violencias, en el atrio de la iglesia de San Cristóbal, en la colonia Progreso, considerada una de las cinco más peligrosas de Acapulco y equiparada con Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata o La Jardín.
En una pintura mural ejecutada por el pintor Roberto Piza, fueron plasmadas imágenes de madres y niños, jóvenes, manos que apuntan al cielo, hombres tomados de la mano, un ser humano que asciende al cielo, una mujer con un recién nacido, y otras figuras representativas que “ayudan a conmemorar acontecimientos del pasado, a proyectar un mejor futuro”, como explicó el escultor Raúl Fombona.
Además, fue edificado un sitio destinado a escribir los nombres de víctimas de asesinato, desaparecidas, sacerdotes y periodistas en Acapulco, sobre cuadros elaborados con resinas, fibras de coco y flores de bugambilia, en una especie de mural dividido en pequeños mosaicos empotrados en cuadros de herrería, donde han sido reservados espacios para escribir los nombres de personas que no han sido localizadas o murieron asesinadas, explicó el arquitecto Mario Alberto Guinto.
El profesionista dijo que dejó el puerto ante la inseguridad pues parte de los integrantes de la empresa acapulqueña que ejecutó los trabajos, viven en la Ciudad de México desde hace varios años.
“Nos une un tema de dolor, pero lo que buscamos es dignificar y que no haya más tumbas sin nombre”, expuso.
La iniciativa del Memorial fue de la organización Cáritas Acapulco y la fundación Santina, de Italia, además de la Arquidiócesis de Acapulco.
Cecilia Rodríguez Carreño, familiar de una víctima cuyo nombre está inscrito con letras grabadas, destacó que “este mural significa un consuelo de amor, paz y gratitud, de saber que el nombre de nuestros familiares está ahí”.
“Quisiera que nunca más nadie sufriera el dolor, el desgarre de víctima a víctima sólo lo sabemos nosotros. ¿Qué lo saben quienes no han perdido a nadie?”, expresó ante los asistentes con lágrimas en los ojos y agradeciendo al sacerdote Luis Clemente Ginami de a fundación Santina.
Clemente Ginami dijo que México tiene mujeres que en Italia carecen, “la gran protagonista es la mujer y porta un gran luto”.
La joven Adriana Camacho, sobrina de Fernando Camacho, quien está desaparecido hace 16 meses y ayer cumplió 41 años, hizo un exhorto a las autoridades a hacer algo por terminar con el clima de violencia.
“Cómo es posible que Acapulco pasó de ser la bahía más hermosa del mundo, a ser la ciudad más peligrosa del mundo”, expuso y lamentó que el puerto se ubique en los rankings de violencia más elevados del mundo.
Pidió oración “por quienes hacen daño, les cambie el corazón y pare la violencia”.
A la tarima subieron también las madres de dos hombres asesinados; una de ellas la del joven que fue ejecutado a unos metros de la parroquia hace dos semanas. Ambas mujeres mostraron el dolor e insuperable tristeza que les dejó el asesinato de sus hijos.
El presbítero Octavio Gutiérrez Pantoja, asesor de Pastoral social, expresó que Acapulco es considerada como una de las ciudades más violentas en México desde 2012.
Expuso que se requiere de cuatro factores para empezar a construir la paz, la memoria de las miles de víctimas; la verdad; la justicia, pues no puede haber acceso a la paz sin justicia; y el perdón.
Luego de que pidió un minuto de oración por las víctimas, en su mensaje, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, hizo un llamado a quienes cometen crímenes.
Mención que “no lograrán que los odiemos. Dejen de hacer tanto mal”.
“El nombre de tantos, miramos el rostro de una persona única e irrepetible, hogares que sufren. Cuánto dolor, cuánta verdad. El mal ha sido grande, pero nunca harán que les odiemos. Dejen de hacer tanto mal”, expuso a los agresores.
Enfatizó en que se debe conservar la identidad de los asesinados no como una estadística sino como una persona, una historia y un hogar.
A los familiares de las víctimas, les dijo: “hacemos nuestros sus reclamos de verdad y de justicia. No nos dejemos robar la esperanza”.
Destacó que el objetivo del Memorial es recordar a las víctimas con una expresión de amor, esperanza, y la intención de reconstruir el tejido social.
Habló también de que el Memorial representará un espacio para que se ejerza la memoria y se establezca un espacio de tranquilidad, reflexión, silencio y respeto.
Indicó que detrás de cada cifra o estadística, existen nombres, el rostro de un ser humano, una familia, una historia, y seres humanos afectados por los acontecimientos violentos.
Durante el programa, se indicó que el monumento mantendrá viva la memoria de quienes perecieron por las diferentes violencias y ayuda a aprender para que no se repitan esos hechos; para conocer la verdad, como un componente necesario de las relaciones humanas y de la convivencia social; la justicia contemplando la restauración de las víctimas y la no repetición de los acontecimientos; y por último, el perdón como un manifiesto de amor, misericordia y reconciliación.
El inicio del programa estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica y del Coro Universitario de la UAG, dirigidos por la soprano Martha Contreras González.
 

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